29/8/12

Mi propio enemigo: Yo mismo





Siempre he oído decir a entrenadores de fútbol que el principal enemigo que puede tener el equipo es el mismo equipo.
  • La falta de confianza en uno mismo y comenzar a querer agradar a los demás nos lleva a vivir cara a la galería, a renunciar a nuestro propio estilo de vida y a vivir con unos parámetros en los que nos creemos y que nos dejan totalmente insatisfechos con nosotros mismos. Ser fieles a nosotros mismos nos ayuda a vivir con la soltura y con toda la libertad del mundo.
  • El orgullo y la soberbia que nos instalan en nuestros propios valores al punto de no ser capaz de renunciar a ellos e incluso de imponerselos a los demás de tal manera que nos cierran a otras alternativas y general un gran desgaste dentro de nosotros mismos.
  • La incapacidad de olvidarnos de nuestros esquemas y aprovechar las oportunidades que nos da la vida a través de las circunstancias y de las personas que nos rodean. El convertirnos en el centro del mundo y creer que somos poseedores de la verdad nos cierra las puertas a aprovechar cualquier circunstancia que nos pueda venir a bien.
  • Los resentimientos que podamos tener hacia la vida, hacia los demás o las experiencias de fracaso que nos puedan marcar lo suficientemente como para no querer volver a intentarlo o volver a confiar.
Es la fe en unos mismo y la apertura a los demás lo que nos abre el camino hacia el éxito.