17/12/13

Y una piedra en el camino......




¿Te has tropezado alguna vez con una piedra en el camino, con un obstáculo, con algo que te impide caminar de manera cómoda y tranquila por la vida? En un ejemplo de Alex Rovira en el que nos invita a pensar en lo que haríamos en el caso de que se nos colara una piedra en el zapato, ¿qué haríamos? Pocas opciones tenemos, una es la de caminar y amoldarnos a la situación con el consiguiente daño que podemos sufrir en el pie y otra, mucha más sencilla, es la de pararse un momento, quitarse el zapato y desalojar la piedra del zapato. Tal vez es lo que más solemos hacer en la vida pero una piedra la identificamos bien cuando está alojada en el zapato, ¿y cuando está alojada en la vida?

A veces podemos creer que cortar por lo sano es lo más fácil pero ¿donde está realmente alojada la piedra que nos molesta?

Hay piedras que pueden ser creencias, formas de pensar que nos mantienen en una forma de actuar totalmente equivocada. Pensar que la piedra está fuera de nosotros es relativamente fácil. Siempre es más fácil echarle la culpa a la vida y a las circunstancias que a nuestra manera de pensar sobre la misma vida y las mismas circunstancias. Lo que yo pienso y creo, ¿me ayuda realmente a tener una actitud más positiva y libre ante la vida y las circunstancias-




Las emociones, tanto positivas como negativas, pueden convertirse en otra piedra de la que podemos mantener una dependencia que nos impide caminar con holgura. ¿Cuántas veces el amor, el odio, el rencor o la simple amistad con alguien nos impiden dar pasos de libertad y de crecimiento personal? Arrastramos en la vida cantidad de emociones, tanto del pasado como del posible futuro, que nos impiden ser libres ante el presente que nos toca vivir y saborear.





Otras veces dependemos de cosas materiales, llámale dinero, casa, muebles, joyas, utensilios, recuerdos, etc. que supuestamente nos dan cierta tranquilidad pero que nos hacen depender de ellos, cuando nosotros somos mucho más que ellos. Intentamos llenar nuestra vida de muchas cosas por una simple razón, nos sentimos vacíos por dentro. Lo exterior que intenta suplir a la carencia interior que tenemos.





Los hábitos adquiridos pueden ser también piedras que entorpecen nuestro caminar. ¡Cuántas veces nos cuesta cambiar en la vida los hábitos! ¿Miedo a lo nuevo?
¿Desentumecer nuestro cuerpo para estar aprendiendo y adaptándonos a nuevas situaciones o hábitos? Hay hábitos que nos acercan a nuestras metas, otros nos frenan o nos alejan.

Tal vez la piedra en el zapato o en el camino no es una piedra que esté fuera de nosotros mismos sino dentro de cada uno de nosotros. Bien escuchaba yo en una ocasión que muchas veces podemos cambiar de lugar, de trabajo, de familia o de circunstancias que si es problema está dentro de nosotros mismos lo único que haremos es llevarlo con nosotros a otros ambientes.

La piedra, ¿cuál es? Pregunta a responder de forma clara y sincera por cada uno. ¿Mirar hacia fuera? Tal vez. ¿Mirar hacia uno mismo? Imprescindible antes de mirar hacia otros.