30/6/11

Con la mente enfocada



El otro día comentaba lo importante que es tener la mente enfocada en lo que uno quiere conseguir. Y hoy vuelvo a repetirlo. Hay situaciones en la vida que pueden desestabilizar a uno: una crisis laboral, una situación familiar, una carga personal, etc. 

Somos humanos y por ello no somos ajenos a las cargas económicas que podamos tener, ni a las afectivas, ya que nos gusta amar y sentirnos amados, y también nos gustaría ser perfectos y estar libre de limitaciones personales que, más que ponernos en evidencia frente a otros, nos muestran simplemente genuinos y diferentes.

Es por ello que las cargas que llevamos nos hacen darles vueltas y vueltas, una y otra vez a cosas que por más vueltas que le demos somos incapaces de resolver. ¿Qué hacer, pues?

Aceptación de la realidad, nos guste o no. Ni no la aceptamos tendremos dos problemas: uno la propia realidad y otro nosotros mismos. Si lo aceptamos tendremos la serenidad de saber vivir las situaciones y de desarrollar el papel más inteligente en cada una de ellas.

Un pequeño ejemplo. ¿Has experimentado alguna vez una noche tonta de insomnio? Te acuestas de un lado, luego del otro, cambias de postura, te das la vuelta y te viras hacia el pie de la cama, te levantas, te vuelves a acostar, enciendes la luz, la apagas y así un sin fin de cosas. ¿Qué has estado haciendo? Luchando contra el insomnio. ¿Te has fijado que cuando te das por vencido y dejas de luchar caes rendido sin darte cuenta? La aceptación ha producido cierta paz en ti, y ella te ha llevado a lo que querías, pero por el camino que no te imaginabas, la aceptación.

La aceptación, no la resignación, nos lleva al equilibrio, y desde ahí podemos encontrar nuevas alternativas.


29/6/11

Insistenica, esfuerzo y centrarse



Alguien me decía en una ocasión que los hombres no eramos capaces de hacer varias cosas al mismo tiempo, que era una cualidad de las mujeres, pero también escuche y leí que nadie puede servir a dos señores a la vez, pues amarás a uno o amará a otro. En el camino del éxito hay tres ingredientes importantes que hacen la consecución de los objetivos algo mucho más fácil y asequible:

  1. Insistencia. Tomás Edison es un claro ejemplo de ello. Una y otra vez, detrás de un fallo, otro intento. De esta manera cosechó mil y un inventos y patentes. Magic Jordan también intentaba una y otra vez el conseguir cien tiros libres uno tras otro y sin fallar. Se quedaba después de los entrenamientos para hacerlo y no importa lo que tardara. ¿El resultado? Uno de los mejores jugadores del mundo, sino el mejor en su época, de baloncesto. Y lo mismo podemos decir de cantidad de personas que pueden estar en la élite del deporte, de la ciencia o de sus respectivos trabajos. No dudo que sea parte de la insistencia que han tenido que desarrollar.
  2. El esfuerzo es importante también. Esfuerzo físico, intelectual, anímico son facetas o actitudes ante las cuales desfallecemos fácilmente. Sudar, esforzarse, vencer los propios límites y progresar constantemente requiere de constantes abandonos, renuncias y desapegos para optar por aquello que uno quiere conseguir. Un ejemplo de ello puede ser el de los estudiantes que renuncian muchas veces a horas y horas de salidas, diversiones por acabar una carrera o titulación que los equipare como auténticos profesionales. No se conforman con ser uno más, quieren ser los mejores.
  3. Centrarse. Las distracciones en los estudios, en el juego, en las responsabilidades que uno tiene pueden tener consecuencias fatales. Unas veces tienes que empezar de nuevo, una y otra vez, desde el principio. En otras encajas un gol o una derrota por no tener la mente donde tiene que estar y en otras puedes conseguir que todo tu esfuerzo y trabajo se vengan abajo de un momento a otro por no haber estado centrado en el proyecto o trabajo que tenías en mente.
  4. Pero la motivación es tal vez la más importante. La motivación es lo que nos mueve. Decía Einstein que no estudies para vivir, sino que vivas para estudiar, para saber. O lo que es lo mismo, no juegues para ganar, sino para disfrutar. Es así como todo se hace más fácil o llevadero y donde todo tiene un sentido mucho más profundo.

28/6/11

Reírnos



Recuerdo tiempos en los que reírnos en el tren cuando bajábamos en grupo al centro de Valencia, o cuando todo el mundo se contagió de la risa viendo una película del Jovencito Frankestein en la que tuvimos que salirnos del cine para que los demás pudieran dejar de reírse y seguir viendo la película. Bueno, podría hablar de cantidad de situaciones donde la risa ha presidido grandes y delicados momentos como pueden ser veladas de amistad o velatorios o funerales.


