16/9/11

Los pasos que nunca acaban de darse



Todos hemos pasado alguna vez por objetivos que nos planteamos conseguir y que, en muchas ocasiones, no llegamos a realizar, bien porque no damos el primer paso, bien porque abandonamos a mitad del camino. ¿Por qué nos sucede ésto? ¿Qué factores hay que tener en cuenta para que no nos suceda ésto? Y esto nos ocurre en pequeñas situaciones o en aspectos importantes que pueden determinar nuestra vida laboral, emocional, salud, familiar o personal.

¿Quién no ha querido bajar de peso, se ha prometido una buena dieta o hacer ejercicio y sucumbir a las primeras de cambio? ¿Quién no se ha propuesto el ser más organizado y no lo da conseguido? Hay quien se ha prometido una y otra vez el dejar de fumar o beber y ha ocurrido otro tanto de lo mismo,

  • Motivación. Es lo fundamental. Hay dos tipos de motivación, la externa y la interna. En la externa dependemos un poco de lo que queremos alcanzar para que otros lo vean, por ejemplo que se nos reconozca. En la interna, en cambio, la motivación es más profunda, queremos estar satisfechos con nosotros mismos. La externa puede tener cierta fuerza pero, ¿qué pasaría si no reconocieran lo que estamos haciendo? ¿Cómo nos sentiríamos si agradamos a los demás pero no lo conseguimos con nosotros mismos? Si yo quiero conseguir algo porque me va a hacer sentir mejor y realizado la fuerza que tendré dentro de mí será mucho más grande. A veces los hijos son una motivación externa, pero con una interna de auto realización como padres y de responsabilidad ante ellos.
  • Creer en lo que se quiere. Muchas veces comenzamos con dudas, y dejamos que la duda se aloje en la mente, es más, le damos un lugar y tiempo en nuestra mente que hace que tengan más fuerza que el objetivo que queremos alcanzar. ¿Qué hacer? Lo que hace cualquier enamorado, que la imagen de la persona amada esté siempre en la mente. Cuánto más tiempo tengamos el objetivo en la mente y los beneficios que nos aportará, más credibilidad le damos al sueño y más posibilidades de que se llegue a realizar tenemos.
  • Compartir el sueño o el objetivo. Si compartimos y mostramos el interés que tenemos, los motivos y los beneficios que pensamos obtener es mucho más fácil que se nos ayude a conseguir el objetivo. La gente suele ser solidaria. Tenemos que vender nuestro proyecto para que se solidaricen con él y con uno mismo. Compartir los miedos, las dudas posiblemente nos ayude a que se nos eche una mano para tener más confianza en nosotros mismos.
  • Dar pasos. No hay nada como dar el paso. Darlo significa hacer algo en el tiempo. "Hoy comienzo", "Mañana sin falta hablo con esa persona". Dar el paso significa pasar de la cabeza a la realidad. Y cuando das el paso, saborearlo, disfrutar de lo que estás haciendo y no lamentarse de los beneficios que podías haber tenido si no hubieras dado el paso, el mono. Un primer paso nos lleva necesariamente a tener previsto lo siguientes pasos:
  • Planificación. No es el primer paso lo importante, sino toda una secuencia de pasos que hay que tener en cuenta para poder llegar al objetivo, a la meta deseada. Los pequeños pasos tienen que tener un lugar en el calendario, no se pueden dejar a la buena de Dios. Sabemos que para tal día queremos conseguir algo concreto y tangible. Posiblemente lleguemos antes, o tal vez después, pero por lo menos vamos troceando el principal objetivo en otros más pequeños que nos ayudarán a ir subiendo escalones hasta llegar al último.
  • Celebrar cada éxito. Nos ayudará a felicitarnos por cada paso conseguido, a elevar nuestra autoestima, a valorar el trabajo realizado y sobre todo celebrar lo que en cada paso se consigue a nivel personal. Podemos celebrarlo solos o con quien queramos compartir lo que llevamos dentro. Y no es caer en una actitud de orgullo, sino en una de agradecimiento a la misma vida.