31/5/10

Salir adelante



Yo iba en mi coche y él se arrastraba por la acera en una especie de tabla como las que se utilizan para patinar hasta llegar a su coche. Una vez llegado al coche vi como se sentaba en el suelo, dejaba su especie de patín, abría la puerta del coche, introducía su tabla en la parte trasera y haciendo un pequeño esfuerzo se subía a la parte delantera del coche que se disponía a conducir. No tenía pies. Su coche era adaptado a su minusvalía. Su cara reflejaba la de una persona normal, aunque en los tiempos que corren dirían que su cara correspondía, más bien, a la de una persona natural, feliz, alegre y que era capaz de convivir amigablemente con la minusvalía que tenía. Vi como arrancaba el coche y como se alejaba sin más con rumbo a lo que probablemente tenía que hacer como parte de su quehacer diario.



Es una más de las historias cotidianas de lo que una persona con una serie de dificultades tiene que hacer, no para sobrevivir, sino para vivir con su dignidad, su alegría y con su espíritu de superación. Y dentro de estas historias que se salen un poco de lo normal, más que nada porque uno está habituado a ver como las personas nos quejamos por nada, nos estancamos ante problemas mucho menores y nos ahogamos en un vaso de agua, surge una pregunta que podría hacer cambiar el rumbo de muchos de nosotros: ¿Qué hace posible que unos se adapten a sus circunstancias y salgan con alegría a flote y otros se ahoguen, precisamente, en un vaso de agua o en sus propios problemas que, objetivamente, son más fáciles de resolver que los de otras personas que tienen realmente problemas de tipo físico, psíquico o sensorial?



¿Qué es lo que nos permite una capacidad de adaptación y de crecimiento personal? ¿Qué nos lleva a no claudicar antes los problemas de la vida? Hay quien dice que uno de los elemento puede ser la fe, la presencia de Dios en la vida de uno. Hay quien afirma que puede ser el afecto, el cariño y la aceptación que uno recibe por parte de los demás. Los hay que creen que es el amor y la autoestima que nos tenemos a nosotros mismos. También hay quien cree que es la actitud positiva de ver en cada situación una oportunidad para crecer. En medio de todas estas posibilidades surge otra pregunta: ¿por qué unos si y otros no? ¿Qué tienen los unos que crecen y que dejan de tener los otros para vivir en la continua queja o parálisis en la que se encuentran?

28/5/10

Equilibrio

Siempre es bueno mantener un equilibrio entre lo que uno quiere alcanzar, los procesos para conseguirlo y el buen de todos. Lo digo porque ayer leía un artículo en el que grandes civilizaciones han desaparecido por completo del mapa por no tener en cuenta las consecuencias de todo el proceso que estaban desarrollando. Hablo de la Isla de Pascua, de los Incas, de los Aztecas y un número de civilizaciones que ya no habitan por este mundo.

¿Causas? Parece ser que la tala indiscriminada de árboles puede haber sido uno de los factores. Éste, junto con una explotación desmesurada de los propios recursos han incidido negativamente en todo ello.

Hace unos años alguien me comentaba que la rueda era el símbolo del equilibrio. Una rueda mal alineada, mal balanceada o sin la presión justa en sus neumáticos no solamente afectan a la vida de éstos como tal sino que afectan a la seguridad vial como tal, así como al consumo de gasolina o gasoil, como al del bolsillo de uno mismo. El equilibrio, como podemos ver, es necesario en la mecánica, en el ecosistema, así como en la vida personal, social, política o económica. La falta de equilibrio moral y de valores está haciendo actualmente estragos en todo el mundo a nivel social y económico.

Es por ello que en nuestra toma de decisiones no podemos ver sólo para nosotros mismos y para nuestros beneficios. ¿perjudico o sale perjudicado alguien con lo que yo decido? ¿Estoy pensando en los que vienen detrás de mi y en lo que les dejo?

Equilibrio, una llamada a la vida personal, social o económica. Sí, equilibrio, una llamada a que la vida perdure más allá del instante y más allá de uno mismo.

27/5/10

Viviendo en positivo



Al mal tiempo, buena cara, dice el rerán. Y la verdad es que si el hábito no viste al monje parece que puede ayudarlo. La actitud positiva a la que nos invita la vida nos ayuda a vivir con una calidad de vida mucho más grande y aporta una serie de aspectos que, desde luego, no conviene desechar.

Una de las cosas que parece que aporta la actitud positiva en un mayor índice de vida. A mayor alegría, mayor número de años que parece que podemos vivir. Y no es porque lo deseemos, sino porque el cuerpo se alimenta a sí mismo de tal manera que lo predispone a menos enfermedades y a una mayor calidad de vida física. ¿Merece la pena? Yo creo que por el momento si se alarga la vida y se alarga con positividad, ¿por qué no apuntarse?

Desde el punto de vista mental a mayor positivad, mayor número de ideas, más amplitud de horizontes, más recursos personales y sociales con los que uno puede contar, mayor seguridad en uno mismo y más confianza, consecuentemente, en los demás. La vida parece más rica en contenidos y en recursos que uno puede llegar a utilizar. ¿Merece la pena? Yo creo que antes que vivir con la cara alargada, aprisionado por el mundo de los sentimientos y encorsetado en un mundo raquítico y empobrecido de ideas, la alternativa de ser postivo te abre no sólo el cuerpo, sino la mente a la vida.

Y desde el punto de vista emocional la actitud positiva te ayuda a ver las diferentes escalas de blancos, de negros, de grises y apreciar que la vida tiene sus momentos y, que por duros que puedan ser, encierran una belleza, una sabiduría, una serie de oportunidades que nos llaman al crecimiento personal, a una mayor libertad y a una mayor autonomía.

¿Cómo ser positivos? ¿Cómo reeducarnos en vivir éste tipo de espíritu? Pues riendo, cantando, paseando, hablando con gente, participando en juegos de grupo, reconociendo lo positivo de cada día y de cada persona, saboreando y disfrutando de las cosas, , sintiéndose alegre, dando un paseo, disfrutando y compartiendo una comida, desarrollando un mundo de amistades.

