20/3/13



Recordemos que 
el odio, la envidia, la soberbia 
ensucian la vida. 

Papa Francisco

Son unas palabras del Papa Francisco en su primera misa como Papa ante el pueblo. Fe, Vida e Inteligencia Emocional. 

Los sentimientos son importantes en nuestra vida, revelan lo que llevamos dentro. Los sentimientos, si los dejamos desbocar, pueden echarnos a perder toda una vida.

Quien más y quien menos hemos sentido en algún momento determinado esos momentos de envidia, soberbia, envidia así como otras emociones negativas. Seamos sinceros, ¿somos felices en esos momentos? No creo que nadie se sienta feliz. Yo, al menos, no. Esos sentimientos sacan lo peor de nosotros mismos y nos hacen sentir mal no con aquellas personas o situaciones hacia las que mostramos esos sentimientos, sino que nos hacen sentir mal con nosotros mismos. Es por ello que ensucian y emborronan nuestra vida.

Detrás de esos sentimientos hay algo importante, esa parte vulnerable de nosotros mismos. Una parte a la que no solemos mirar y sobre la que no solemos reflexionar. Tal vez fijemos nuestra atención en aquel o aquello que nos ha hecho daño. ¿Y si en cambio miráramos hacia adentro, hacia nosotros mismos, y viéramos el niño herido que tenemos ahí dentro.

Las emociones negativas nos dejan ver, además de la cólera, rabia, ira, envidia, soberbia, etc que llevamos dentro, la las carencia que tenemos y poseemos, las inseguridades y los miedos que nos atrapan y acechan.

Cuando las emociones positiva y nobles toman posesión de nuestra vida, ésta se convierte en algo sano y alegre al punto de alegrar y hacer sonreír la vida de los demás. ¿No merece, pues, la pena el vivir de forma positiva y constructiva la vida?