Grandes momentos presididos por risas que además de ofrecer un momento relajado ofrecían espacios donde la amistad se estrechaba, la cercanía con desconocidos se producía de forma natural y un gran sentido de la vida desbordaba a uno. ¿Recuerdas esos grandes momentos de la vida? ¿Te has parado a pensar en que momentos han sucedido? Generalmente en los años jóvenes. ¿Te fijas en la capacidad de reír quevtirben los niños? Una pregunta: ¿Cuanto tiempo le dedicamos a reirnos al dia? Dicen que reírse alarga la vida, que reírse propicia un buen ambiente laboral o unas buenas relaciones humanas o de equipo. ¿Por qué nos hemos vuelto tan serios? ¿Podríamos programar un buen rato de risa al día, solos y acompañados?


Reírse no deja de ser calidad de vida.

27/6/11

Saber despeidrse



¿Te has preguntado alguna vez el porqué nos cuesta tanto el despedirnos de las personas o cosas que amamos? Tal vez sea una profunda identificación con las personas o cosas que nos dan, por un lado, cierto sentido de pertenencia, por otro un sentido de posesión y por otro una clara relación de amor. Pero, ¿es sano?

Ciertamente el amor, la identificación con personas, el cariño y el roce de los años son importantes. Es parte de nuestra esencia, somos personas que desde lo más profundo de nosotros mismos amamos a las personas y sentimos aprecio por aquello que representa esfuerzo, trabajo, ilusiones y otras cosas que forman parte de nuestra vida, de nuestra experiencia y de nuestros retos personales.

Pero la vida es eso, una dualidad de vida y muerte, de amor y de odio, de risas y de llantos. Solo tenemos que estar abiertos a una pregunta que nos puede hacer sentir incómodos: ¿Y ahora que?

Es una pregunta que nos pone en el centro de nuestra propia existencia y pone a prueba al sentido de crecer y de adaptarse a nuevas realidades que la vida nos trae. El verdadero obstáculo, y que deberíamos tener en cuenta a lo largo de nuestra existencia, es el "apego", la "dependencia" de las personas y de las cosas que podamos tener. Es por ello que el "¿Y ahora qué?" nos pone ante la necesidad de crecer y seguir dándole un sentido a nuestra vida que no se queda simplemente en aquellas personas que viven a nuestro lado, sino en aquello que todavía uno puede hacer y alcanzar en la vida.

24/6/11

La taza




Hay días en que uno puede sentirse vacío, sin ganas de leer o de escribir, sin querer hablar o incluso escuchar. Hay días en los que te levantas y lo único que te apetece hacer es simplemente quedarte quieto, sentir la brisa o el calor, ver la lluvia o el sol y nada más. ¿Vacío? ¿Cansancio? Tal vez un momento más de esos que te depara la vida.
En medio de ese vacío hay una posibilidad de pensar en el porqué uno se siente vacío y cuál es el mejor remedio para no sentirse así. A veces, incluso, he oído decir que hay personas que se sienten solas cuando están totalmente rodeadas de seres queridos. Vacio y soledad.


Si me pongo a recapacitar en cuáles pueden ser las circunstancias que pueden llevar a sentirse así no me queda otra que echar mano de un ejemplo: ¿Cuándo puede estar una taza vacía? Cuando te lo has bebido todo o no las llenado. ¿Qué hacer? Algo tan simple como llenarla de nuevo. ¿Cómo? Vaciando en ella la leche, el café o cualquier tipo de infusión.


¿Cuándo dejamos que nuestra vida se vacíe? Cuando no permitimos que los demás, o la misma vida con sus acontecimientos, nos alimenten. Cuando no escuchamos, cuando no cuestionamos nada nuestro o de los demás, cuando no queremos aprender más de lo que ya sabemos o de lo que todavía ignoramos.


¿Qué hacer pues? Simplemente llenarnos de la vida y de los demás, de sus gestos, actitudes, conocimientos o experiencias. Escuchar, aprender, querer saber, interesarse, profundizar y otras muchas más actitudes que permiten que nuestra taza se llene.


Pero también podemos sentirnos vacíos con la taza llena. Puede ser que nuestros conocimientos, actitudes y experiencias sean como agua estancada que a veces se convierte en sucia y mal oliente. Nada mejor que vaciar la taza para volver a llenarse. Nada mejor como cambiar y desprenderse del estancamiento y vivir, de vez en cuando, en la incertidumbre para llenar nuestras vidas de sentido.


A propósito, alguien decía en cuanto al amor, que éste era la única cosa que cuánto más se repartía más crecía, aumentaba y se multiplicaba en uno mismo y en los demás. Un continuo vaciar y llenarse, ¿no?

Será cuestión de llenar la taza.
¿Cómo está la mía?

¿Cómo suelo llenarla?

¿De qué suelo llenarla que más me satisface?

¿Cuándo siento que está vacía?

¿Llenamos la taza?

Acabo de encontrar la pequeña historia de la taza. Aqui te la dejo.

