15/8/13

¿Anclados en el pasado?




¿Te acuerdas de aquella experiencia de la mujer de Lot cuando dejaron Sodoma y Gomorra? Miró para atrás y quedó convertida en estatua de sal. Aunque no deja de ser parte de la catequesis bíblica y de los mitos que muchas veces nos acompañan en la vida no deja de tener todo su sentido. Somos más de uno los que miramos al pasado y por culpa de él nos quedamos petrificados, fosilizados, inmóviles y paralíticos a la hora de vivir.
  • Añoramos tiempos mejores, el pasado siempre fue mejor, afirmamos muchas veces.
  • El pasado pesa como una losa en nuestras vidas. Hasta los problemas del presente tienen que ser explicados por experiencias traumáticas del pasado, incluso las vividas en el propio vientre de nuestra madre.
  • El pasado nos sirve para generalizar experiencias de errores cometidos.
  • El pasado sirve para asumir un papel de víctima y de lamentación que nos mantiene entretenidos en vez de buscar situaciones que nos hagan la vida mucho más confortable.
La mayoría de las personas 
tienen miedo a la muerte 
porque no han hecho nada de su vida.

Peter Alexander Ustinov

Esa es la realidad. Vivimos más en el pasado que en el presente. Y también nos preocupa más el futuro que el propio presente. Al final la vida se nos va en un abrir y cerrar de ojos y no hemos disfrutado de ella. Dicen que al final de la vida la angustia más grande que tienen los que se están muriendo es aquella de darse cuenta de lo que pudieron hacer y no lo han hecho y la mayor parte de las veces por miedo a meter la pata.

Tal vez nos ayude unas pequeñas preguntas para cambiar esa sensación que tenemos de culpar a todo lo que nos ha pasado en la vida, puesto que son cosas que han pasado y ya no las puedo cambiar:
  • ¿Qué es lo que realmente quiero?
  • ¿Qué o quien me impide conseguir lo que quiero?
  • ¿CÓMO podría llegar a conseguirlo?
  • ¿Qué pasos, aunque sean pequeños, puedo dar para ello?
Enfocarnos en el presente, intentando construir el futuro, la vida que SI queremos, es estar enfocados en la vida y no en la muerte, en aquello que ya no está. Y si tenemos que mirar hacia el pasado que sólo sea para coger carrerilla o impulso para seguir caminando hacia el futuro.