13/7/10

Saber vivir las circunstancias.



Hay situaciones que se le escapan al control de uno y en las que nada puedes hacer para cambiar las circunstancias. Situaciones de este tipo tales como accidentes aéreos, muertes de familiares, situaciones laborales adversas o comportamientos de personas que libre o inconscientemente te hieren son circunstancias que no dependen de ti y que, por ello, no puedes controlar.

Pero lo que si puedo controlar o, al menos, elegir es la manera en cómo voy o quiero reaccionar ante tales circunstancias, la forma en cómo debo, tengo o quiero vivirlas. Su hay situaciones que no puedo cambiar, ¿por qué no vivirlas de la forma más positiva y constructiva posible?

Es la propia decisión de uno mismo y el significado, la creencia y el sentido que se le quiera poner a la situación. Es nuestro sentido de adaptación, flexibilidad y supervivencia los que tienen que entrar en juego y poner a nuestro alcance las herramientas para poder vivir estos momentos y aprovechar las nuevas oportunidades que cada situación trae a pesar de su dolor.

Todo es cuestión de ir dándole un sentido positivo a la vida y, sobre todo, a la nuestra.