¿Cómo sueles manifestar la alegría? ¿Cuándo ha sido la ultima vez que la has manifestado de forma amplia y visible? ¿Cuántas veces al día sientes la alegría dentro de tí? ¿Provocas el compartirla con los demás? Hay y ha habido momentos en la vida en los que la alegria y la positividad estaban a flor de piel, se manifestaban de forma natural e incluso llamaban la atención de personas que nos buscaban para cobijarse bajo nuestras alas por la positividad que ofreciamos? ¿Por qué no cultivarla, desarrollarla, entrenarla, promoverla, tenerla en cuenta en nuestra agenda personal, en nuestro programa de vida? ¿Por qué no provocarla en nosotros y en los que viven a nuestro lado?

¡¡¡A vivir, que son dos dias!!!

26/5/10

Conociéndome a través de personas especiales en mi vida



Ayer tuve ocasión de volver a hablar, y después de unos veinte años, con grandes amigos que había dejado al otro lado del Atlántico, de los que había perdido la pista y que gracias a la magia de internet vuelves a saber de ellos de forma fortuita. Cuelgas el teléfono y en tu cuerpo se quedan cantidad de emociones, sentimientos y experiencias que te hacen sentirte con las pilas cargadas y con ganas de volver a vivir experiencias del mismo estilo y con la misma intensidad.



Las personas que han dejado huella en nuestras vidas, un padre, una madre, un hermano, un amigo, un profe, un médico o un simple vecino, han dejado huella por dos motivos: Por un lado nos han dejado un legado importante, su propia vida, pero una vida que, por otra parte, han despertado en cada uno de nosotros valores, experiencias, pasos que hemos tenido que dar, situaciones que hemos tenido que vivir. Por una parte nos han mostrado una vida, pero por otra nos han permitido despertar en nosotros una serie de cualidades y valores que estaban adormecidas en cada uno de nosotros.



Sería interesante hacer una mapa, una lista de las personas que han dejado una huella en nuestra vida y, con esa misma lista, ir anotando por un lado lo que nos han enseñado y, por otra y tal vez más importante, aquello que han despertado y hecho desarrollar en cada uno de nosotros. Retrocediendo, reviviendo y actualizando estas experiencias no solo cargaremos nuestras pilas, sino que nos haremos conscientes de valores que llevamos dentro y que merecen la pena ser despertados; de herramientas que hemos utilizado en nuestras vidas anteriormente y que ahora se encuentran aparcadas en algún rincón recóndito de nuestra vida. Y por ultimo tendremos la oportunidad de ser agradecidos a la vida, a esas personas estén o no a nuestro lado y a lo que la vida nos quiere mostrar a través de todo aquel que se pone a nuestro lado.



¿Volvemos atrás por momentos y celebramos lo aprendido junto con quien nos ha hecho aprender? ¿Por qué no?

25/5/10

Conociéndome mejor a través de las pseudoganancias



A veces me resulta curioso el papel que juega la psicología dentro de cada uno de nosotros. Queremos cambiar y no somos capaces. ¿qué nos detiene? ¿qué nos frena? A veces en los casos claramente visibles, como pueden ser alcohol, tabaco, drogas, sexo, consumismo, etc. hay un componente paliativo que nos permite tranquilizarnos momentáneamente en la situación en la que estamos viviendo. Cuántas veces curamos nuestras ansiedades echándonos un cigarro, algo a la boca o simplemente gastando dinero? En el fondo siempre hay algún aliciente en aquello que queremos dejar, que nos amarra de forma prolongada y duradera a las situaciones que, precisamente, no queremos.

¿Cómo detectarlas, ser conscientes de ellas y decidir ante esas situaciones? Eh ahí la cuestión.

Lo primero que habría que hacer sería detectar la situación que quiero cambiar, la que me produce dolor o la que me impide ser yo mismo.

Seguidamente ser consciente de las sensaciones que se producen en mi en esa situación concreta, sensaciones a nivel general, en la mente, en el cuerpo. Identificarlas en su forma y en su lugar, si el lugar del cuerpo donde se producen. Las identifico cuando soy capaz de ponerle nombres y apellidos.

Ahí viene un tercer momento bastante importante, por no decir crucial. ¿Qué beneficios obtengo de esa situación que me produce dolor, angustia, miedo, inseguridad, etc.? Siempre hay algo que recompensa y que nos mantiene anclados al lugar en el que no queremos estar. El miedo, la inseguridad, la ansiedad y otras situaciones que vivimos llegan a convivir en un momento determinado con pequeñas situaciones de placer que postergan una toma de decisiones rádical que transforme nuestra vida de una vez por todas.

Es aquí donde una nueva pregunta tiene que clarificar nuestra situación: ¿Qué pierdo manteniendo esta situación? Porque si es claro que hay una serie de ganancias, también lo es que hay una serie de perdidas. Las ganancias son evidentes porque disfrutamos de ellas y porque a veces nos permiten vivir con "cierta" tranquilidad pero, ¿y lo que perdemos? ¿sómos consciente de ello? ¿nos damos cuenta de la vida y de las oportunidades que se van y de las perdidas que estamos teniendo a nivel personal?

¿Qué pasos concretos tendríamos que dar para un cambio? Y cuando digo concretos me refiero a los pasos secuencias que habría que dar, a los pasos que hay que programar en una hoja de papel, para verlos más claros y objetivamente, y para saber la hoja de ruta que tengo que seguir.

Tal vez el momento más importante es: ¿Realmente quiero? ¿Cuál es mi voluntad de cambio? Si tuviera que cifrarla de 0 a 10, ¿cuáles serían mis ganas, mi voluntad, mis deseos de cambiar? Y esto es lo más importante, porque si no hay voluntad habría que volver una vez más al principio de lo que uno "realmente" quiere para si mismo.

Es por eso que todo tendría que acabar haciendo una relación sincera entre lo que pierdo, lo que gano y lo que realmente quiero para mi en la vida. Creo que en el fondo muchas  veces tenemos miedo a enfrentarnos con nosotros mísmos.

24/5/10

Conociéndome a través de los grandes desafíos



Si hay algo que es común a todos nosotros, los seres humanos, es que todos hemos tenido que pasar por grandes desafíos en momentos determinados de nuestras vidas. Desde nuestra más tierna edad nuestro carácter se ha ido forjando como un mecanismo de defensa o como una herramienta para poder afrontar los retos de la vida. Hay quien dice: 

Todo lo que eres depende de tres factores:
de tu herencia,
de tu ambiente
y de lo que hayas hecho,
en libre elección,
con tu herencia y tu ambiente.

