31/12/14

Sana envidia



Todos tenemos de vez una sana o enfermiza envidia. Hace tiempo oí decir que entraba en el mercado inmobiliario en el que trabajaba una red de supermercados que se instalaban cerca, muy cerca o lo más cerca posible de la competencia. No tenían miedo, sí tenían seguridad en sus productos. Al mismo tiempo veía que donde se instalaban unos grandes almacenes el precio de la vivienda subía automáticamente. 

¿Qué supone que los que viven o trabajen a mi lado les salgan bien las cosas? Que las cosas marcharán bien para mí, siempre y cuando yo sepa trabajar o dar lo mejor de mi mismo. Un ejemplo muy gráfico lo leía yo hace unos días cuando un agricultor deseaba de corazón que las cosechas de sus vecinos fueran bien ya que mediante la polinización su cosecha se veía beneficiada y no perjudicada.

Todo aquello que nos ayude a crecer, a mejorar, a ofrecer la mejor de calidad de nosotros mismos hará que tengamos más confianza en nosotros mismos y menos miedo al entorno. El entorno puede ser mejor o peor que lo que nosotros somos u ofrecemos, pero sea lo que sea nos ayuda a crecer si nos dejamos enriquecer por el mismo entorno.

Se dice que para alcanzar e´éxito o la felicidad en la vida tenemos que rodearnos, nada más y nada menos, de gente que ya lo ha conseguido. Es por ello que tener una sana envidia nos ayuda a crecer y a aprender de aquellos que ya lo han conseguido.



30/12/14

Querer, poder, logar y Actitud.


Todos vivimos en el mismo sitio y bajo las mismas circunstancias, bueno, mejor dicho bajo las mismas o parecidas circunstancias. A muchos nos gustan y a otros muchos no. Reaccionamos de una manera u otra. Decidimos irnos o quedar. Lo bueno es que alguien decía en su día que "cuanto te vas a otro lugar sueles llevarte el problema contigo". ¿Qué hace falta? Actitud; sí, actitud proactiva, responsable, creativa e imaginativa. Actitud de hacer de lo que hay algo que merezca la pena vivir. Me viene a la mente en estos momentos la actitud de los que sufrieron un accidente de avión en los Andes en la que tuvieron que sobrevivir 72 días a la buena de Dios:

De las 45 personas en el avión, trece murieron en el accidente o poco después (entre ellos 4 de los 5 miembros de la tripulación); otros cuatro habían fallecido a la mañana siguiente, y el octavo día, murió una pasajera de nombre Susana Parrado debido a sus lesiones.
Los 27 restantes tuvieron que enfrentarse a duras condiciones ambientales (-25 a -42 °C) de supervivencia en las montañas congeladas, aún en plena época de nevadas, en medio de la primavera austral. Durante varios días las partidas de rescate intentaron localizar los restos del avión sin éxito. Incluso algunos aviones estuvieron cerca del lugar, pero muy alto para poder encontrarlos.
Muchos de los supervivientes habían sufrido diversas lesiones cortantes o moretones y carecían de calzado y ropa adecuada para el frío y la nieve. Se organizaron para resistir las duras condiciones imperantes. 
A pesar de las condiciones y el grado de debilidad y aletargamiento, los supervivientes liderados por el estudiante de medicina, Roberto Canessa, quien propuso soluciones para todo, fabricó además elementos y utensilios ingeniosos tales como alambiques, guantes (con los forros de los asientos del avión, que se desprendían con facilidad), botas (con los cojines de los mismos) para evitar hundirse en la nieve al querer trasladarse, y anteojos (con el plástico tintado) para resistir el frío y el encandilamiento de la nieve. 
La mayoría de los sobrevientes dormían con un par de pantalones, tres o cuatro suéteres, tres pares de calcetines, y algunos se tapaban la cabeza con una camisa para conservar el aliento. Para evitar la hipotermia, en las noches más frías, se daban masajes para reactivar la circulación e intentaban mantener la temperatura corporal en contacto entre sí. Algunos preferían dormir descalzos para evitar golpear a alguien con sus zapatos.
La búsqueda se suspendió ocho días después del accidente. En el undécimo día en la montaña los supervivientes escucharon por una radio de pilas, con consternación, que se había abandonado la búsqueda. Wikipedia
¿De qué depende todo? Al frente podemos ver accidente, muerte, destrucción, etc. Es algo real que no se puede ignorar en la vida. Pero a nuestro lado podemos ver los restos de la tragedia y a partir de ahí la llamada a seguir viviendo aún y a pesar de las situaciones inverosímiles. Todo depende de la actitud con la que reaccionamos en la vida a lo que nos pasa.

