30/12/10

Ayudar a desarrollarse



Nunca resuelva un problema por la persona; 
resuélvalo con esa persona. 
Lleve a ese individuo 
a través de la secuencia 
que ya se ha dado para reconocer un problema.

John Maxwell

Decía Don Helder Cámara, obispo considerado comunista de Brasil, que a un pobre no le des pesacado, sino una caña para pescar. En un poema de Bertold Bretch que hoy pongo en el blogg de Presentaciones para pensar, la mejor manera de crecer es que nos rompan todos los puntos de apoyo que tenemos en la vida. Muchas veces caemos en actitudes paternalistas de sobreproteger a las personas que queremos, de dejarles las cosas hechas y de, por encima, sentirnos satisfechos de haber hecho una gran labor. La gran labor de la vida es hacer posible que cada uno se valga por sí mismo.

A veces mi hija me pone nervioso porque quiere hacer las cosas por si misma. Yo lo hago antes que ella, me digo a mi mismo, pero comprendo que hay que pasar por esas etapas de desesperación en las que las personas no llevan el mismo ritmo que uno. Lo vemos facilmente en la carretera cuando nos encontramos con alguien que apenas ha sacado el carnet de conducir. Va lento y puede llegar a desesperar a los demás.

Pero la vida nos hace regocijar y sentirnos mucho más plenos y satisfechos cuando hemos logrado que los demás dependan de si mismos, que crezcan a su ritmo y sean capaces de llevar a cabo sus planes, sus objetivos y sus ilusiones. Sentarnos como espectadores y ver como van dando cada paso puede ser una auténtica película del séptimo arte: ver el desarrollo y crecimiento, paso a paso de las personas que nos acompañan en el trabajo, en la familia, en nuestra comunidad.

Hay quien después de ¿ayudar? y resolverle los problemas a otro puede sentirse satisfecho y pleno por haber hecho una gran obra de amor o de caridad. Pero cuando desapareces tu, su situación persiste, el problema no ha desaparecido. Tal vez el ayudar a los demás tiene que ver más con la visión de los padres que ven a sus hijos volar del nido familiar e independizarse para navegar por la vida por si mismos. Los padres siempre estarán ahí, al quite, por cualquier necesidad que se pueda presentar, pero la gran alegría y satisfacción es ver como cada uno camina solo y por si mismo por la vida adelante.