17/7/13

¿Gateamos por la vida?




¿Has tenido alguna vez la oportunidad de seguir el crecimiento de un niño pequeño? Me refiero concretamente al momento en el que empiezan a querer caminar. ¿Qué observas?
  • No tienen miedo.
  • No miden los riesgos.
  • Se caen.
  • Se vuelven a levantar.
  • Se enfadan si no se les deja ir a su aire.
  • Sortean los obstáculos.
Ahora piensa en ti mismo ya de adulto. Tienes que levantarte y caminar hacia lo que quieres conseguir en la vida. ¿Cuáles son tus actitudes generalmente?
  • Lo piensas y lo meditas una y otra vez.
  • Mides los riesgos.
  • Tienes miedo a caerte.
  • La caída o el error te frustra.
  • Muchas veces te quedas en el suelo quejándote de tu mala suerte.
Y ahora vuelve a pensar en la manera de caminar que tienes hoy. ¿Cómo lo has llegado a conseguir? Siendo niño y probando lo que es la caída y el intentarlo de nuevo, no mirando a los lados, atreviéndose a dar el paso y pase lo que pase.

Somos fruto de lo que hemos vivido apasionadamente a través de nuestros atrevimientos de infancia. En un momento nos cortaron las alas y nos invadieron a miedos y a prudencias. Desde ese momento nuestro espíritu de descubrir la vida se ha parado, unas veces basados en el miedo, otros en la experiencia y otras en la prudencia. Pero lo que sí es cierto es que hemos aprendido a base de caernos y levantarnos, a base de insistir y de probar.

Hoy, incluso, no queremos que otros pasen por donde nosotros hemos pasado y lleguen, consecuentemente, a la experiencia y a la madurez que tenemos si el mismo proceso que nosotros. La mariposa, cuando sale del capullo, batalla, sufre, se esfuerza y batalla para romper la membrana que le rodea, lo mismo que el feto humano cuando sale del vientre de la madre.

Vivir es apostar por el crecimiento, por curiosear en las membranas de la vida, por romper los muros que nos atan a lo conocido, disfrutar de la caída no como error sino como manera de conocer y de aprender a como vivir y adaptarnos continuamente a la vida.

¿Será bueno el seguir gateando por la vida por miedo a caerse? Lo importante no es caerse, sino aprender de cada caída. Cuando aprendemos de cada caída lo que alcanza relevancia no es la caída en sí, sino lo que han aprendido en ella.

Si intentamos gatear por la vida sin miedo a caernos y experimentar:
  • Estimularemos nuestros hemisferios cerebrales y estaremos más abiertos a los estímulos de la vida. Veremos cosas que no veríamos y aprenderemos cosas que sin ese atrevimiento jamás veríamos.
  • Hace posible el movimiento, la fluidez en nuestra vida.
  • Permite que nos enfoquemos en diferentes puntos de vista.
  • Ayuda a medir el mundo que nos rodea.
  • Ayuda a escribir el futuro de cada uno.
  • Experimentamos la vida como algo que sentimos en nuestro propio cuerpo, con sus miedos y esperanzas.
Sigamos gateando, intentando levantarnos y caminar por la vida. Como niños que hemos sido la vida nos ayuda a levantarnos y a equilibrarnos en cada momento siempre que queramos levantarnos.