Aldous Huxley.


Y es precisamente ésto lo que me hace pensar que si los pequeños y grandes triunfos nos permiten conocer la riqueza que hay dentro de cada uno de nosotros, no lo es menos el conocernos a través de los pequeños y grandes desafíos.

¿Cuáles han sido los momentos difíciles de la vida? ¿Cuáles han sido esos momentos en los que mi barca, mi vida, mi persona se ha visto zarandeada? Recordar, revivir y sentir nuevamente en mi cuerpo éstos momentos pueden ser de una riqueza extraordinaria. Y lo son porque si he llegado hasta donde estoy es porque he sobrevivido a dicha situación y, lo más probable es que haya aportado riqueza, talentos, fortalezas y cualidades a mi vida. Es por ello que si tomo conciencia de esos momentos, los anoto en un papel y doy un segundo paso comience a ser consciente, si ya no lo soy, de esa inmensa riqueza que se esconde dentro.

El segundo paso importante es el tomar consciencia de los resortes que me apoyaron en esos momentos. Resortes que pueden ser ideas, valores, creencias, personas, ideas, sonidos, colores, formas y otras tantas cosas en las que puede apoyarme y que me permitieron flotar, nadar contracorriente, adaptarme a lo que tenía y vivía en esos momentos. Fueron las muletas, los bastones y los baluartes en los que me apoyaba y que forman parte de algo que existía dentro de mí, que sigue existiendo, aunque sea de forma latente, y que formar parte integral de mi vida.

Pero, ¿qué me hizo reaccionar? ¿qué fue lo que me sacudió? ¿qué hizo que me despertara del sueño en el que me encontraba y que no permitía que me diera cuenta de lo que estaba viviendo? ¿Cuál fue esa situación limite que me hizo ponerme en pie y decir que quería algo diferente, algo por lo que tenía que moverme, algo por lo que tenía que luchar? Hay situaciones extremas para cada uno que nos hacen reaccionar, que nos hacen salir de ese letargo en el que nos encontramos. Y detrás de esas situaciones hay sentimientos y sensaciones que son las que forman, también, parte de nosotros, parte totalmente positiva porque ponen en marcha toda es maquinaria. ¿Te atreverías o tendrías la paciencia de bucear hasta esas sensaciones, situaciones y capturarlas juntos con los sentimientos que te movieron?

Si tomas conciencia de todo ello, si vuelves a revivirlo, si tus sentimientos se ponen en marcha, y si aportan algo nuevo a éste momento de tu vida, podrás sacar una lista muy interesante de cualidades, resortes, valores, fortalezas y de recursos que hay dentro de tí y de los que puedes echar mano en estos momentos para proseguir tu camino.

¿Te animas? Te recuerdo:
  1.  Momentos difíciles de mi vida.
  2. ¿En qué o quién me apoyé? 
  3. ¿Qué o quién me hizo reaccionar? 
  4. ¿Qué movió en mi alguna persona o situación y me ayudó a salir? 
  5. ¿Qué experimento al revivir esto?

21/5/10

Descubriendo mis fortalezas





Creo que todos nos hemos sentado, de forma totalmente informal, en más de una ocasión a repasar nuestros albúmes de fotos en lo que podemos revivir momentos de la infancia, de la juventud o de adultos; momentos de familia, de amistades y de trabajos; momentos personales que de una manera u otra han dejado mella en nuestra vida.

Hoy me gustaría hacerte una propuesta, a realizar de forma totalmente personal, en pareja, en familia o con un grupo donde haya el suficiente respeto y confianza. Una propuesta que no es otra sino que la de retroceder a todos estos años de vida y de experiencia para reencontranos con nosotros mismos, con ideales, con sueños vividos, con actitudes, con experiencias y con decisiones que de una u otra manera han dejado alguna huella en nuestra vida.

 Puede hacerse de varias maneras. Una de ella puede ser una línea de la vida en la que a través de una línea y de forma cronológica vas anotando acontecimientos de tu vida, anotándolos y dibujándolos con letras dibujos y colores que dan mucho más sentido y vida a lo que plasmas en el papel. Puedes hacerlo buscando fotos en tus archivos y álbumes de fotos que puedes ir colocando en folios o cartulinas. Puedes hacerlo de otra manera que tu creas apropiada, pero lo importantes es ser concreto en lo que se plasma, en lo que se escribe o en lo que se muestra.

Un segundo paso es el revivir en mente y en sensaciones corporales esos momentos. Detrás de cada situación hay un sentimiento, un valor, una creencia, una fortaleza que de forma natural se ha vivido. Y todo esas sensaciones, valores, creencias y sentimientos se van plasmando en palabras, dibujos y colores que dejen ver las emociones que van despertándose en cada uno.

El tercer paso es contestarse tres pequeñas pero importantes preguntas:
¿Qué cosas nuevas he aprendido de mi historia?
¿Qué constantes encontré que me han acompañado a lo largo del camino?
¿Qué me llama más la atención de todo éste proceso?

El cuarto y último punto es el compartirlo con la persona o grupo de personas con la que has elegido hacerlo.

En todo ello encontrarás toda una serie de elementos con los que cuentas dentro de ti, que te han acompañado en unas o en todas las partes del camino; unas fortalezas que están despiertas o latentes dentro ti; unas creencias, valores y fortalezas que están ahí, en ti mismo para ayudarte a vivir el hoy o para dar un paso más al frente hacia el futuro que quieres construir.

¿Te animas? Si lo haces me encantaría saber el resultado. Te agradecería que lo compartieras en los comentarios.


20/5/10

Vivir lo importante



¿Cuando lo importante es importante realmente? Lo digo por la cantidad de veces que uno se ve haciendo proyectos, promesas, planificaciones que raramente ven la luz del día o, que un día se hacen y tres no, y muestran que son hijas de la inconstancia, inconsistencia, del olvido o de lo no importante. 

¿Qué sucede en cada uno de nosotros para que una y otra vez nuestras ilusiones, nuestros proyectos y lo que realmente queremos conseguir en la vida se vean  postergados y relegados?