“Nan-in, maestro japonés que vivió en la era Meijí (1868-1912), recibió a un profesor universitario que había acudido a informarse sobre el Zen. Nan-in sirvió té. Llenó la taza de su visitante y siguió vertiendo. El profesor se quedó mirando el líquido derramarse, hasta que no pudo contenerse:

— Está colmada. ¡Ya no cabe más!

— Como esta taza –dijo Nan-in–, está usted lleno de sus propias opiniones y especulaciones. ¿Cómo puedo mostrarle el Zen a menos que vacíe su taza antes?

23/6/11

Conocer para llegar



Fue en una ocasión en la que realizaba una visita de ventas de un pequeño bungalow al lado de la playa. Por lo general y lo aconsejable es que el propietario se quede, a ser posible, fuera de la propiedad para no interferir en el proceso de venta y cierre. Muchas veces las necesidad y las emociones hacen que no seamos lo suficientemente objetivos y que no tengamos en cuenta uno de los factores más importantes en las ventas y en las mismas relaciones humanas: las necesidades del comprador o de aquél a quien tiene que llegar el mensaje.

Pues bien, aquel día por toda una serie de circunstancias coincidieron compradores y vendedor en el mismo sitio. Una de las reglas de oro es la de escuchar al que compra, saber lo que quiere y sobre todo tener en cuenta aquellos factores que le identifican con lo que se vende. Por desgracia la persona vendedora no fue capaz de escuchar, ni de recoger ciertos globos sonda que el comprador estaba emitiendo. Es más, hubo momentos en los que tanto hablaba que llegaba a destacar los defectos del entorno en el que se hallaba la propiedad. ¿Resultado? El esperado. La venta no cuajó.

El mundo de las ventas y de las relaciones tienen dos partes, dos personas, dos maneras de percibir y de ver la realidad. Sino escuchamos, no conocemos y si no conocemos no sabemos realmente lo que ofrecer y como llenar la necesidad de nuestro interlocutor o de nuestro cliente. El silencio junto con la escucha activa son fundamentales para satisfacer mutuamente las necesidades de los demás sea al nivel que sea, negocios, relaciones humanas y otras.

Incluso cualquier objeción puede ser un punto muy importante para poder llegar a un buen puerto. Tan sólo saber que detrás de cualquier objeción se pueden encontrar alternativas y soluciones a lo que uno está buscando. Silencio, escucha y búsqueda conjunta de alternativas.

22/6/11

LOS CUATRO PASOS HACIA EL AMOR



Son cuatro los pasos que Osho nos propone para vivir plena y conscientemente el amor en la vida.

El primero es el vivir el aquí y el ahora. El pasado y el futuro pesan y condicionan mucho nuestras vidas. Basamos muchas relaciones y encuentros en experiencias pasadas, sen buenas o malas, y en muchas expectativas de futuro sean halagüeñas o no. Nos olvidamos del presente, de lo que hay, de aceptarlo y de saber sacar lo positivo que hay en ello. Es más, nos damos y damos de nosotros a los demás en la medida en que lo vemos factible, y dejamos de dar o de ser nosotros mismos cuando no lo tenemos claro y dudamos de lo que llevamos dentro.

El segundo paso es la actitud positiva, transformar el veneno en miel. Todos tenemos sentimientos positivos y negativos, sentimientos que nos condicionan y hacen que desarrollemos nuestros instintos básicos de forma nada constructiva y libre. Todos los sentimientos revelan de forma positiva ciertas necesidades, carencias, dependencias y aspectos de nosotros mismos que no logramos apreciar. Conocernos, aceptarnos y sonreirnos a nosotros mismos puede ser el proceso de un cambio y de una experiencia realmente excitante dentro de cada uno de nosotros.

Compartir, el tercer paso, lo positivo es importante. Lo negativo que llevamos dentro también es importante pero lo es para que sólos podamos observarnos y aprender de nosotros mismos y de nuestros sentimientos. Es una manera de ir creciendo personalmente. Pero compartir lo bueno es fundamental. Cuanto más demos y más repartamos, más tendremos dentro de nuestro pozo. Bien dice el dicho que el amor es lo único que al repartir y regalar más crece en uno mismo.

El cuarto paso es el ser uno mismo ante las circunstancias y ante los demás. Somos amor y somos vida y aunque sintamos que no recibimos nada a cambio merece la pensar ir dando y sembrando por doquier siempre uno está en pleno proceso de vivir y dar vida a los demás

21/6/11

Saber y compartir lo que se quiere



La reunión había transcurrido como siempre hasta que alguien dijo que había que cambiar el estilo de las reuniones, que si seguían así no volvería más ya que siempre estaba pendiente del reloj para salir cuanto antes.

Hasta ahí todo puede parecer normal, incluso cuando alguien se manifestó públicamente de como deberían ser las reuniones. Era, al menos, el parecer de esta personas pero. algo faltaba para poder seguir de manera clara hacia la claridad de lo que una persona manifestaba y. tal vez otras, asentían sin manifestarlo de forma clara y precisa delante del grupo.

