28/11/12

Salir a pasear




Estos días hemos vivido en España, aun lo estamos viviendo, un sentimiento sección insta o de separación de una de las regiones de España, concretamente Cataluña. Parece paradójico que en unos momentos ellos que se busca la integración de los países, por ejemplo en la Comunidad Económica Europea, hay otros que opten por romper, separarse o disgregarse.

Puede haber siempre motivos para querer dejar un grupo, una nación, una familia, unas siglas. Motivos como la desilusión, la frustración, el sentirse nadie en meció de la masa o el ver que se aprovechan de ti pueden fomentar esos sentimientos.

He vivido en varios países, y el haber vivido fuera de mi propio país me ha ayudado a conocerlo mejor y también me ha ayudado a relativizar muchas cosas, muchos valores, muchos usos y costumbres. A veces la tradición es un valor, otras es una losa con la que tienes que cargar y que te impide caminar.

Es saliendo de ti mismo, de tu propio país y de tus propias costumbres, y conviviendo con otras que te puedan parecer extrañas como amplias la mente, como conoces otras perspectivas, como valorar más profundamente lo tuyo y como eres capaz de abandonar lo tuyo porque ves que hay otras formas, tan validas o más que las tuyas.

Dicen que la empatía es ponerse en los zapatos del otro, es decir, salirse de tus esquemas y sentir, valorar y apreciar los del otro. Ampliar horizontes y experiencias es bueno, nos llevan a ver que las fronteras de los países son imaginarias. Desde un avión no las vemos, y a veces desde la realidad tampoco, simplemente nos las imaginamos.

Salir de nuestra propia visión y dar un paseo por la de los demás nos desconcertará tanto como nos iluminará. Es estar, simplemente, abiertos a lo nuevo.