Promesas de cambios, de nuevos inicicios, de "ahoras sí", que no dejan sino un hueco y un vacío en cada uno de nosotros. ¿Es realmente tan importante lo que queremos conseguir y tener en nuestra vida? ¿Qué es lo que nos impíde tener la voluntad necesaria para tener la determinación, tomar las decisiones oportunas y dejar en nuestro calendario diario, semanal o mensual los espacios inquebrantables para que lo importante en nuestra vida tenga su espacio real y visible?

A veces son los toques de la vida que nos ponen en situaciones límite, como un infarto, una muerte cercana, un despido laboral o una ruptura sentimental, las que nos tambalean mentalmente y hacen que tomemos consciencia de que cada dia que pasa es un dia que no vuelve, es un día que no hemos aprovechado.

Ayer me invitaban a leer una historia de alguien que había comprado mil bolitas que representaban los mil sábados que le quedaban por vivir en un supuesto que muriera en torno a los 70 años. Cada sábado sacaba una bola de recipiente de cristal en las que las tenía y sabía que era "un día sábado menos" que le quedaba para vivir lo importante, que en su caso era la familia. Y sacándo la bolita se disponía a vivir lo importante dejando el resto a un lado.

¿Qué es lo importante que nos queda por vivir? ¿Que lugar ocupa en nuestra agenda? ¿Qué importancia le damos? ¿Qué prioridad tiene en nuestro vivir diario, semanal o mensual? ¿Qué trabas le pongo para llevarlo a cabo?

Déjemos que lo importante sea realmente importante o, ¿tal vez no lo será?

19/5/10

Aprender siendo



Ayer, y por separado, dos preguntas surgieron que prácticamente venían a decir lo mismo: ¿Por qué cuando nos sentimos bien en un campo y tenemos que desarrollarlo nos viene a la mente una experiencia negativa del pasado y de repente nos frena, nos paraliza e incluso nos hace dudar de nosotros mismos?

No hay nada como centrarse en quien uno, en lo que uno hace y en lo que uno siente cuando realiza una actividad. Alejar de nosotros los ruidos que nos conectan con emociones y experiencias negativas hacen que lleguemos a dudar de nosotros mismos y dejemos de desarrollar al 100% de nosotros lo que estamos haciendo.

Una de las personas que me preguntaba es experta en contabilidad, a la otra le gusta cantar. A las dos le preguntaba que sentían cuando hacía contabilidad o cuando cantaba a solas. Las dos se sentían a gusto. ¿Por qué dejar pues que experiencias del pasado me quiten el gusto de lo que hago en el presente? Si me siento bien conmigo mismo, si me siento capacitado, si creo que mi forma de vivir, trabajar o relacionarme llega a una, dos o un montón de personas, ¿por qué no vivir lo que hago, el paso que doy, el camino en el que me encuentro, y las sensaciones que tengo en vez de viajar al mundo del pasado que me frena, limita e incluso me puede llegar a infravalorar como persona?

Los objetivos que nos marcamos en la vida es porque nos convencen a nosotros y nos hacen sentirnos bien como personas y realizados como tal. Son objetivos que nos permiten potenciar mucho más aquellas fortalezas que tenemos, las cualidades que habitan de forma natural dentro de nosotros y los valores que dan sentido a nuestra vida.

Centrarnos en los objetivos que nos marcamos, poner la mente y los sentidos en ellos, apreciar lo que nos aportan en cada paso que damos, sentir y vivir el crecimiento personal a medida que caminamos son parte de los beneficios que nos reporta el ponernos en marcha. La felicidad no está tanto en la consecución de los objetivos en sí, sino más bien en todo el proceso, en el viaje, en los pasos que hay que dar hasta ver los frutos. Pero los frutos, como bien la palabra lo dice, son los frutos. La alegría y la autorealización están en el proceso, en el camino, en cada paso.

Si me gusta cantar, ¿por qué no hacerlo? Si me gusta la contabilidad, ¿por qué no disfrutar de ello? Lo más claro lo vemos en los niños, disfrutan con la arena, con el agua, con cualquier cosa, ajenos a su mundo exterior. Simplemente aprenden a ser siendo.

18/5/10

Entre el deseo y la voluntad



En la toma de decisiones hay una gran distancia entre el deseo y la voluntad de querer hacer algo. Es algo que podemos ver en cada uno de nosotros cuando queremos dejar una situación que no nos hace sentir a gusto y la realidad de dar un primer paso al respecto: dejar de fumar, hacer el deporte necesario para mantener una calidad de vida, asumir las responsabilidades diarias que nos permitan ser más eficientes en nuestro trabajo, en nuestras relaciones interpersonales o incluso en nuestras relaciones con nosotros mismos.

Muchos de nosotros deseamos vivir la vida y no tener que ganarnos la vida cada dia. La diferencia estriba de forma radical cuando vemos la vida como un proceso en el que tenemos que vivir de forma stresante todo aquello que queremos alcanzar y en la que la vida aparece como una carga que tenemos que llevar dia a día. A veces hemos vivido con la idea, el sentimiento y la creencia de que tenemos que cargar con la cruz de cada día, pasearnos por un valle de lágrimas o vivir de forma resignada aquello que nos toca vivir.

Mirar al frente, a lo que queremos, desearlo profundamente y verlo como algo inalcanzable o como algo que podremos conseguir dentro de muchos años tal vez sea una forma de masoquismo con la que nos tratamos frecuentemente. El deseo tiene que ir acompañado, necesariamente, de un paso, de otro y de muchos otros más. Si no hay pasos, por pequeños que sean, todo se transforma en un quimera, en una ilusión, en algo que no merece la pena.

El peso de las emociones frente a lo racional puede ser tan grande que éstas pueden ser un freno o un acicate, pueden ser una puerta abierta o cerrada para un cambio, un proceso. Es por ello que "querer" es fundamental, porque cuando se quiere se ponen los medios y se dejan a un lado las emociones que impiden dar el paso.

Las emociones son importantes, pero los objetivos, el proyecto de vida, las resoluciones que uno quiere y tiene que tomar, lo son más. Es por ello que la emociones deben encuadrarse dentro de lo que uno quiere en la vida, para que ellas sean aliadas y no frenos que obtaculizan el proceso, pero ¡¡¡que dificil es separar una cosa de otra!!! ¿Cómo hacerlo? Utilizando honestamente las dos herramientas más importantes que tenemos: Razón y emociones y concediéndole a cada una de ellas la responsabilidad que tienen en nuestra vida: autocontrol.

