23/4/12

Cuatro fases para alcanzar el éxito.



En la vida para alcanzar el éxito podemos coger el ejemplo de la misma tierra de la que nos servimos para comer. El proceso de la cosecha de los frutos de la tierra puede ser el mismo que podemos utilizar nosotros para cosechar nuestros propios éxitos. 

1. Preparar la tierra. La preparación de la tierra es lo más normal. Ni el campesino siembra sin más, ni nosotros emprendemos, por ejemplo, una fiesta sin una preparación previa. Remover rastrojos, limpiar el terreno o allanar aquello que pueda entorpecer el cultivo pueden ser algunos de los trabajos a realizar. Hay cosas que a nivel personal, social o empresarial tenemos que emprender y preparar antes de comenzar a poner las semillas que queremos plantar. Como personas necesitamos que nos entren por los ojos, por los razonamientos, por el paladar o de cualquier otra forma. Preparar el terreno de lo que queremos conseguir es algo que se nos presenta como fundamental y necesario. Tal vez por no tenerlo en cuenta muchas veces emprendemos y sembramos sin preparar el terreno y todos nuestros esfuerzos caen en saco roto. Las semillas y el esfuerzo se lo comen las circunstancias, nos ahogamos a las primeras de cambio o la caemos ante la presión de las circunstancias. 

2. La siembra en si es más espontánea. ¿Qué sembramos? El talento que tenemos. ¿Cuál? El que se da en nosotros de forma natural y espontánea y que, lo más probable, otros desearían tener. Es aquello que realizamos sin dificultad alguna y que regalamos a los demás porque es lo que nos hace sentir felices, llenos y realizados. Es la semilla más normal y natural que existe dentro de nosotros, y de la que muchas veces ni somos consciente de que la tenemos, ni de lo importante que es para nosotros y de lo que puede aportar a otros. 

3. Cultivar, desarrollar, crecer constantemente, regar, permitir que lo que sembramos no encuentre obstáculos de ningún tipo es importantes también. Ni los campos, ni las personas se dejan al azar. La mano, la dedicación, el cuidado y el acompañamiento continuo hacen importante el crecimiento de la semilla que hemos plantado. Las necesidades de la tierra o de los que viven a nuestro alrededor harán de nuestro talento algo especial, importante y lleno de sentido. A mayor necesidad de los otros, mayor es el talento a desarrollar y mucho mayor la satisfacción de ver como éste se desarrolla y de lo que para nuestra vida significa. 

4. Recoger, disfrutar, valorar los resultados es importante, sobre todo si lo hacemos a medida que lo vamos consiguiendo poco a poco. Lo je somos y como nos sentimos en cada paso y logro es una de las mayores recompensas que podemos regalarnos y disfrutar de nosotros mismos.