21/2/13

Aprendiendo a vivir



Vive como si fueras a morir mañana. 
Aprende como si fueras a vivir siempre.

Mahatma Gandhi

¿Te has preguntado alguna vez como vivirías los últimos días de tu vida si supieras el día y la hora de tu fallecimiento? A veces no tenemos ni tan siquiera el valor de plantearnos la posibilidades de que mañana ya no podemos estar presentes en este mundo pero, ¿qué harías? Tal vez gozar de tu familia, un viaje, sentirte víctima de que te llegue la hora y ponerte a llorar....

Una de las grandes experiencias de quien ha acompañado a miles de personas a morir, Elisabeth kübler-ross, nos dice que la mayoría de las personas al llegarle la hora de la muerte sienten un gran resentimiento por acabar su andadura en la vida sin haberse atrevido a realizar cosas que, por miedo u otras circunstancias, no se han atrevido a realizar. Hay quien se lleva la frustración de no haberse hablado con alguien querido, la de no haber aprovechado una oportunidad de desarrollar algo que quería en la vida o de dar pasos que el miedo le ha impedido dar.

Estoy seguro de que muchos en el lecho de la muerte miran con energía y son capaces de reconciliarse con todo el mundo. La experiencia nos dice que aquellos que han estado cerca de la muerte por circunstancias especiales como pueden ser infartos, accidentes, etc. y han sobrevivido comienzan su andadura, lo que ellos llaman su segunda vida, con un espíritu diferente.

La frase de Gandhi que encabeza esta reflexión nos invita precisamente a eso, a saber vivir y aprovechar la vida como si fuera el último día, con la misma ilusión, ímpetu, creatividad y energía. Es la ilusión que le ponemos a la vida y a las cosas que hacemos las que hacen posible que la vida sea algo bello y digno de vivir.

Esa ilusión nos lleva a tener otra actitud no menos importante, la de estar abiertos y aprender, como si fuéramos a vivir para siempre. Es la ilusión de los niños que indagan, investigan, buscan, se atreven porque en su mente y en su espíritu, la vida es un juego. ¿Por qué para los adultos habrá dejado de ser un juego? ¿Quién sonríe más los adultos o los niños? ¿Por qué será?

¿Qué 50 cosas te gustarían realizar antes de morir? Si eres capaz de hacer una lista, por muy imposible que parezca que puedas realizarlas, demuestra la ilusión y las ganas que tienes, no de sobrevivir, sino de vivir.