Dicen que entre nuestras emociones está el miedo y que ante él podemos escapar o enfrentarnos a él con mayor fuerza, ingenio, creatividad e imaginación, en definitiva, con un espíritu positivo. Todos nacemos con las cartas que nos ha tocado jugar, pero la forma de jugarlas depende de cada uno de nosotros. 

Aceptar la situación y a partir de ahí hacer lo que mejor podamos y lo que mejor "queramos" es la llave del éxito. "Querer" es el condimento principal desde el que se forja el "poder" para poder transformar lo que no nos gusta en algo digno de vivir.


29/12/14

Entre el hoy y el mañana.


Cada vez más oímos hablar sobre objetivos y metas a conseguir. Vivimos muchas veces pensando en el futuro y, sin darnos cuenta, podemos caer en ser víctimas del futuro como muchas veces lo somos del pasado. Mientras tanto nos olvidamos de algo tan importante como es vivir el presente. De hecho, ¿recuerdas todos y cada uno de los momentos placenteros que viviste en el día de ayer? Y ello sin hablar de los momentos difíciles que nos podemos encontrar en el día a día.

Dicen que pensar mucho en el pasado es las causa de muchas depresiones y que estar obsesionados con el futuro es el origen de muchos procesos de ansiedad. Mientras tanto pasa la vida y, ¿qué vivimos? 

Recuerdo la vieja historia del pescador:
El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un pescador del Sur tranquilamente recostado contra su barca y fumando en pipa.
“¿Por qué no has salido a pescar?”, le pregunto el industrial.
“Porque ya he pescado bastante hoy”, le respondió el pescador.
“¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas?”, insistió el industrial.
“¿Y qué iba a hacer con ello?”, preguntó a su vez el pescador.
“Ganarías más dinero”, fue la respuesta. “De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que obtendrías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas… y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico, como yo”.
“¿Y qué haría entonces?”, preguntó de nuevo el pescador.
“Podías sentarte y disfrutar de la vida”, respondió el industrial.
“¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?”, respondió el satisfecho pescador.
Es una historia que me hace reflexionar, sobre todo de la cantidad de cosas que hacemos cada día y que hacemos rutinariamente sin saborear el placer que cada una de ella puede provocar en nuestra vida si supiéramos vivirla a tope.

A mi, personalmente, me ocurrió en su momento en una ocasión que tenía que subir a una montaña muy empinada. Mis ojos estaban fijos en el objetivo, un pino que suponía lo alto de aquel cerro. Mis ojos estaban anclados en el pino. Yo subía y el pino no se movía, parecía estar siempre a la misma distancia. Recuerdo que me paraba una y otra vez a descansar a pesar del consejo de que no lo hiciera.

Hubo un momento en el que ya no podía más, sentía vergüenza por mis acompañantes. Me senté, cerré los ojos y quería desaparecer de aquel lugar. Así, y como por arte de magia, abrí los ojos y observé  algo que me acompañaba por el camino y no me daba cuenta: toda la vegetación. Flores de diferentes dolores, muchas tonalidades de verdes, el cantar de los pájaros, el reptar de los lagartos, etc. Decidí levantarme y enfocarme en todo eso que me encontraba por el camino. Poco después estaba en la cumbre tan deseada sin haber parado una vez más por cansancio.

