2/7/13

Cuidar de mí.



Es curioso como a veces nos cuesta remontar las circunstancias externas que nos rodean así como las internas. Por una parte hablaba hoy con una persona que padece un cuadro de ansiedad y de depresión que la tiene praticamente sin ilusión ninguna. Lo más curioso es que cambiar ligeramente el "chip" y hacer algo diferente, aunque el cuerpo no nos lo pida, pero que puede hacer un efecto positivo en lo que uno padece, se hace imposible. Solamente pude cruzar un par de mensajes con ella y proponerle hacer algo de ejercicio, pues está cientificamente demostrado que hacia cambiar la percepción de las cosas y nos hace tener un estado de ánimo mucho más positivo, así como el reírse sola durante un par de minutos. Son recetas de la neurología que dicen tener bastante efecto en los estados de animo. Pero no fue posible.

Nos dejamos llevar por los estados de animo, por las situaciones medioambientales o por las circunstancias. Hay situaciones que no podemos cambiar pero, ¿podemos elegir la manera de vivirlas? ¿podemos elegir la manera de enfrentarnos a ellas? Sí, pero nos cuesta, nos cuesta levantarnos y hacer deporte en situaciones normales de la vida. Nos cuesta llevar una alimentación sana. Nos cuesta enviarnos constantemente mensajes positivos a nuestra mente. Nos cuesta ver diferentes maneras de ver la realidad y de enfrentarnos a ella.

¿Cómo podríamos conseguir romper el círculo vicioso?

Tengo un amigo que dejó el mundo de la droga, y estaba metido hasta el cuello, con tan sólo decir que lo dejaba. Hay quien dejó el tabaco diciéndose que era el último cigarrillo que se fumaba y así fue. A veces creo que es cuestión de tener claro lo que uno quiere y lo que a uno le hace mal. ¿Es cuestión de carácter y de voluntad?

Marta Ligioiz, neuróloga, dice que hay que alimentar nuestros circuitos neuronales de forma positiva y constante. Los mensajes que nos lanzamos constantemente y los que a diario recibimos de los demás no están en función de aquello que queremos conseguir en la vida. Ella dice que tenemos que tener claro cual es la estrella polar que queremos seguir en la vida, es decir, nuestros sueños y que una vez que lo tengamos claro cada paso que demos darlo, no en función de lo que sentimos, sino de lo que buscamos y da sentido a nuestra vida.

Es por ello que ante muchas situaciones de la vida, situaciones que nos pueden desbordar o encontrar desprevenidos, saber cual es el objetivo, el sentido de nuestra vida y aquello que nos gustaría alcanzar nos ayudarían como guías para saber que cada paso que demos tiene que ir en una dirección determinada. Es cuestión pues de cuidarnos a nosotros mismos alimentando todos y cada uno de los sueños que dan sentido a nuestra vida.

La misma Marta pone un ejemplo, el tiro al arco, un deporte que necesita precisión y tranquilidad, saber apuntar hacia el objetivo y la tranquilidad de que los brazos no se muevan. Un deporte que tal vez nos invita a que en esos momentos en los que las circunstancias no nos acompañan podamos mantener la serenidad para que desde ella el objetivo pueda seguir siendo claro y las decisiones que tomemos puedan ser lo suficientemente claras como para no desviarnos en la trayectoria de nuestros sueños.