22/11/11

¿Imposición o actitud?



Generar confianza y credibilidad en el mensaje que queremos dar no es fácil. Influir en las personas con las que trabajamos o convivimos tampoco lo es. Muchas veces tendemos a imponer nuestras ideas o actitudes que nos gustaría ver en los demás. Unas veces podemos conseguirlo, debido a la fragilidad de otros, pero lo peor de todo es que cuando nos damos media vuelta los valores ya no se viven. 

Tal vez la mejor manera de influir en los demás es generando la confianza suficiente para que lo que proponemos tenga valor en si mismo y no por la imposición que podemos exigir hacia los demás. ¿Cómo generar esa confianza?

  • Nuestra credibilidad irá en aumento cuando vayamos más allá de la posición que tengamos a nivel laboral, familiar o de amigos. Muchas veces nos quedamos con el sentido del deber dejando a un lado el sentido que tiene lo que hacemos. A veces he llegado un minuto tarde a un comercio y han cerrado a cal y canto la puerta. Recuerdo que a veces tenía necesidad de algo y por un minuto no lo he logrado. Cuando nos encerramos en una mentalidad y no estamos abiertos a ceder un ápice de aquello que hacemos se nos nota que actuamos más por el sentido del deber que por el de la vocación y el interés de los demás. Es difícil generar confianza y liderazgo cuando nos encerramos en la mera obligación.
  • Tendemos rápidamente a aconsejar a los demás. Muchas veces lo hacemos sin ponernos en la situación de cada uno. Hay aspectos que en nuestra mente los podemos tener claro, pero que en la vida de otros no resulta tan claro por las diferentes situaciones y complejidades que pueden existir en su mente, en su economía, en sus relaciones o en sus vivencias. Más que aconsejar hay que tener una actitud en la que se nos invite a hablar, a preguntar, a interesarnos y a ofrecer. La confianza se genera más cuando se nos pide que cuando la imponemos sin permiso de los demás.
  • Por sus frutos los conoceréis. Muchas veces damos consejos sobre algo que nosotros no hemos vivido, o de situaciones en las que jamás podremos estar. ¿Te imaginas dando consejos a alguien sobre su relación con su pareja cuando uno no ha experimentado el vivir en pareja? ¿O aconsejar sobre los hijos cuando uno no los tiene o por los frutos que ha dado no es el más aconsejable para darlos? En cierta ocasión he oído decir a alguien que los que enseñan generalmente enseñan lo que no se ha vivido. También he escuchado a alguien decir que cuando sigas a alguien se consciente de los frutos que esa persona ha tenido hasta ese momento. No hay nada peor que seguir a alguien que no sabe a donde va y que no ha conseguido nada en la vida.
  • Alguien genera confianza en mí cuando veo que busca lo mejor para mí. Generaré confianza cuando los demás vean que busco lo mejor para ellos y no para mí. Ello conlleva un gran sentido del respeto y de la libertad de permitir elegir algo diferente a lo que a mi me gustaría que eligieran. Cuando se potencia al otro, se genera más confianza en uno.