9/6/11

La importancia de la mañana



¿Qué es lo primero que haces nada más despertar? ¿Eres consciente de tus primeras actitudes? ¿Te das unos minutos más antes de levantarte? ¿Sonríes al nuevo día o más bien empiezas como si el día fuera una carga más que te hace sentir impotente a la hora de arrancar? ¿Cómo son tus primeros pasos? ¿Son lentos? ¿Arrastras los pies? ¿O más bien te levantas con agilidad, alegría y energía?

Podríamos decir: "Dime como te levantas y te diré como es el resto del día". Aunque cabe la posibilidad de que en el transcurrir del día vayamos calentando motores podríamos decir que la actitud ante la vida, ante el trabajo y ante las personas las vamos marcando con nuestras primeras actitudes durante el día.

Podemos afrontar la vida bien como algo a lo que nosotros mismos aportamos, es decir, ¿somos fuentes de vida, o más bien somos de los que nos sentamos a la vera del camino esperando que la misma vida nos colme de bendiciones? ¿Ofrecemos vida o esperamos vida?

Nada mejor que empezar el día con un buen desayuno, que dicen que es la principal comida del día, es decir, una buena dieta de agilidad, alegría, sonrisa, optimismo, vitalidad, etc. Empezar con música, deporte, mirándonos al espejo y vernos positivamente es el ingrediente principal con el que podríamos comenzar nuestro cotidiano vivir.