10/3/10

Persevderancia


La tenacidad
es la antesala
de la superación y el éxito

Guillemero Ballenato

Firmeza, obstinación y constancia a la hora de conseguir un objetivo. Esa es una de las claves a la hora de poder alcanzar las metas personales que nos proponemos en la vida. Y no es fácil ser tenaz ya que nos encontramos con obstáculos constantemente en la vida: El no gustar las iniciativas que presentamos, en encontrar impedimentos legales, burocráticos o de equipo, el no poseer en un momento determinado las cualidades necesarias para ello, el no disponer de los recursos necesarios a nuestro alcance y un sin fin de cosas más.

El refrán lo dice: El que la sigue, lo consige. Es precisamente la actitud firme y tenaz, decidida y consecuente la que nos permite conseguir las cosas. Unas veces cerrando los ojos y los sentidos a todos aquellos que intentan desilusionarnos, otras veces tomándonos las dificultades como retos para aprender abrir otras puertas y otras valorando todo aquello que se nos aporta desde fuera.

Pero es uno mismo el que tiene que ser tenaz, consecuente, decidido y valiente. Nadie lo va a hacer por mí, soy yo el que tiene que dar el paso, el que levantarse, el que abrir nuevas posibilidades, el que invente la manera de poder llevar a cabo los sueños. Soy yo, y no otro; solamente yo. Es cierto que alguien me puede ayudar, pero nadie va a andar por mí el camino.

Es, en ésta actitud constante, donde la vida cobra sentido, riqueza, calidad. Alguien dijo que, "cuando se acaba la casa entra la muerte por la ventana". Y es verdad, cuando te rindes, cuando abandonas, cuando desistes, cuando dejas de tener nuevos sueñosvamos, que cuando no eres tenaz y perseverante, llegamos a convertirnos en el camarón que se duerme y se lo lleva la corriente.

Detrás de la tenazidad hay un valor muy importante: la motivación, lo importante que es para mí, lo que representa y lo que aporta lo que quiero conseguir. ¿Sabes quienes nos muestran su tenacidad por naturaleza? Los niños.

¿Lo eres? ¿Lo soy?
¿Cuando lo somos? ¿Cuando no?
¿Cómo me muestro cuando lo soy?

Escucha este lindo poema de Mario Benedetti: