22/2/12

Renovarse o morir



Es curioso. El otro día escuchaba en la radio una entrevista a alguien que se dedicaba al marketing. Me llamó la atención algo que, a veces, a mi me pone de los nervios, y era la pregunta del porqué en los supermercados a veces cambian las cosas de sitio. Estás acostumbrado a buscarlo en un sitio determinado y, de repente, zassssss, te lo cambian de sitio y te dejan medio desorientado. ¿Por qué lo hacen? Pues es una técnica que lo que busca es eso, que busques la nueva ubicación, pues mientras la buscan posiblemente piques al ver algo que no pensabas llevar y veas en ese momento la necesidad de llevarlo. Es algo así como cambiar constantemente los escaparates. La vida es movimiento y en ese movimiento estamos constantemente buscando nuevas alternativas a las cosas. Si uno no se renueva, como dice el dicho, puede llegar a envejecer antes de tiempo y morir.

El renovarse, la formación continua, el constante aprendizaje es importante:
  • Intentamos estar a la altura de las circunstancias.
  • Podemos afrontar las situaciones con nuevas perspectivas.
  • No nos dejamos sorprender por las situaciones. Estamos siempre en alerta.
  • Mantiene nuestra mente ágil y constantemente trabajando.
  • Podemos aprender de otros y estar a su altura, especialmente de nuestros hijos, aprendemos con ellos y de ellos.
  • Nos ayuda a interrelacionarnos con los demás.
  • Mostramos interés por los demás y por lo nuevo o diferente.
  • Nos enfrentamos valientemente a nuestras propias creencias.
Este y un largo número de razones son suficientes para hacer que nuestra vida esté abierta a la riqueza propia y a la de los demás. La curiosidad, la sana curiosidad por lo que muestran los demás será esa fuente que abra nuestras ventanas hacia el exterior y hacia la misma vida.

Caminar con los demás es otra de la formas de mostrar esa empatía e interés por los demás de tal manera que sepamos formar parte de este equipo al que pertenecemos por nacimiento, la sociedad humana.