¿Qué tipo de reuniones necesitaba cada uno de los asistentes? ¿Cuál era el dinamismo que echaban en falta? ¿Cuáles eran las expectativas que cada uno llevaba a la reunión y cuáles eran las que no se sentían satisfechas?

Muchas veces sabemos lo que no queremos, lo que no soportamos o aquello que nos puede hacer daño. Pero no siempre sabemos o tenemos claro lo que sí queremos alcanzar. Saberlo es importante, definirlo mucho más puesto que cuando sabemos en que consiste una reunión dinámica podemos poner la imaginación y las herramientas para poder hacer que esa meta sea posible.

Muchas veces en la vida cotidiana, en nuestras relaciones, y no sólo en las reuniones de negocios, saber que es lo que queremos nos lleva de una situación de queja y de demanda a otra de construir y de aportar algo a lo que queremos conseguir.

Fue precisamente cuando introduje unas preguntas que obligaban a pensar y a definirse: ¿Cómo sería para ti una reunión más dinámica? ¿Qué habría que hacer en las reuniones para que salieras más enriquecido? ¿Qué haría de nuestras reuniones algo que no nos tuviera pendientes del reloj, del teléfono o de lo que pudiera estar haciendo en ese momento y en otro sitio?

No es lo que no nos gusta el argumento principal que debemos tener en la vida, sino aquello que precisamente nos gusta y que queremos alcanzar pero, ¿tenemos claro lo que realmente queremos? 

20/6/11

El espejo




Si nos miramos al espejo, ¿qué impresión o imagen nos llevamos de nosotros mismos? ¿Es necesario mirarse al espejo¿ Y que hay sobre guardar las apariencias? Vivimos en la era de la imagen y en muchos sentidos vivimos un tanto obsesionados por lo que llevamos encima y por la aceptación de la que podemos tener o no. Más de una persona ha pagado cara la obsesión de tener que ofrecer una imagen distinta de la que realmente lleva dentro. Fuertes problemas de tipo psicológico les ha condicionado y más de uno ha tenido desenlaces fatales.

Ya desde la misma antigüedad hemos tenido el impulso a no querer ser nosotros mismos, a luchar por conseguir ser diferentes a lo que realmente somos. El mítico pasaje de Adán y Eva nos dejan entrever esa lucha por ser alguien diferente, a pesar de que todo lo tenían. Querían dejar esa condición humana para ser como Dios. La realidad fue muy diferente, y de pasear desnudos por el paraíso comenzaron a pasear con taparrabos y a esconderse cuando siempre anduvieron con libertad.

¿Nos miramos al espejo para dedicarnos una hermosa sonrisa o más bien lo hacemos para saber como llamar y captar la atención de aquellos con los que nos vamos a encontrar? Y cuando nos encontramos con la gente, ¿nos mostramos tal y como somos o más bien nos ponemos caretas y taparrabos que den una falsa imagen de quien realmente somos?

Lo que importa y queda es la capacidad de poder sonreír hacia nosotros mismos, porque lo más triste es que los demás te sonrían, cuando tu no puedes sonreírte hacia ti mismo. No sería mal ejercicio el poder mirarnos al espejo, de una manera sincera y amiga, libre de taparrabos, de mascaras y caretas, de maquillajes y de historias que encumbran a quien llevamos dentro de nosotros mismos, porque al fin y al cabo, y al final de todo, aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

Nada hay como mirarse al espejo, aceptarse, gustarse y echar la sonrisa al viento.


17/6/11

Alineando emociones y objetivos.





Una pequeña situación que he podido observar hoy entre unas personas me ha llevado a la conclusión que su tus objetivos en la vida estan alineados con tus valores y creencias, y estás plenamente seguro de ello y confías plenamente en tu mismo hace que puedas permanecer, no frío, ante una situación sino con capacidad de control sobre ti mismo y sobre lo que la otra persona pueda querer provocar en tu.


Objetivos, valores y creencias tienen que ir de la mano para no perder el control emocional e incluso el control de aquello que queremos alcanzar. Y la cuestión reside ahí, ¿Son nuestros objetivos reales realmente una prioridad? ¿Prevalecen en medio de la tormenta?

16/6/11

Gracias a la vida



Ha sido bonito el día de hoy. Un cumpleaños donde las diferentes felicitaciones recibidas a lo largo y ancho del mundo me han hecho recordar muchos momentos entrañables vividos y que parecían perdidos en el anonimato. 

¿Qué pensar de ésta bonita experiencia? ¡Qué la vida es algo grande! Por eso te invito a compartir esta bella canción de Mercedes Sosa como colofón a un gran día en el que celebro mi propia existencia. Y sobre todo gracias a los que me hacéis sentir que en la vida no camino sólo, sino que camino a vuestro lado. ¡¡¡¡Mil gracias!!!!!







