22/7/13

Éxito y autodisciplina



El éxito no es un golpe de suerte, sino que es el resultado de saber estar en el momento adecuado, en el sitio adecuado y después de haber creado las circunstancias adecuadas. Sea en los negocios, en un plan para dejar de fumar, tener el peso adecuado, crear el ambiente familiar que uno desea, o el tipo de amigos con el que quieres relacionarte todo depende de uno mismo. Pero los que han conseguido dejar de fumar, han dejado atrás los kilos que le sobraban o han conseguido rebajar el azúcar que tenían en sangre a través de una dieta o del ejercicio físico, o bien aquellos que han conseguido tener una situación financiera que perseguían tienen un elemento en común que es parte de él éxito o de las metas conseguidas: 
  • Auto disciplina. Sin ella es imposible conseguir las metas que uno se propone, pues el camino está lleno de obstáculos y de momentos de desánimo. ¿Cuál es la razón por la que unos lo consiguen y otros no? La persistencia, la continuidad, la constancia, el no abandonar el proyecto en el que crees.
  • Podemos tener el talento, pero el mundo está lleno de talentos que no han triunfado. Se han rendido, han tirado la toalla al principio, a mitad o casi al final del camino. Para conseguir  esa tenacidad y persistencia, ¿que hacemos? Hay quien mira para atrás y se fija en lo que deja. Ello no ayuda. Es una carga de la que hay que liberarse. ¿Para que pensar en lo que no quieres? Mientras pienses en ello lo llevas contigo. Pensar en lo que quieres conseguir, que es lo positivo y lo que te motiva, valorar cada paso dado hasta el momento y no dejar de pasar ni un sólo día por agradecer los pasos y las circunstancias que has sido capaz de crear es algo que te ayuda y eleva la autoestima junto con la moral.
  • Crear hábitos. Prepararse . Hay hábitos que nos alejan de nuestra meta, hay otros que nos acercan. Crear hábitos y reforzar aquellos que nos ayudan, perfeccionarlos y hacer que fluyan de nosotros de forma espontánea es algo que nos mantendrá siempre en el camino. Simplemente tenemos que adquirirlos. Podemos al igual que aprendimos a caminar, a conducir o a cocinar un plato de comida. Al principio íbamos lento o mirando cada uno de los pasos que teníamos que dar. La constancia ha hecho que hoy lo hagamos de la forma más natural e inconsciente. Lo dominamos porque lo hacemos cada día. Hacer una lista de hábitos e integrarlos en la vida diaria, en el trabajo o en nuestras relaciones es crucial.
  • Conocimiento, investigar, formarse. Miedo e ignorancia son los principales frenos. ¿Cómo vencerlos? Con el conocimiento, indagando, buscando, leyendo, hablando y, sobre todo, acercándonos a los que son maestros en la materia, aprendiendo de los mejores. Hoy lo tenemos a nuestro alcance a través de las redes, donde muchos ofrecen esa cercanía para que otros aprendan lo que a ellos les ha llevado al éxito. Unas veces de forma gratuita, otras con un coste. El éxito tiene un precio a nivel de tiempo, de preparación, de formación y de errores y de fallos que tenemos que cometer. Sin errores es difícil conseguir éxitos en nuestra vida. Hay que exponerse a ellos, el mayor error sería no intentarlo por miedo. Pero para empezar podemos decir que hay muchos recursos gratuitos en la red.
  • Actuar. El éxito no vendrá a tocar a tu puerta en la vida, el azar tal vez si. Son minoría lo que tienen la suerte de que el azar les visite. Los demás tenemos que buscar, preparar la circunstancias, abrir caminos y trabajar duro para conseguir algo. Por eso hay que ponerse en camino y a medida que lo andamos ir perfeccionado nuestras herramientas y habilidades.
  • Lo mejor de nosotros mismos. Nos guste a no conseguiremos el éxito sólo cuando ofrezcamos lo mejor de nosotros mismos a los demás y siempre que sirvamos como punto de referencia a lo que otros necesitan.
  • Buen producto, servicio y capacidad de satisfacer las necesidades de los demás.
  • "Servir" a los demás. Nos sentimos, transcendemos y damos sentido a nuestra vida.
  • Amar y sentir lo que hacemos y ofrecemos. La sinceridad llega mucho más fácilmente a los demás.
  • Saber vender nuestro producto, nuestra vida, nuestros valores, nuestras creencias y sin miedo alguno. Convencido de que ofrecemos algo que a nosotros nos aporta calidad de vida. 
Lo principal de todo es empezar y perseverar día a día.