23/7/13

Misión, Visión y Propósito, fuentes del éxito




Hay tres aspectos importantes a la hora de conseguir nuestros objetivos y metas. No podemos olvidar que lo que queremos alcanzar y conseguir está de una manera u otra relacionada con gente. Si vendemos un producto, se lo vendemos a la gente; si queremos mantener una relación estable a nivel familiar o laboral, lo conseguiremos con quien vivimos o trabajamos; si queremos alcanzar objetivos personales, de una u otra manera, influirán positiva o negativamente en nuestro entorno. Es por ello que debemos tener en cuenta tres aspectos y tenerlos claros en nuestra mente para poder enfocarnos en ellos, visualizarlos de forma constante y que sirvan de guía hacia lo que queremos conseguir. Estos puntos son la misión, la visión y el propósito por el que queremos algo.



La misión viene a ser el objetivo. No se si has tenido la experiencia de estar comunicándote con alguien, en público o en privado, y te das cuenta de que no llegas a la gente, que lo que estás intentando comunicar no es lo que entiende tu interlocutor. Frustrante, ¿no? Ciertamente.

Si tengo claro lo que quiero alcanzar, lo que quiero que los demás comprendan, no hay nada como tenerlo claro. Será imposible que venda algo si ese algo no satisface lo que yo necesito o lo que los demás están esperando conseguir. 

El objetivo siempre en la mente, tanto el mío como el de mis interlocutores o clientes. Si pierdo el foco, el objetivo ni lograré centrarme en lo que quiero, ni conseguiré que los demás se centren en lo que les propongo pues no forma parte de sus expectativas.


No has nada como imaginarse lo que uno quiere, lo que desea, lo que busca. Vagar en en lo no puedes llegar a imaginarte ni te ayuda a buscarlo ni tan siquiera a motivarte a buscarlo pues, en realidad, no sabes exactamente lo que quieres.

Hace unos días alguien expresaba que necesitaba sentirse plenamente feliz, realizado y tener esa sensación de sentirse útil en la vida. Alguien le preguntaba:

- ¿Qué tendrías que hacer para sentirte así?

- No lo se, simplemente se que necesito hacer algo diferente, contestaba.

- Pero imagínate haciendo lo que te hace feliz, seguía insistiendo la otra persona.

- No lo se, no lo tengo claro, seguía respondiendo el que quería ser feliz.

Es un dialogo que tenemos muchas veces a nivel interno. Queremos algo, pero no sabemos exactamente ni el qué ni el cómo. Y si no somos capaces de visualizarlo, de describirlo y de vivirlo, ¿seremos capaces de buscarlo?

Hay un pequeño ejemplo que nos lo pone bien claro: ¿Te imaginas a alguien comiendo un limón? ¡Si, imagínatelo! ¿Qué se produce en estos momentos en tu cuerpo, en tu boca? ¿No segregas saliva? Es lo que es capaz de producir nuestro cuerpo cuando nos enfocamos en algo, reacciones orgánicas que hacen que segreguemos lo que necesitamos para degustar aquello que queremos probar y alcanzar.

La capacidad de visualizar todos y cada uno de los detalles nos motivará y abrirá nuestra mente a los recursos internos y a los externos que la vida nos irá presentando a lo largo del día.


Saber lo que queremos, el porqué lo queremos y como afectará a nuestra vida y a la de aquellos que nos rodean, ¿No nos ayudará a implicarnos de una manera mucho más grande? ¿No hará que nuestra ilusión y motivación aumenten? ¿No incrementará en nuestro interior una capacidad de logro mucho más grande? ¿Quién de nosotros no ha sentido esa sensación que nos ha ayudado a conseguir lo que queríamos en algún momento de nuestra vida?

El propósito, la finalidad y la repercusión en uno mismo y en los que queremos es vital. Hará que uno se lance al agua aún no sabiendo nadar, hará que uno haga lo imposible porque la palabra imposible no existía o no era tan fuerte como la del propósito que buscábamos.

El propósito hace que cambien las cosas a nuestro alrededor, que tengan sentido y que encontremos dentro de nosotros las fuerzas que normalmente no encontramos. ¿Has visto la película de "La Vida es Bella"? ¿Has leído el libro "El Hombre en busca de Sentido"? ¿Has buscado dentro de ti los grandes retos que has sacado adelante? ¿Quien o qué te dio la fuerza sino el sentido y el propósito que había detrás de lo que buscabas?