21/9/12

Las diferentes verdades



Muchas veces defendemos nuestras ideas a capa y espada. Nos vemos en la posesión de la verdad. ¿Qué pasaría si por un momento cambiráramos de personaje o de posición? ¿Qué ocurriría si por un momento nos pusiéramos ante una circunstancia concreta en el papel de niño, de anciano, de payaso y de bombero al mismo tiempo?

Jugar diferentes papeles ante un mismo problema, aunque parezca absurdo nos da perspectivas diferentes? Tenemos la mala costumbre de pensar siempre en la misma dirección. Pensando de la misma manera obtendremos siempre resultados parecidos.

Desde el punto de vista terapéutico se usan dinámicas de sentar a pacientes e iniciarlos en un dialogo consigo mismo haciendo que se sienten en sillas diferentes. En cada silla se les ofrece la posibilidad de presentar perspectivas diferentes ante su situación.

Ponernos en la piel de otros nos ayuda a explorar nuevas perspectivas y a no encerrarnos en las nuestras. Abrimos las puertas a la riqueza de vivir nuevas perspectivas, sensaciones y experiencias. Lo único que nos separa de ello es el miedo y la inseguridad propia. Tenemos que ser valientes para vivir y no tan solo si revivir.