12/10/11

Saber vivir y aceptar



La insatisfacción, las heridas, la impotencia, 
son situaciones, 
estados que sentimos 
y que no necesitan resolverse, 
sino aceptarse. 
¡Qué ganas de vivir con problemas! 

Xavier Guix

Nos complicamos la vida de una manera extraordinaria. Nos ahogamos en auténticos vasos de agua. No nos damos cuenta de que la mayor parte de los problemas e insatisfacciones que tenemos nos las provocamos nosotros mismos como resultados de exigencias que nos autoimponemos y sin las cuales hemos sabido vivir anteriormente y de la forma más completa y feliz que podemos imaginarnos.

Basta con que miremos a nuestra infancia y observar como eramos felices con pocas cosas. Eramos felices antes de casarnos o de conocer a nuestra pareja. También lo eramos antes de empezar a trabajar en un sitio determinado. A medida que vamos creciendo nos vamos imponiendo una serie de metas y de objetivos que nos gustaría alcanzar y lo peor que podemos hacer es depender de nuestros objetivos para ser felices. Si antes de alcanzarlos lo éramos, también lo podemos ser si no llegamos a alcanzarlos.

La fuente de la felicidad es aceptar y saborear lo que somos y lo que tenemos en cada instante de la vida. Esa es la realidad. Si podemos alcanzar sueños y objetivos bienvenidos sean y bienvenida sea la dicha de saborear el camino en la consecución de ellos, pero la dependencia de lo que queremos alcanzar nos quita la libertad para poder saborear cada momento de la vida, de lo que tenemos y de las personas que nos rodean.

El vivir con la mirada permanentemente en el futuro, así como permanecer siempre anclado en los tiempos pasados, nos quitan algo tan importante como la vivencia del presente que es la única realidad existente. Y para ello basta con preguntarnos algo tan sencillo como el porque antes era feliz con lo que tenía y hoy no lo soy con lo que todavía tengo y posiblemente algo más.

Muchas veces nos autoengañamos pensando que la felicidad todavía está por venir o que nuestra autorealización depende de lo que todavía tenemos que conseguir en la vida. Hoy, y con lo que cada uno tiene y lleva dentro de sí, es el momento de nuestra autorealización y de nuestra vida plena. La clave está en aceptar, a partir de esa aceptación comenzaremos a comprender y valorar lo que tenemos entre manos.