15/6/11

Siempre positivo



Me ha encantado este mensaje que he recibido esta mañana en la que invitan a todos a mantener una actitud positiva. ¿Es fácil cuando algo nos puede emocionalmente buscar el lado positivo o la cara que tal vez podamos utilizar para sacar algo de partido de la situación que uno vive? Es el más que sabido refrán de que "no hay mal que por bien no venga". El mensaje en cuestión decía:

Siempre positivo!, Nunca negativo !


El hijo que muchas veces no limpia su cuarto 
y se la pasa viendo televisión, significa que...
Está en casa!


El desorden que tengo que limpiar 

después de una fiesta,
Significa que...

Estuvimos rodeados de familiares o amigos!


Las ropas que están apretadas,
Significa que...

Tengo más que suficiente para comer!


El trabajo que tengo en limpiar la casa,
Significa que...

Tengo una casa!


Las quejas que escucho acerca del gobierno,
Significa que...

Tengo libertad de expresión!


No encuentro estacionamiento,
Significa que...

Tengo coche!


Los ruidos de la ciudad,
Significa que...

Puedo oír!


El cansancio al final del día,
Significa que...

Puedo trabajar!


El despertador 

que me despierta todas las mañanas,
Significa que...

Estoy vivo!


Finalmente por los mensajes que recibo,
Significa que...

Tengo amigos pensando en mí!

La verdad es que un buen ejercicio sería el poder entresacar de todas las situaciones diarias la multitud de aspectos positivos que hay en la vida. Tal vez nos cambie el semblante, quizás vayamos más relajados por la vida y quien sabe si la sonrisa será nuestra compañera de viaje a lo largo de la vida. 

Una invitación a vivir en plenitud.

14/6/11

Actitud positiva



A veces me pregunto si con el pensamiento positivo es más que suficiente. Creo que no, caeríamos en un mundo un tanto idealista que posiblemente no nos llevaría a gran parte y aunque el pensamiento positivo en radicalmente importante hay algo mucho más importante que es lo que marca la diferencia: La actitud mental positiva.

¿Cuál es la diferencia? El pensamiento positivo son ideas que están ancladas en nuestra mente y nos dan una visión de lo que podemos llegar a hacer. La actitud es algo mucho más comprometedor, te lleva a la acción, implica decisiones, conlleva un comportamiento dirigido a la consecución de un objetivos, de una meta y de unos proyectos que uno tiene en mente.

Dicen que "el hábito no hace al monje, pero que ayuda a hacerlo". Lo mismo la actitud, la ilusión, la motivación con el que uno hace las cosas. Es determinante. Si considero que un trabajo es largo, pesado y tedioso para mí, lo acabará siendo. Precisamente hoy leía en el periódico que alguien afirmaba que si en nuestra mente se instala la tragedia, acabaremos por atraérla. Así pues, la predisposición, la actitud, las menaras de como afrontamos las cosas tienen mucha más importancia que las ideas en sí, pues la actitud es la que le da la forma a todas esas ideas en sí.

Tenemos que convencernos de lo que pensamos y creemos, pero sobre todo tenemos que acompañar nuestra manera de caminar por la vida con la actitud que cree consonancia con esas ideas.

13/6/11

Ladrones de sueños



Vivimos rodeados de gente todos los días, en la casa, en el trabajo, en la calle, entre amigos, etc. La vida tiende hacerse rutinaria. Oímos muchas veces las mismas explicaciones, justificaciones o argumentos. De tan repetitivos que son llega el momento en que nos convencemos plenamente de lo que llega a nuestros oídos a través de los diferentes medios. En medio de todo ello, ¿cuántas veces nos convencen de que lo que pensamos no tiene fundamento, es una ilusión y que no merece la pena ir tras ellos?

Claudicamos antes de tiempo y todo ello por algo tan simple como el no creer en nosotros mismos, por no querer ir contracorriente o por no luchar por algo a lo que la gente no le ve sentido. Alguien decía hace unos días que uno de los mayores remordimientos que se tienen en las edades maduras de la vida es de todo aquello que se ha podido hacer y no se ha hecho.

Ladrones de sueños, de tiempo, de ilusiones y de esperanzas que con buenas palabras, unas veces, y con sarcasmo, otras, nos lleva a no creer en nosotros mismos y agachar la cabeza no creyendo en lo que profundamente resuena dentro de nosotros y que nos pide que le abramos una oportunidad en la vida.

No dejemos que los demás roben nuestros sueños. Es más, no le abramos nosotros mismos las puertas a lo ladrones de sueños. Vivamos con ilusión.

10/6/11

En la diferencia está el gusto



Una de mis experiencias más agradables fue la posibilidad de vivir fuera de mi propio país. La primera vez lo hice en Londres, por espacio de tan solo dos meses. Un año más tarde me fui a estudiar a Chicago por espacio de cuatro años. Fue en Chicago donde, conocida como la "melting pot", ciudad en la que se encontraban y entremezclaban infinidad de pueblos y culturas tuve la gran oportunidad de ver que la vida tiene muchos colores diferentes, muchas variantes y muchos aspectos diferentes de la única verdad que todos buscamos.

