17/9/10

Una razón en la vida



Guacimara me ha dejado un comentario en la reflexión de ayer, y a través de ese comentario quiero añadir algo que considero continuación de lo expuesto ayer, de lo expresado por Guacimara y de lo que es el ritmo de la vida.

Hay un dicho que dice que los demás no nos dan de comer, por lo cual relativo caso hay que hacerles. Y en realidad es verdad. Somos independientes, por un lado, e interdependientes por el otro. Pero esta interdependencia se basa en la independencia, en la libertad, en la autonomía de cada uno. Vivir a expensas de lo que otros piensen, opinen, digan, acepten o dejen de aceptar es una bomba de relojería. La felicidad, el éxito y la vida son la consecuencia de cada uno de los pasos que demos nosotros y no los otros. Yo, y solamente yo, soy responsable de lo que hago, de lo que siento, de lo que decido ser en la vida.

¿Donde encontrar el equilibrio? Es fácil y difícil a la vez. Fácil porque es la respuesta a una sola pregunta, difícil porque a veces nos cuesta encontrar la respuesta concreta: ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Por qué o para qué estoy aquí? ¿Cuál es el motivo de mi vida?

Cuando hay un motivo, un sentido y una razón para vivir tenemos un objetivo, y cuando hay un objetivo, y éste es claro, alrededor de éste hay una serie de valores, de principios con los que tienen que alinearse todas las decisiones que tomemos. 

Sentido de la vida + Principios o Valores + Objetivos = Toma de decisiones correctas. Sólo nosotros somos responsables de lo que tenemos en la vida. Somos nosotros los que decidimos la dirección de nuestras vidas y, consecuentemente, los resultados que queremos tener. En base a los resultados tendremos la satisfacción o ono de lo que estamos haciendo.