9/8/10

Primero lo Primero



Siempre me han fascinado las personas que han tenido las ideas claras, que han sabido decir "no" cuando las propuestas que le realizaban no entraban en ese momento determinado dentro de sus objetivos y emprendían el camino directo hacia lo que pretendían.

¿Qué sentimientos suscitan este tipo de personas? Además de ideas claras suscitan capacidad de control sobre sus propia vidas, sobre sus valores, sobre sus prioridades y una gran libertad de saber elegir lo que aporta algo importante en la consecución de sus propios objetivos.

En un mundo tan variopinto, en el que constantemente podemos encontrarnos cantidad de estímulos que pueden satisfacer las muchas necesidades que podemos tener, y en un mundo en el que el placer de lo instantáneo prevalece sobre todo, es digno de admirar que la vida es como una gran carrera de fondo donde lo importante es llegar y saborear aquello que has buscado y no quedarte a medio camino por querer, simplemente, aprovechar absolutamente todo lo que aparecía al paso.

Vivir el instante es importante, pero sin olvidar que cada instante el un escalón más que nos conduce a lo que realmente queremos. ¿Están nuestros instantes en función de nuestras metas?

Genios



Dicen que los genios tienen tres características en común: Un fin en la mente, capacidad de dejarse sorprender por la misma vida y concentración en lo que hacen.

No todos tienen o tenemos un fin en la mente. Comodidad, miedo al fracaso, falta de responsabilidad ante la misma vida, aletargamiento e incluso miedo a asumir las nuevas responsabilidades, junto con el miedo al rechazo. Pero frente a esto tenemos el valor de todo aquello que aportará algo grande a nuestra vida. ¿Te imaginas la vida sin cada uno de los avances que se han promovido a través de cada uno de los planes que previamente se han fijado en la mente?

Cuando uno se abre a lo nuevo, a lo diferente y a lo distinto con el afán de conocer, de aprender o de disfrutar, cuando uno es flexible y deja los viejos dogmas para adaptarse a la vida, no sólo aprende, sino que se adapta y evoluciona como persona y especie.

Y, cuando uno se siente enriquecido, la concentración es máxima, el tiempo parece no pasar y hasta uno se ve inmerso en un proceso tal, que parece que nada existe a su alrededor.

Podemos ser genios, ¿no?