Por lo que a mi respecta me tocó vivir y trabajar entre negros, polacos, mexicanos, centro americanos y puertoriqueños, además de otras minorías. Es cierto que cuando estás fuera de tu tierra valoras todo aquello que has dejado atrás, pero también es cierto que aprendes a reconocer cosas y formas de vida diferentes que, en un principio, te extrañan pero que a la larga tienen sentido y las vas encajando en el enorme puzzle de la vida.

Tal vez la primera reacción que solemos tener es una de defensa, mecanismo natural en todos nosotros. Pero la vida nos abre a lo nuevo cuando tenemos disposición y actitud de aprender de lo nuevo por muy extraño que parezca.

No estaría del nada mal el preguntarnos que cosas hemos aprendido de los demás. Es una manera de reconocer de que existe alguien a nuestro lado que nos aporta y nos enriquece. Reconocer que ha habido personas o culturas a lo largo de nuestro recorrido por la vida es no dejarlas pasar simplemente de largo, sino aprovechar toda la riqueza que tienen en sí.

Hoy tenemos infinidad de posibilidades de conocer los usos y costumbres, las formas de vivir y de estar en la vida de muchas personas y culturas pero, ¿realmente nos han llegado a enriquecer o seguimos encerrados en nuestras formas de ver y de pensar?

Uno de los valores más importantes que me han aportado es que debido a la cantidad de riqueza que hay en todos, no hay nada como saber relativizar y no absolutizar las cosas.

9/6/11

La importancia de la mañana



¿Qué es lo primero que haces nada más despertar? ¿Eres consciente de tus primeras actitudes? ¿Te das unos minutos más antes de levantarte? ¿Sonríes al nuevo día o más bien empiezas como si el día fuera una carga más que te hace sentir impotente a la hora de arrancar? ¿Cómo son tus primeros pasos? ¿Son lentos? ¿Arrastras los pies? ¿O más bien te levantas con agilidad, alegría y energía?

Podríamos decir: "Dime como te levantas y te diré como es el resto del día". Aunque cabe la posibilidad de que en el transcurrir del día vayamos calentando motores podríamos decir que la actitud ante la vida, ante el trabajo y ante las personas las vamos marcando con nuestras primeras actitudes durante el día.

Podemos afrontar la vida bien como algo a lo que nosotros mismos aportamos, es decir, ¿somos fuentes de vida, o más bien somos de los que nos sentamos a la vera del camino esperando que la misma vida nos colme de bendiciones? ¿Ofrecemos vida o esperamos vida?

Nada mejor que empezar el día con un buen desayuno, que dicen que es la principal comida del día, es decir, una buena dieta de agilidad, alegría, sonrisa, optimismo, vitalidad, etc. Empezar con música, deporte, mirándonos al espejo y vernos positivamente es el ingrediente principal con el que podríamos comenzar nuestro cotidiano vivir.

8/6/11

¿Hacia donde miramos?



A veces de donde menos te lo esperas te viene un revés, y la mayor parte de las veces nos quedamos con cara de tontos, preocupados y sin capacidad de reacción. ¿Qué nos sucede? Por lo general es que nos quedamos viendo para la situación y para los resultados que esperábamos. ¿Hacia donde tendríamos que mirar, entonces? Hacia lo que queremos conseguir, hacia lo que buscamos y hacia lo que queremos.

Intentar recuperar un tren que se ha ido, un negocio que se ha venido abajo o una deuda que sabes que no vas a cobrar lo único que hacen es ocupar un precioso espacio en tu mente que no será para nada productivo. Lo mejor es aprender de lo ocurrido y buscar nuevas alternativas, nuevos caminos, nuevas puertas que se abran.

Ocupados en aquello que SÍ tiene probabilidades de ser alcanzado no solamente hace crecer nuestra motivación, sino que nos da mucha más energía y sobre todo una mayor creatividad y amplitud de ideas.

No nos quedemos mirando hacia el dedo que apunta a la luna, miremos más bien a la luna y los caminos que nos pueden llevar hacia ella.

7/6/11

¿Arriesgar?




"Solo aquellos que se atreven a perder mucho, pueden logar mucho", decía Robert Kennedy. La verdad es que somos personas que nos gusta mucho asegurar las cosas; los puestos de trabajo, seguros de vida, situaciones sociales, amistades. No importa si el crecimiento persona se queda medio tullido o no. Nos dejamos llevar por el ándese caleinte, ríase la gente, por el más vale pájaro en mano que ciento volando o el más vale prevenir que lamentar. Vivimos en la época de los seguros de la casa, del coche, de los planes de pensiones, etc.

Hace unos días participaba en una conversación entre motoristas, uno de los cuales se fue durante unas semanas a explorar la zona del Himalaya en una moto que había alquilado por aquellas tierras junto con un grupo de amigos. Iban con lo justo y necesario y no con la mejor maquinaria del mundo. De repente se encontraron con una expedición rusa en la que los motoristas iban acompañados por cohes de refuerzos, guías, médicos, mecánicos de todo tipo y un sin fin de apoyos.

