4/11/13

Resilencia, adaptación. ¿Cómo lograrlo?



No hay quien se libre de encontrarse a veces en situaciones inesperadas, unas veces traumáticas que nos ponen a prueba, y otras más sencillas que pasan como meras anécdotas de nuestra vida. ¿Cómo conseguir adaptarnos a las circunstancias y aprovecharnos de ellas?

  • Confianza en uno mismo. Tal vez las crisis lo que más nos hace ver es la desconfianza que tenemos hacia nosotros mismos, la inseguridad que nos produce y el miedo ante dicha inseguridad. Confiar en uno mismo es importante, nos da la capacidad de afrontar las situaciones con más entereza y seguridad. Desde la aceptación viene la superación. Como anécdota la de alguien en la radio que nada más empezar pidió que le perdonaran porque estaba nervioso. A partir de ahí, desde esa aceptación y confianza, no se le volvió a notar nervioso.
  • Nuestro propio camino y pasión. Nada nos da más seguridad que seguir lo que el corazón nos dice, lo que hacemos con pasión. ¿Por qué? Porque al dominarlo nos sentimos seguros. No hay nada como sentirse en la vida como pez en el agua, haciendo lo que a uno le gusta.
  • Optimismo. Hay que mirar hacia lo que perseguimos y no hacia lo que tememos. Lo positivo nos da fuerza, los miedos y el pesimismo nos la quitan. Tan sencillo como la primera vez que tuve que cruzar un puente colgante en México. Nada más poner el pie en la hamaca comenzó a moverse. La persona que me acompañaba me dijo: "Mira al frente, no mires al río ni al movimiento. Mira al frente." Y funcionó, De haberme centrado en el miedo no lo hubiera cruzado.
  • Los resultados. Unas veces pueden gustarnos, otras no. Si nos gustan, adelante; y si no, ¿qué aprendemos de ellos? ¿Qué sentido tienen en todo el proceso? Hay quien lo ve como un fracaso, pero también como una manera de aprender a no hacer las cosas, o a tener que aprender algo nuevo que posiblemente tenga mucho más sentido más adelante.
  • Desarrollar relaciones positivas, sobre todo con quien ha vivido las misma circunstancias. Lo que unos han aprendido a vivir y a valorar a nosotros también. Puede ser un punto de partida o un hombro en quien apoyarse, o personas de las que aprender.
  • El autocontrol. Dejarse llevar por las emociones puede ser tan bueno como malo, bien sean emociones positivas o negativas. Poder controlar las emociones nos puede evitar dar pasos en falso, decidir equivocadamente en función de lo que sentimos y no de lo que buscamos realmente.
  • Saber vivir cada paso, cada instante. Muchas veces nuestras frustraciones son porque no vemos expectativas cumplidas. Centrarse en cada paso, vivirlo, aprender de él y saber caminar partiendo de él es saber vivir la misma vida.