17/5/10

El freno de los miedos




Nunca tengas miedo a nada,
Nunca te dejes llevar por los engaños
y la tentación de los sufrimientos
Tu vida está en tu interior,
Lo que des de ti
Se transformará en tu riqueza.

Carlos Mesi.

Escuchaba anoche esta frase junto con una pregunta: Si no tuvieras miedo, ¿qué harías en estos momentos?
La verdad es que la vida se puede transformar en una auténtica riqueza si dejaramos a un lado los miedos. Pensar que gran parte de los miedos son totalmente imaginarios da escalofrios. Saber que, una vez que hemos vencido los miedos, hemos llegado a sonreir plenamente nos deja con un sabor agridulce de haber perdido momentos e instantes de la vida sumergidos en preocupaciones y angustias que no tenían gran sentido, ya que eran meras imaginaciones, presunciones o prejuicios que teniamos metidos en la cabeza.

De ahí surge la gran pregunta o el gran dilema de la vida: ¿debemos preocuparnos o tan solo ocuparnos de todo aquello que nos rodea? Preocuparnos nos resta bastantes fuerzas, tiempo y dedicación a lo que realmente tenemos que dedicar nuestra vida y existencia. Ocuparnos, por el contrario, nos sumerge en un mundo de responsabilidad en el que cogemos al toro por los cuernos, en el que somos productivos y proactivos, en el que tenemos una actitud positiva y constructiva, en el que aportamos soluciones o caminos nuevos a nuestros cometidos.

La preocupación, mientras tanto, nos frena, nos impide la capacidad de pensar de forma amplia, tranquila, libre y objetiva. Nos impide, también dar pasos ya que nos mantiene a la defensiva y lo único que hace es impedir que nuestra vida sea vulnerada. La vida se estanca ahí, se defiende como gato panza arriba y somos conscientes de que gira siempre en torno al mismo punto a la misma preocupación, al mismo tema. La vida se convierte en un monologo con el riesgo de paralizar todo nuestro sistema.

No hay nada como la sonrisa y la alegría que surgen de un trabajo bien hecho, finalizado, culminado. El sentimiento de realización es grande  y amplio. La felicidad es inmensa.

Como bien decía alguien: "La vivida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir". Y los miedos nos impiden vivir, son un freno que nos echamos a nosotros mismos impidiéndonos desarrollar nuestra vida con total normalidad.

¿Qué haría si no tuviera miedo?

14/5/10

Fracasar es sumamente sano.


Acabó de escuchar en la radio algo que hemos escuchado durante muchas veces, pero que pocas somos capaces de entender.

De las grandes crisis surgen grandes cambios y satisfacciones. Muchos somos los que no las queremos, creo que la gran mayoría. Estamos cómodos en el seno materno, lloramos nada más salir y creemos que la vida es una lucha continúa.

Los que buscan la crisis, la confrontación, el cambio, la incertidumbre pueden tener un talante mucho más grande en cuanto a libertad, desapegos y capacidad de adaptación se refieren.

No queremos cambios, crisis, pérdidas de comodidades y seguridades, pero cuando vienen, las tenemos que sufrir y nos adaptamos a lo que hay, vemos con toda claridad como se despiertan en nosotros cualidades adormecidas o fuera de uso que ahora se convierten en nuevos aliados y compañeros de viaje.

¿lo más curioso? Que de las grandes crisis vienen grandes reformas, grandes decisiones, grandes retos y grandes respuestas. No deja de ser curioso que nos cuesta movernos incluso hacia lo que nos viene bien o nos resulta positivo.

Crisis es igual a adaptación, y quien se adapta no tiene otra que desarrollar nuevas cualidades para seguir viviendo. En el cambio se acrisola, se purifíca y se perfecciona el ser humano.

13/5/10

Miedos encubiertos


Siempre me ha llamado la atención una lectura de la Biblia y que después se ha llevado al mundo de la música a través de varios autores, uno de ellos Jose Luis Perales: El amor.

Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los angeles, si no tengo amor no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden.



Ya podría tener el dón de predicación y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener una fé como para mover montañas, si no tengo amor no soy nada.


Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo, si no tengo amor de nada me sirve......
Hay cantidad de actitudes que son respuesta a los diferentes tipos de miedos que podemos tener en la vida y no es lo mismo vivir el amor, la entrega y la vida misma por amor, de forma natural y desinteresada que vivirla como una respuesta a los miedos que uno puede tener, por lo que uno puede estar viviendo exactamente igual a otro una serie de actitudes y los sentimientos con la que los vive pueden ser diametralmente diferentes.

Imaginate por un momento que soy una persona que tengo miedo al rechazo. Como respuesta al no querer sentirme rechazado lo que hago es mantener una actitud de servicio y de ayuda, de ésta manera me granjeo el favor y el reconocimiento de los demás, ¿verdad? Y puede que ese reconocimiento llegue a producirse y me haga sentir bien relativamente pero, ¿cuál es mi preocupación real? ¿hacia donde apunto? ¿qué es lo que persigo? Reconocimiento, aceptación y sentirme integrado dentro de una relación de personas.

Por otro lado si ese miedo no existiera y tuviera una actitud de servicio totalmente desinteresada, ¿hacia donde apuntaría? Fíjate que sería un amor natural, desinteresado y libre que me permitiría vivirlo de una manera mucho más plena y sobre todo dejarme enriquecer no sólo de lo que hago, sino también de las personas a las que estoy sirviendo. Es un amar y dejarse amar desde la auténticidad y no desde lo que lo otros quieren ver y oír de uno. Es dar de lo que realmente uno es y de lo qe uno lleva dentro de si. Es auténticidad.

Felicidad y Mente

Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana
es una disposición de la mente
y no una condición de las circunstancias.