Los objetivos en la vida son muy importantes, pero es mucho más importante cada paso, cada momento que vivimos, porque ello es la vida real. Tal vez la vida nos depare la satisfacción de encontrar lo que buscamos, una satisfacción que tal vez dure poco tiempo mientras que el camino ha durado mucho. 

Eso es la vida, todo un proceso  a vivir, a saborear, a disfrutar y a sentir plenamente. Los objetivos alcanzado son, simplemente, el premio y el goce de haber llegado. Pero el proceso es lo que hemos vivido y lo que nos ha curtido como personas.

De pequeño me hacían hincapié en hacer todas las noches el examen de conciencia. Hoy pienso diferente y creo que deberíamos centrarnos en agradecer todas y cada una de las cosas realizadas durante el día. Estar agradecido cada noche por lo acontecido durante el día nos prepara para el día siguiente. Nos prepara a saber acoger cada momento, saborearlo tal y como ese momento es, para poder gozar del camino de la vida y aprender de él.



26/12/14

10 actitudes de liderazgo.



Estamos en Navidad y nada mejor que verla como el nacimiento de un auténtico líder que ha cambiado la historia de la humanidad. Una historia basada en el servicio que deja bien manifestado en el lavatorio de los pies de la Última Cena y sobre todo en el nombre que se elige "Emmanuel", Dios-con-nosotros".

  • Dominar el Contexto y no que el contexto que te domine a ti. Hace falta tener un buen aplomo, conocer las circunstancias que te rodean, interesarse por ellas y tener una visión que va más allá del presente. 
  • Comprender lo básico. ¿Qué es lo básico? Las ganas de aportar y de sentirse útil a los demás. Es lo que aportará ilusión energía, entusiasmo y un alto sentimiento de auto realización
  • Conocerse a uno mismo. Es el punto de partida. Damos de lo que somos y partimos desde donde estamos. Descubrir dentro de nosotros muchos valores, actitudes y cualidades que viven latentes o de forma inconsciente en nosotros.
  • Conocer el mundo que te rodea. Es parte del contexto pero también el desarrollo del interés y de la curiosidad por lo que desconocemos. 
  • Actuar por instinto. Cuando la preparación y el conocimiento se trabajan las oportunidades se aprovechan y ellas se dan cuando las intuimos, las construimos y nos adelantamos a realizarlas en vez de que otros se adelanten o las hagan.
  • Dejar que emerja el Yo. Es lo que nos hace únicos, nuestra propia identidad, nuestra insignia personal, nuestro sello que es lo que nos hace diferentes como personas.
  • Triunfar sobre el caos. Es la visión de futuro, la tierra prometida hacia la que se avanza, el saber ganar en río revuelto, el tener una actitud proactiva y creativa. Tener una mentalidad positiva que no se deja llevar por la dificultad sino que se proyecta hacia lo que se quiere conseguir, los objetivos y las metas.
  • Poner a los demás de tu parte. Solo lo conseguiremos cuando tengamos una actitud de ganar, ganar; una actitud de servicio y de hacer posible que los demás triunfen con uno mismo. Es saber ver el dolor de la gente, escuchar su clamor y bajar para caminar con ellos hacia una tierra prometida.
  • Tener en cuenta que la propia organización puede ayudar o estorbar. Los objetivos no son las instituciones u organizaciones, sino las personas. Sólo cuando la personas prevalece sobre la institución u organización, éstas tienen sentido.
  • Forjar el futuro. El futuro es lo que se quiere, lo que se desea y no lo que se rechaza. El futuro tiene sentido cuando es una respuesta a un presente que esclaviza a la persona y no le permite ser ella misma. 

24/12/14

Una receta para la navidad.



