8/11/10

Un pasito para atrás

Cuando uno se ve sumergido en el estrés del trabajo es fácil dejarse llevar por el ritmo frenético de la vida y verse sumergido en situaciones que no es capaz de controlar. Los fallos pueden hacer su aparición uno tras otro. Al menos es lo que me dejaban ver hoy en una reunión de trabajo con una plantilla de trabajadores.

Lo mismo puede suceder cuando uno se deja llevar por las emociones y sentimientos incontrolados cuando existen los malos entendidos. Lo que mal empieza mucho peor puede acabar, como me comentaba hoy también una persona con fuertes problemas en una situación personal que está viviendo. Y comentaba que controlando el tono de voz y manteniéndose como si fuera una tercera persona era capaz de hacer que la otra persona pudiera llegar a controlarse y recapacitar.

Un pasito para atrás en el trabajo, un pasito para atrás en las discusiones, un pasito para atrás para tomarse un respiro, para distanciarse de las situaciones y poder verlas con mayor objetividad y riqueza, algo así como si tuviéramos que apreciar una obra de arte, una gran pintura. Alejarse nos ayuda a ver con más claridad y objetividad, por lo que un pasito hacia atrás se puede convertir en un gran avance y un gran dominio de situaciones que a veces se nos pueden escapar de las manos.

Sinceridad

Nunca hay que pactar con el error, 
aun cuando aparezca sostenido 
por textos sagrados.

Mahatma Gandhi 

Esta frase de Gandhi es un buen comienzo para la semana. Pactar con aquello que no queremos no solo nos hace vivir en la incongruencia sino que nos hace sentir insatisfechos. Pactar con la mentira y sobre todo hacer que nos la creamos a nosotros mismos no solamente es señal de cobardía y de inmadurez sino que es el pasaporte hacia la profunda desilusión, frustración e infelicidad.

Los éxitos de la vida tienen que venir de la mano tanto de la parte visible nuestra como de nuestro interior. De nada nos sirve comernos el mundo si por dentro estamos amargados e insatisfechos con nosotros mismos. La congruencia es la señal del equilibrio que tiene que darse en cada uno de nosotros.

Lo mas bello y noble que podemos sentir en la vida es la sonrisa sincera hacia nosotros mismos donde apreciamos, valoramos y vivimos lo que realmente somos. Una vida en la que no tememos a quedarnos al desnudo, porque esa desnudez revela todos nuestros valores, fortalezas, cualidades y sentido de nuestro vivir.