John Locke

12/5/10

Venciendo los miedos



El otro dia me preguntaba mi hija si tenía miedos. Cuando le dije que "sí, como todo el mundo", se quedó sorprendida. Y le dije que el miedo es algo natural que vive en nosotros y que nos permite protegernos de posibles peligros. Ella me miraba sorpendida porque no se creía que su padre tuviera miedos. Al ver su cara de asombro le dije que todos tenemos miedos: a la muerte, al sufrimiento, al fracaso, a la soledad, al abandono, etc. Estos miedos son normales, le dije, pero no nos impiden seguir viviendo con alegría, ni por ello dejamos de hacer las cosas, le dije.

Cuando uno tiene miedo, como por ejemplo muchos niños, que le tienen miedo a la oscuridad, a los fantasmas o a ruidos que hay dentro de la casa, esos miedos les impiden dormir con tranquilidad, subir a la parte de arriba de la casa o estar sólos en un sitio. Son miedos a cosas que no existen, son miedos a cosas que existen sólo en nuestras mentes, le comenté, y qué podemos vencerlos fácilmente porque subimos arriba y podemos comprobar que no hay nadie, andamos a oscuras y también podemos comprobar que hasta puede ser un juego muy bonito. Los miedos que existen en nosotros, en nuestra mente, muchas veces nos los inventamos y vivimos atemorizados ante lo que no existe y posiblemente no exista nunca.

En cambio hay otros miedos que sí pueden estar ahí y que se pueden dar y que pueden hacer daño. Esos miedos son buenos tenerlos porque te ayudan a protegerte. Por ejemplo: ¿Tienes miedo a que te atropelle un coche?, le pregunté.

"Sí", me respondió.

¿Y que haces entonces?, volví a preguntar.

"Pues mirar a los lados", me dijo ella.

¿Ves para que sirven los miedos?, le comenté, para protegernos de todo aquello que nos puede hacer daño. Lo importante, le dije, es que los miedos no nos impidan hacer las cosas que tenemos que hacer. ¿te imaginas que por miedo no cruzemos la calle, no cojamos el coche o no salgamos de casa?

Es verdad, papá. Es como yo cuando tengo miedo y no quiero estar sóla o subir arriba, añadió ella.

Los miedos son importantes, nos ayudan a conocer mejor lo que pasa, a prepararnos y a ser más fuertes. Lo importante es saber a que le tiene miedo uno y como puede superarlo. 

Aceptación de la realidad

En la aceptación de la realidad
está el cambio.

Rojas Marcos

Buenas acciones

Una de las ventajas de las buenas acciones
es la de elevar el alma
y disponerla a hacer otras mejores.

Jean-Jackes Rousseau

Rencor y Venganza

Nunca nos sentiremos bien
por haber practicado el mal.
Nuca el rencor y la venganza
proporcionan contento.

Jerónimo Luis Cabrera

Análisis y Felicidad

Si quieres se feliz, como me dices,
no analices, mucho,
no analices.

Joaquín María Bartrina

Día a día

Si no te ha sorprendido nada extraño durante el día,
es que no ha habido día.

John Archibald Wheeler

Familia Feliz

Una familia feliz no es sino
un paraíso anticipado.

John Browning

11/5/10

¿Somos lo que pensamos?

Participaba ayer en una reunión de trabajo en uno de los sectores más castigados por la crisis, el sector inmobiliario. Una de las cuestiones que ahí se planteaban era que uno, en estos momentos, SI podía vender. "Todo es cuestión de la predisposición mental que uno tenga", decía una de las participantes.

Parece curioso, pero la realidad está ahí y la mente tiene un poder excepcional a la hora de enfrentar las diferentes situaciones que se nos ponen delante. No es lo mismo dar un partido por perdido que ver posibilidades de ganarlo sin cuando el resultado es total y claramente adverso. Hemos visto como en cuestión de minutos un gol puede meter a uno nuevamente en el partido, motivarle nuevamente o ver alternativas diferentes.

Todo es cuestión de predisposición mental. De ahí viene una apertura de la mente que nos lleva a explorar nuevos caminos, reinventar los que se han quedado obsoletos o intentar lo que no se ha intentado.

Mente positiva, apertura a lo ya existente, a lo nuevo o a lo dejado de lado en un momento de la vida. Todo es posible siempre y cuando yo quiera creermelo, siendo lógicamente realista.

Como dice el dicho, "querer es poder" pero ¿queremos o tan sólo deseamos? Una gran diferencia que en otro momento hablaré de ello.

10/5/10

Proyecto de Vida

Puede parecer algo serio, pero seria es la vida. Puede que cueste trabajo ponerse a pensar, a concretar, a escribir y, sobre todo, a fijar tiempos y plazos, pero la vida es eso, dar pasos concretos, pensados, reflexionados, marcándose tiempos para que no todo quede en el cajón de los olvidos.

Por lo general hacemos proyectos para iniciar e invertir en negocios, aunque siempre hay quien va por libre y a lo loco sin medir sus posibilidades. Un término muy utilizado es el de viabilidad del proyecto, dónde uno analiza las posibilidades realidades de éxito o fracaso. Proyecto y Viabilidad son importantes en si, pero requieren su elaboración minuciosa para que dicho proyecto se haga realidad.

Para el éxito en la vida también es necesario elaborar un proyecto, una ruta, una línea a seguir. El éxito no sólo se da en el ámbito de los negocios, sino en el personal, en el crecimiento de uno mismo, en el desarrollo social y familiar, en el crecimiento físico, personal, espiritual, y el de todos los ámbitos de nuestra vida.

Hay una cosa, una duda que se queda flotando en mí mente. ¿por qué nos cuesta tanto elaborar un proyecto? ¿tal vez no queremos sentirnos presos de el? ¿quizás sea que preferimos no pensar y concretar? ¿será que conocer los pormenores, los riesgos y los beneficios nos hacen dudar de más?

7/5/10

La escucha y sus prejuicios o creencias



Erase una vez una población que había sufrido una gran inundación. Uno de sus habitantes estaba en el techo esperando salvarse de la crecida del agua. Como el agua subía no tuvo más remedio que subir hasta la parte alta de su casa: la terraza. Pasaron por allí miembros de la Cruz Roja que le invitaron a subirse a una lancha de rescate, pero el hombre con una fe increíble en Dios desistió porque tenía la seguridad de que Dios le salvaría.

El tiempo no paraba y las guas seguían creciendo cuando pasó Protección Civil con otra lancha que le invitó nuevamente a subirse, pero una vez más la fe profunda y arraigada que éste hombre tenía en Dios hizo que desistiera ante tan amable invitación.

