22/10/13

Desarrollando el talento




Siguiendo la lectura de de Daniel Coyle hay cosas que muchas veces nos pasan desapercibidas a la hora de lograr el éxito en aquello que buscamos y queremos. Tres puntos más que destaca son los siguientes:

  • El cuaderno acompañante. Un diario acompañante en el que podamos ir escribiendo aquello que vamos experimentando cada día. Y lo importante no es tanto el cómo lo escribamos, sino que reflexionemos sobre ello. Dice que actúa como mapas mentales en nuestra mente. Escribir nos genera una mayor claridad mental. ¿Cuántas veces hemos dejado atrás cantidad de ideas, sentimientos y experiencias que de haberlas anotado y reflexionado sobre ellas nos hubieran ayudado a mejorar nuestro talento?
  • El sentido del ridículo. ¿Cuántas veces nos hemos quedado atrás por ese sentimiento de ridículo que a veces nos invade? Nos preocupa nuestra imagen y lo que la gente pueda llegar a pensar de nosotros. Vemos los errores como elementos de un fracaso cuando en realidad son hitos que usamos para mejorar. Mira por donde que el ridículo tiene una función importante, si miramos hacia él, nos frenará, pero si miramos a lo que deseamos nos ayudará a mejorar. Al fina todo depende de donde enfoquemos nuestra mirada. Somos nosotros los que elegimos lo que pensar y a donde enfocarnos. "Los errores deben reinterpretarse, y no asumirlos como definitivos sino como mera información para seguir avanzando hasta alcanzar el objetivo."
  • Lo espartano y lo lujoso. ¿Qué escogerías entre uno y otro? Tal vez tengamos una mayor inclinación hacia lo lujoso, pero es exactamente lo lujoso, la comodidad, lo que hace que nos esforcemos menos a la hora de desarrollar el talento. Nos da un sentido de relajación. La necesidad agudiza mucho más el ingenio. "Lo sencillo ayuda a centrar la atención en lo que se realiza.
Y siempre es conveniente el marcarse preguntas que nos ayuden a crecer:
  • ¿Qué me impide anotar de forma casi diaria las experiencias, ideas, sentimientos que voy teniendo?
  • ¿Me ayudaría a conseguir mejor mis objetivos? No olvides que cada día tendríamos que dar tres pasos hacia lo que deseamos. Darlos o no darlos depende de nosotros y reflexionar sobre los pasos dados o relegados nos ayudará a clarificar nuestra actitud hacia lo que queremos.
  • ¿En qué me gustaría hacer el ridículo y pasar totalmente desapercibido? ¿Qué tiene más importancia el sentido del ridículo o lo que quiero alcanzar? ¿Qué actitud me puede ayudar a dejar a un lado ese sentimiento? ¿Qué pasos voy a dar para imponerme a ese sentimiento?
  • ¿Qué experiencias positivas me han acarreado las limitaciones y las carencias que he tenido? ¿Cómo he sabido aprovecharlas en mi vida? ¿Han llegado a realzar mi autoestíma?