3/7/12

Una buena filosofía



Acaba un campeonato de Europa de fútbol y nos deja más allá de los resultados y de un campeón, España, más de una frase que revelan una filosofía que no tiene desperdicio alguno:

La primera de ella es de Iker Casillas, portero y capitán de la selección española, que dice: "Hemos sido educados para ganar". Espíritu positivo y ganador. En la vida, así como en el deporte el que sale derrotado no logra nada de lo que le gustaría obtener. Vivir con la finalidad de cumplir objetivos y alcanzar retos es señal inequívoca de autosuperación.

La segunda es de un Andrés Iniesta, para mí un genio del fútbol, que encandila a mucha gente por su manera de jugar: "Juego, no para conseguir un trofeo, sino para divertirme". Disfrutar de lo que uno hace tiene una consecuencia, lograr el trofeo, primero de satisfacción personal y segundo, muy probable, el de alcanzar objetivos reconocidos para los demás, que en este caso puede ser un campeonato, y en el de la vida de cada uno, el reconocimiento de los demás. De poco sirve el alcanzar títulos sino se disfruta del camino para poder conseguirlos.

La tercera que me ha llamado la atención es la de Xavi Hernández, uno de los mejores, sino el mejor, centrocampista del mundo: "Hoy he sido decisivo". Que uno pueda ser decisivo en lo que aporta a la vida, al trabajo, a la relación con los demás es un lujo. No es solamente el talento del que dispones, sino ese sentimiento de que tu actitud ante la vida y ante los demás les conduce a su propio éxito. Ya no es tu propio éxito, es el de los demás.