Ya por último pasaron fuerzas del ejército que ante la inminente catástrofe que se le venía al hombre encima le urgió una y otra vez que subiera a su lancha, a lo que el hombre una vez más hizo alarde de fe, de confianza y de optimismo. Desistió una vez más y poco después las aguas se lo tragaron. Una vez en el cielo le echó en cara a Dios el no haberle ayudado a lo que Dios son una mirada llena de cariño le dijo: “pero si te envié tres lanchas y las tres las rechazaste”.




Nuestra vida puede estar llena de anécdotas en las que se pone en entredicho nuestra capacidad de escucha. Nuestras creencias, miedos, seguridades o inseguridades, nuestros valores, nuestros sentimientos más nobles o incluso los más vulnerables, aquellos en los que nos sentimos fuertes o aquellos en los que nos sentimos heridos…. Situaciones personales y de la vida que pueden servir de obstáculo, de paño, de pared o de velo para escuchar los diferentes mensajes de las personas, de la vida, de la naturaleza, de las circunstancias.



No hay nada como la libertad para poder sentir lo que uno es y para pode apreciar la vida y los demás tal y como son, indiferentemente de todo tipo de creencias , sentimientos o valores que se puedan mover dentro de uno mismo. Todo es cuestión de saber escuchar y apreciar todo lo que la vida trae dentro de nosotros o de la vida en sí.

6/5/10

El agua y la vida del hombre


Siempre me ha llamado la atención el agua y la profunda relación que puede tener con la vida del ser humano en cuanto a la actitud frente a la vida y a la toma de decisiones.

Recuerdo que cuando vivia en Mexico habían cambiado el curso del rio y que cuando llegaron las lluvias de nada sirvió la mano del hombre porque el agua buscó su curso natural. El volumen y la fuerza del agua hicieron añicos las construcciones de la mano del hombre. Años después y año tras otro ves como ocurre lo mismo en cualquier parte del mundo.

El agua busca salida a toda la energía que tiene. Podemos detenerlas en presas, pero cuando llueve y llueve hay que soltar agua en cantidades considerables, los cauces se hacen pequeños. Hay momentos en los que los rios se desbordan, hacen nuevos cauces, destruyen unas zonas y curiosamente dan vida a otras.

¿Por qué lo relaciono con nuestra vida? Porque muchas veces tenemos mucho caudal dentro de nosotros, positivo o negativo, pero caudal que a veces retenemos y que se resiste a estar dentro de nosotros como si de una laguna o pantano se tratara. Hay momentos en los que toda la vida que hay dentro de nosotros quiere tomar una forma diferente y se desborda a través de las diferentes emociones. Tal vez nuestra misión sea la de intentar dejar salir las emociones de forma equilibrada como si de un embalsae se tratara, pero a veces la vida nos desborda y nos invita a abrir nuevos cauces, a bordear nuevas rutas, a volver a los orígenes o explorar, como he dicho, nuevos cauces.

El agua estancada tal vez sea buena y bonita para ciertos momentos de la vida, pero para otras no. La vida es movimiento y búsqueda.

5/5/10

Algo diferente



Somos animales de costumbres. Desde pequeños nos acostumbran a ello, a un horario, a unas normas, a unos hábitos, etc. el día que nos salimos de ahí podemos encontrarnos perdidos y sin saber lo que hacer, me lo comentaba el otro día Sonia, que cuando acababa su jornada laboral y, sobre todo en fines de semana, se encontraba sola, perdida y sin saber en qué utilizar el tiempo. Pero también suele ocurrirnos a todos nosotros que acostumbrados a hacer siempre lo mismo intentamos abordar los problemas de todos los días desde las mismas perspectivas de siempre.



¿Qué pasaría si cada día intentáramos incorporar algo nuevo, diferente y distinto en nuestro quehacer diario? ¿Qué ocurriría si en nuestras relaciones o contactos cada día pusiéramos un granito de arena nuevo y diferente? ¿Qué acontecería si tuviéramos una o dos originalidades nuevas cada día en nuestra forma de tratarnos a nosotros mismos y a los demás? En definitiva, se trata de saber que ocurriría en nuestras vidas si cada día inventáramos una manera nueva, original y sencilla de afrontar nuestras propia vida, nuestro propio trabajo y el de los demás.



No hay que complicarse la vida, simplemente es intentar vivir las cosas de una manera diferente para poder sacar algo diferente de las situaciones, para enriquecerse de éstas, para aprender algo nuevo de la vida, de las personas, para poder crecer día a día en algo tan sencillo como es el vivir. Y fíjate que hablo de cosas tan sencillas como puede ser la manera de saludar, la forma de levantarse en la mañana, la forma de pedir el pan, de pagar en la caja, de cambiar una ruta determinada, etc. Son pequeñas cosillas que son como pequeñas gotas de agua en un océano, como diría Teresa de Calcuta, pero que sin ellas no habría océano. Son pequeños segundos, que hacen minutos y que sumados hacen horas. Son pequeños gestos que sumados hacen actitudes con la cual podremos llegar a afrontar la realidad por inesperada que ésta pueda ser y nos encuentra con la capacidad de poder responder de forma creativa, original, positiva y abierta.


 
Además de dejar la monotonía a un lado hay algo mucho más positivo, nuestra vida se vuelve rica, creativa, diferente hasta el punto que abordamos a las personas, al trabajo y a cada cosa que tengamos que hacer de una manera diferente. Es parte de nuestra individualidad, de nuestra originalidad, de nuestro ser únicos.

4/5/10

Confianza en uno mismo: ¿Proceso o resultado?



Ayer escuchaba a Rosa hablar de su clamoroso éxito en una representación que había hecho. Todo eran elogios para ella y una de las cosas que dijo me llamó la atención: “Éste éxito me das más confianza en mí misma, hay que llegar a él para poder experimentar ésta confianza”. La verdad es que me quedé pensando y creo que tiene algo de razón, aunque hay algo que no llego a compartir del todo.

¿Llega la confianza en uno mismo porque has obtenido éxito o el éxito llega porque es fruto de una confianza que has depositado en un proyecto y en ti mismo?