Buscamos la seguridad en contra del riesgo. Y estoy seguro que en nuestras vidas hay momentos de riesgo que tememos asumir y afrontar. ¿Ganamos? ¿Perdemos? ¿Merece la pena arriesgar? ¿Merece la pena perder? Muchas veces jamás lo sabremos hasta que afrontamos el riesgo y vemos las consecuencias positivas o negativas que podemos encontrarnos. Siempre es mejor hablar a toro pasado, pero la vida está llena de insensatos que no sólo han ganado o perdido para ellos, sino que nos dejan un legado que en estos momentos podemos compartir y vivir en nuestro día a día.

6/6/11

¿Perdono pero no olvido?



Sin perdón y olvido, 
el resentimiento 
controla nuestras vidas.

 Miriam Subirana




Es la introducción que hace a un artículo sobre la Ira, el Semanal el País en el día de ayer. Lo peor de todo es que cuando el perdón y la capacidad de olvidar brillan por su ausencia en nuestra vida lo que estamos haciendo es ceder las riendas de nuestra vida a aquellos que nos han ofendido en sí. Quieras o no es más trágico obsequiarles con el poder sobre nosotros que vivir plenamente libres.

El perdón, y ya lo he dicho en otras ocasiones, es esencial para poder vivir uno mismo en paz. Pero el olvido también lo es. Hay quien dice, "yo perdono, pero no olvido". El no olvidar es cederle tiempo y espacio en nuestra mente a aquello que nos impide ser libres y crecer. Perdonar es reconciliarse con la vida y con los demás. olvidándose de aquello que permite caminar.

Ya decía en una ocasión Victor Frankl a un compañero de campo de concentración, años después de ser liberados y cuando éste aseguraba que si veía a un Nazi lo destrozaría, que aunque había sido liberado fisicamente, emocionalmente todavía vivía en el campo de concentración.

Efectivamente, perdón y olvido van juntos. Quien perdona y no olvida todavía vive con el resentimiento, y el resentimiento no deja vivir, nos nos hace libres. Bien dice S. Pablo en la Carta a los Corintios 13, que el amor "no lleva cuenta del mal".

¿Te das cuenta del esfuerzo mental y anímico que supone el llevar cuenta de todas y cada una de las agresiones que podemos recibir en la vida? Y aunque sea sólo una, ¿merece la pena hipotecar nuestra vida, bienestar y felicidad o alegría por lo que otra persona nos haya hecho? Nosotros somos mucho más importantes que cualquier otra ofensa.

Tal vez el orgullo pueda mucho en nuestras decisiones, que nuestra vida tampoco merece que se hipoteque por el simple orgullo que uno pueda llegar a tener. También somos mucho más grandes e importantes que el orgullo.

Merece la pena, perdonar y olvidar.

3/6/11

¿Solos? ¿Y por qué no?



Alguien se lamentaba hoy de que sentía solo ante el peligro, de que sentía o tenía el apoyo de los demás y de que le dejaban toda la responsabilidad de un trabajo a realizar en la empresa a la que pertenece. Al final parece que consiguió ayuda externa. Curiosamente anteayer escuchaba una frase en la radio que decía que "si necesitas una mano búscala al final de tu brazo". ¿Qué relación tiene unos sentimientos con ésta frase escuchada ayer?

Yo, al igual que tu, y al igual que el más común de los mortales nos encontramos o nos hemos encontrado en algunos momentos de la vida en situaciones como éstas. Viviéndolas y habiéndolas vivido, ¿qué sacamos de positivo de todo esto? ¿No ayudan? ¿Nos perjudican? ¿Qué descubrimos de nosotros mismos? ¿Qué hemos aprendido en situaciones como éstas?

En el caso de ésta persona en concreto parece que ha aprendido a abrirse a otros círculos donde se ha sentido apoyada, pero más allá de todo ello se me ocurre que:
  • Solemos tener una gran dependencia de los demás. Nos da pánico, terror y escalofríos en introducirnos en un mundo que no conocemos y sobre todo en el que no hemos desarrollado las cualidades suficientes para sentirnos como peces en el agua.
  • Nos sentimos inseguros, pobres, incapaces y con falta de recursos para afrontar los diferentes retos, bien sean laborales, afectivos, sociales o de cualquier otro tipo. La desilusión puede hacer mella en nosotros.
  • Ante la incertidumbre lo que mejor solemos hacer es llorar, lamentarnos y permitir que nuestra autoestima se nos venga abajo, junto con todo tipo de nubarrones y nieblas que nos dificultan la visión del amplio y oscuro espectro frente a nosotros.
  • Lo peor de todo es la parálisis en la que caemos muchas veces desbordados por nuestra posible incompetencia y falta de posibles habilidades. Desarrollamos un gran sentido de la inutilidad.
Lo curioso de todo esto es que estas situaciones conllevan un gran reto personal de auto-aprendizaje. No hay nada como negarle a uno la comida, y darle una caña para pescar; no hay nada como romperle a uno las muletas en las que se apoya, para que aprenda a caminar sin ellas. Párate por un momento y piensa: ¿Cómo hemos aprendido a caminar? A base de caídas, desafiando incluso las órdenes de nuestros padres de que no nos soltáramos de la mano.´Eran otras épocas, momentos en los que queríamos ser autónomos, independientes, en los que queríamos experimentar la vida y el mundo por nosotros mismos.

