4/5/12

Extrañas coincidencias



Dicen que el hemisferio derecho abre un sin fin de posibilidades a los proyectos que nos proponemos. En cierta ocasión oía el ejemplo de que alguien se queda embarazada y de repente comienza a ver a su alrededor a gente embarazada o a bebes recién nacidos, los anuncios de la tele parecen anunciar pañales o comida para niños y cosas por el estilo.Ponían también el ejemplo del que se compra un coche rojo y de repente parece ser que el coche que más abunda por las calles es el coche rojo.

En estos días nos estábamos planteándonos en la oficina el abrirnos al mercado ruso, que es un mercado potencialmente emergente y comprador de viviendas en España. El problema era que nadie en la oficina sabe ruso. Pero que curioso que el otro día me encuentro a un chico husmeando las propiedades que vendemos y que tenemos expuestas en el escaparate y de repente se dirige hacia mi y me pregunta si tenemos trabajo para él. Al poco tiempo de hablar con el, apenas unos segundos, me plantea que como sabe ruso puede trabajar ese mercado.

Dos días después en una reunión a nivel nacional me encuentro con un compañero de la zona que me dice que entre sus agentes tiene a uno que es ruso y que está dispuesto a colaborar y a compartir el trabajo con nosotros.

Hoy, mientras esperaba entrar a una revisión médica, suena el teléfono y adivina quien era.... Pues el agente ruso de la compañía de mi compañero que buscaba una propiedad que yo tenía para alquilársela durante un año a un jugador ruso por nada más y nada menos que 4.000€ mensuales, y pagando todo el año junto y por adelantado.

Alguien puede decir que puede ser parte de la ley de la atracción, pero también puede ser parte de esa ley que te permite ver aquello que entra dentro de tus objetivos y que estaba ahí presente, pero no te dabas cuenta de ello.

Nuestras metas las podemos visualizar, y en cuanto al cómo el hemisferio derecho del cerebro pondrá en nosotros ese gran granito de arena para permitir ver aquello que está a nuestro lado y de lo que podemos echar manos y que muchas veces no somos capaces de verlo.

Lo importante es soñar, visualizar y darle libertad al hemisferio derecho para que nos vaya mostrando pistas. Es cuestión de estar atentos.