Es cierto que él éxito ayuda a fortalecer la confianza en uno mismo pero, ¿podríamos llegar a éste sin la confianza? A mí se me antoja que no. Puede darse que la confianza esté disfrazada o que pueda estar rodeada de dudas, pero la confianza está ahí. Desde el momento en el que das el paso, desde el momento en que caminas hacia un objetivo hay algo que dejas atrás y algo en lo que te adentras, y todo ello requiere dosis pequeñas o grandes de confianza en uno mismo y en lo que quiere conseguir.

 
Un ejemplo de ello puede ser una conversación de ayer en la tarde en la que alguien en sus cuarenta años largos decía que no sabía nadar y que difícilmente aprendería. Si tienes un mínimo de confianza en ti mismo y un mínimo de voluntad, lo intentas. Sabes que podrás conseguirlo hoy o dentro de un año, que podrás nadar solo o con ayuda de un flotador, de unos manguitos o de una burbuja. Inicias un proceso, un proceso que te llevará a un primer paso, meterte en el agua. Esto ya es un éxito ya que de no meterte en el agua sería un fracaso porque no confiarías ni en ti mismo, ni en lo que saber nadar reportaría a tu vida, ni en las minimas remotas posiblidades: cerrazón y falta de confianza total.

El segundo paso sería centrarse en algo tan bonito, tan agradable y tan relajante como es el nadar o el flotar en el agua. “Dejas” por un lado el miedo y la ansiedad que dan lugar a un sentimiento de peligro, para hacerte amigo que una sensación de relax, bienestar y, ¿por qué no?, amistad de con el agua, para jugar con ella, chapotear con ella, descansar en ella y comenzar a flotar en ella.
La confianza se da cuando comienzas a conocerte a ti mismo, cuando comienzas a aceptarte, cuando comienzas a conocer a lo que te enfrentas, cuando comienzas a tocar lo que temes, cuando comienzas a controlar la situación y cuando finalmente la dominas. Serían los niveles que Bateson diría para alcanzar la competencia inconsciente que genera una confianza absoluta en nosotros mismos:



Incompetencia Inconsciente: No sabemos que no sabemos nadar.

Incompetencia consciente: Sabemos que no sabemos nadar.

Competencia consciente: Sabemos que estamos aprendiendo a nadar y que damos pasos.

Competencia inconsciente: Ni nos damos cuenta de cómo nadamos. Lo hacemos de forma inconsciente.



El éxito no sólo refuerza nuestra confianza en nosotros mismos, sino que es fruto de esa confianza en nosotros mismos.

3/5/10

Información es poder



Me encontré con Lucy. Hacía tiempo que no la veía y la verdad es que después de tanto tiempo siento que la vidas de las personas son enriquecedoras. Le pregunté que tal le iba y me contestó que estaba muy contenta sobre todo desde que aceptó un gran reto en us trabajo. Le pregunté, soy curioso por naturaleza, sobre el gran reto en el que se había metido y me comentó:

Tu sabes, Fernando, el miedo que yo tenía a viajar sola, a enfrentarme al ingles, y a asumir grandes retos en mi vida.

Recuerdo que era una muchacha bastante temerosa,, tímida e insegura. Sus palabra me tenían en la duda sobre el tipo de reto que podía haber asumido. No tardé en preguntarle: Pues dime, ¿de que reto se ha tratado?

Un día, comentó ella, me llamaron al depacho del jefe y me propusieron el formar parte de un equipo a nivel internacional. La misión sería viajar, hacer exposiciones de los proyectos en inglés en los diferentes equipos internacionales y lo de viajar....., sería sola.

Ummmm, le dije. Suena interesante. Y por lo que veo aceptastes la propuesta.

Pues sí, dijo ella. A medida de que me iban comentando el proyecto me entraba el miedo y la inseguridad. Pero en medio del miedo había algo más: No puedo dejar pasar esta oportunidad. No se como lo haré, no se como me enfrentaré al Inglés, a los viajes sola y sobre tgodo tener que hacer exposiciones ante directores generales de otros paises. Pero era incapaz de decir que no. Por una parte estaba el decir que no a una empresa que confiaba en mi, el decir que no a un proyecto y pensé que podría repercutir negativamente en mí. Pero por otra parte era una oportunidad. Simplemente dije que sí y ya vería como saldría todo.

¿Y qué pasó luego?, le pregunté.

Bueno, pues en cuanto a las presentaciones no hubo problema. Me preparé concienzudamente. Hable con compañeros que me echaron una mano. Mi novio tambiém. La primera presentación fue en mi misma oficina y ante mi director general. Me temblaban las piernas. Lo hice. Les gustó. Me felicitaron y eso hizo crecer mi la autoconfianza, mi seguridad y mi visión de que podía hacerlo. El primer y exitoso ensayo me dio alas.

¿Y lo de los viajes?, le pregunté. Tu jamás has viajado sola y además, según recuerdo, te daba pánico hacerlo.

Pues fijate que sí, pero me preparé. Econtré una manera de hacerlo que me ayudó de verdad. Comencé a informarme de mi primer viaje, del hotel en el que iba a estar, de la situación dentro de la ciudad, de las comidas, de los cuidados, de lo que podía conocer, de lo que podía comprar y de lo que podía visitar. Conocer a donde iba me ayudo a visualizarlo, valorarlo y ver mis posibilidades dentro de ese contexto. Recuerdo que fui sola y que pedí un dia más para quedarme y conocer el lugar. Me dijeron que si. Fue increible. Fue tan positivo que para cada viaje hago lo mismo. Es enriquecedor. Me di cuenta de algo importante: Conocer es poder. Cuando conoces a las personas, cuando conoces las situaciones tienes un poder increible. Te enriqueces de ellas, sabes lo que pueden aportar a tus vidas y como puedes incluso controlar las situaciones. La información es poder, me dije.

A partir de ahí lo he aplicado al trabajo, a las personas, a las situaciones y me va genial. Ahora tengo otros proyectos a nivel personal en los que quiero mejorar y utilizo esta misma técnica, me comentó.

Y ahí la dejé, con su sonrisa de lado a lado y sus ojos llenos de vida, de entusiasmo y de energía. Nos dimos un beso, pero yo me fui rumiando la idea fundamental: la información es poder, cuantos más conoces más te enriqueces y cuanto más conoces más puedes controlar y controlarte.