27/12/11

Gestionando la vida personal



Para quienes tenemos hijos es fácil que nos encontremos en situaciones en las que le pedimos cosas a nuestros hijos que nosotros no hacemos. Puede parecer una contradicción, pero es una realidad. Les pedimos que hablen bien, cuando a nosotros se nos escapan en situaciones palabras no adecuadas. Les obligamos a fumar y, a lo mejor, nosotros lo hacemos sin medida alguna. La principal cualidad del que quiere ser líder para sus hijos, para un país, una organización o una empresa es la coherencia.
  • La coherencia es la prueba del algodón, es el espejo al que podemos mirarnos y en el que valoramos lo que realmente somos, creemos y pensamos. Nuestra vida y nuestro mensaje tiene sentido para los demás en la medida en que lo tiene para nosotros. Convenceremos más a los demás por nuestra sinceridad y por nuestra forma de vida que por nuestras palabras.
  • La ilusión es el fruto de nuestra creencia en nuestra propia forma de vida. Quien vive en lo que cree lo muestra a través del cuerpo, de su lenguaje corporal. La mirada, la forma de estar en la misma vida y en presencia de los demás e incluso las mismas palabras transmiten emociones, sentimientos y una energía que hace que uno se fije más en el mensaje que se transmite que en la persona que lo transmite.
  • Es precisamente el mensaje que transmitimos con nuestro cuerpo, nuestras palabras y nuestras vidas los que nos dejan ver los valores que hay dentro de nosotros. Es en la toma de decisiones, en el saber elegir, el saber decir no en un momento determinado cuando tenemos la posibilidad de ser coherentes con nosotros mismos y con los demás.