5/9/13

Más allá de las excusas.



¿Qué hay detrás de una excusa? Tal vez un miedo que nunca somos capaces de hacer florecer en nuestra propia vida o quizás un pensamiento negativo sobre nosotros mismos o sobre lo que podemos llegar a vivir. Si muchas veces llegan a nosotros pensamientos negativos tenemos que pensar lo que realmente significan. Si, por ejemplo me digo: “No puedo dejar de trabajar y empezar mi propio negocio; tengo una hipoteca y una familia en la que pensar”, tu podrías en realidad estar diciendo: “No tengo tiempo y estoy muy cansado para empezar a hacer algo nuevo”.

Tenemos que afrontar la realidad de nuestros pensamientos negativos. Vamos a pensar en ellos y en un clima de tranquilidad vamos a pensar las verdades personales que se esconden detrás de ellos. Por ejemplo, haz una lista de diez pensamientos negativos que te vengan a la mente de una manera más o menos frecuente. Por cada pensamiento negativo escribe una posible verdad que cada pensamiento negativo te hace ver de ti mismo. Acoge esa verdad con naturalidad, con cariño, sin rechazo. Obsérvala desde la lejanía y son juzgarla, sin criticarla. Acéptala tal cual te viene.

Es el principio del cambio, reconocer nuestra realidad y nuestros sentimientos. Aceptarlo tal cual son. Dejarlos ahí, no luchar contra ellos. 

Recuerdo una historia de Tony de Mello en la que hablaba de un alcohólico al que todo el mundo le decía que cambiara, que dejara la bebida. Por más que la gente se lo decía el pobre hombre seguía bebiendo sin parar. Un día un buen amigo se acercó y le dijo que no se preocupara, que siguiera bebiendo, que lo aceptaba tal y como era. A partir de ahí, curiosamente, el alcohólico dejó de beber. Huir de nuestras debilidades las acrecienta; querer no verlas, las hace más visibles; aceptarlas hace que las vivamos reposadamente y las dominemos.

Las excusas nos apartan de nosotros mismos y de nuestros sueños. Solo cuando nos encontramos y aceptamos a nosotros mismos vencemos el camino de nuestros miedos.