Hoy en día, y por el contrario, la oscuridad y la inseguridad nos mete en el cuerpo el miedo y la falta de imprudencia que teníamos de pequeños. Y recuerda que somos y estamos donde estamos por todas y cada uno de los intentos y caídas que hemos tenido y de las que nos hemos levantado.

Cada situación en la que experimentamos soledad o falta de apoyo es la gran oportunidad que nos da la vida para decir: YO VALGO, YO SOY CAPAZ, YO PUEDO. Tan sólo es cuestión de sentirse invitado y retado a ello. Tal vez esta canción te ayude un poco más a reflexionar sobre ello:






2/6/11

Controlando la situación



No se si habéis visto en las noticias la clase más que real de cómo controlar las emociones en medio de un tiroteo entre bandas de narcotraficantes. Pues bien, a ésta maestra mexicana, que tenía a su cargo unos cuantos niños de edades muy tempranas no se le ocurrió nada más y nada menos que indicarle a los niños que se tiraran suelo y que comenzaran a cantar con ella una canción infantil. Mientra los narcotraficantes intercambiaban disparos la maestra y los niños cantaban con toda la tranquilidad del mundo la canción, a pesar de que la procesión iba por dentro. Después del reconocimiento y de la condecoración pública en la que se le reconoció su valor sólo queda preguntarnos varias cosas.

En nuestra vida real posiblemente no vemos sometidos a intercambios de balas reales, pero si a grandes presiones psicológicas en el trabajo, en la familia o incluso en medio de nuestras relaciones interpersonales. En medio de tantas presiones vemos como a veces se deteriora nuestra propia autoestima, como nuestras emociones, a veces, no son capaces de controlarse y como la vida parece resquebrajarse ente nuestra propia mirada.

La gran pregunta es hacia donde miraba la maestra en el momento de los intercambios de balas, y hacia donde miramos nosotros cuando sentimos tanta presión a nuestras espaldas. El objetivo de una no está sino en el control de los niños y de sus emociones. En los casos normalmente que vivimos la mirada está puesta en el daño que estamos sufriendo. ¿Ves la diferencia?

Si nos enfocamos al problema, el problema toma posesión de nosotros. Si por el contrario nos enfocamos a lo que queremos, en el caso de la maestra el control de emociones, el objetivo es más fácil de ser conseguido. Aquello en lo que enfocamos la mente, es aquello que irreversiblemente atraemos hacia nuestra propia vida.

No hay nada como saber estar enfocados en la vida. Si quieres ver el vídeo de la maestra aquí lo tienes.




1/6/11

El rincón del recuerdo



Me ha llamado la atención una campaña sobre el Alzheimer en la que invitan a las personas a "recordar" e introducir recuerdos en una página Webb. Mientras observaba el anuncio me vino a la mente "la línea de la vida", un ejercicio que en coaching se utiliza para reforzar las fortalezas de la personas. Y me pregunté: ¿Por qué no proponer un pequeño ejercicio que nos ayudaría no sólo a recordar momentos del pasado, sino también a compartirlos con los más allegados?

El ejercicio, aunque no es difícil en sí pues se trata de recordar, tiene la pequeña dificultad de que requiere un poco de tiempo pues, pensar en los mil y un detalles de la vida de cada uno puede hacerlo un poco largo o pesado. Imagínate que regalo tan bonito para unas bodas de oro, plata, o para un cumpleaños o, ¿por qué no?, para uno mismo, para subir la autoestima, la confianza en si mismo y desarrollar mucha más fuerza interior.

Es algo muy simple. Toma una hoja de papel, si es grande mejor, y ve dividiéndola en cuadraditos pequeños, tantos como años tengas tú. A cada cuadrado asígnale un número, el del año de tu vida en cuestión y dentro de cada cuadro poner la vivencia, el recuerdo o la anécdota que has vivido en su momento.

Después de haber recuperado tantos recuerdos y experiencias, ¿qué vibra nuevamente en ti? ¿que hay de nuevo en tus vivencias? ¿qué aprendes de tus recuerdos? Y si lo consideras oportuno acompáñalo de fotos, de dibujos, de colores que identifiquen esas vivencias y sentimientos.

Por último compártelo, da gracias a la vida y siéntete satisfecho de todo el camino realizado hasta el día de hoy, sabiendo que mañana prosigues tu andana por la vida en compañía del resto.