¿Cuál sería el mejor plato para la Navidad? Tal vez un buen plato de ilusión ante la esperanza que plantea la Navidad de no estar solos en el camino que nos lleva a la auto realización como personas.
  • ¿Ilusión? Francamente sí. Si no hay ilusión difícilmente nos pondremos en camino o podremos celebrar algo serio en la vida. Pero, ¿qué hace que nos ilusionemos?
  • La visión de in futuro mejor. Para ello no tenemos otra que imaginarlo. Y si no somos capaces de hacerlo pues no queda otra que crearlo en nuestra mente. Ya sabemos que todo sueño ha nacido siempre en la mente de una persona. Así que no queda más remedio que poner ese ingrediente en nuestra vida: lo que queremos alcanzar en nuestra vida.
  • Conciencia de donde estamos. Si no sabemos donde estamos, ¿cómo podemos generar una visión de futuro o incluso ilusionarnos. Siempre hay un punto de partida y uno de llegada. El punto de partida es esencial para saber cuales van a ser nuestros primeros pasos.
  • Actitud. Tal vez sea uno de los ingredientes más importantes. La actitud es más del 80% del camino. Una actitud abierta, positiva y cooperadora hará que nos veamos en camino y que el camino resulte mucho más atractivo.
  • Autoestima. Nos merecemos lo que queremos y dentro de nosotros tenemos los recursos para alcanzar las metas. Si otros, con aparentes menos posibilidades que nosotros y con mayores índices de dificultades, lo han conseguido, ¿por qué no yo?
  • Motivación. Cuando hay un motivo hay una fuerza que nos empuja. Todo tiene un sentido y las dificultades, frente a los motivos y sentidos de la vida, se tornan en retos capaces de superar pues las fuerzas no están en las dificultades sino en el sentido que le damos a lo que buscamos.
  • La eterna compañía. Como creyente que me siento se que Él está ahí, caminando en lo bueno y en lo difícil. Es la propia fuerza de la Navidad, el sentir a Dios no como algo sino como Alguien que vive dentro de ti y camina contigo.
Creo que todos estos elementos hacen una buena receta para una gran Nochebuena en la que celebramos lo conseguido y lo que todavía queda por conseguir.

FELIZ NAVIDAD

23/12/14

El lado positivo


¿Por qué tendremos la manía de mirar al lado negativo de las personas o situaciones? ¿Por qué una mancha echa a perder un vestido? ¿Por qué tiene tanto poder sobre nosotros las contrariedades?

Miramos hacia atrás en la vida y podemos observar que muchas experiencias, en principio negativas, que hemos tenido a la larga han sido positivas, nos han hecho crecer y damos gracias a Dios porque esos momentos nos han ayudado a crecer e incluso a conocer situaciones y personas que jamás hubiéramos conocido de no habernos encontrado con esos obstáculos o dificultades.

¿Cómo mirar el lado positivo?
  • El primer paso es aceptar lo que hay, lo que ha sucedido. La mayor parte de las veces no queda otra, pues no podemos remediarlo.
  • Captar nos lleva a un segundo paso bastante importante: La libertad de no estar aprisionados o dependientes a aquello que teníamos.
  • La libertad nos permite ver otras cosas, es ahí cuando frotando y frotando sacamos brillo a lo que aparentemente es opaco.
  • Pero lo realmente importante es no mantener el foco en lo que teníamos sino en lo que a partir de lo que tenemos podemos lograr. 
  • Estar abiertos a aprender cosas nuevas puede ser duro, pero enriquecedor. 
  • y lo que resulta más claro es que cuando vemos en lado positivo siempre somos más felices. Y eso merece la pena.



22/12/14

Navidad: Dios y Nosotros



Un año más llega la Navidad. ¿Fiesta social? ¿Religiosa? ¿Personal? Es una pregunta que hago porque estas épocas transcurren dentro del jolgorio, de las compras y de muchos rituales sociales que pueden alejarnos de una realidad mucho más importante y profunda: la del cambio que puede suponer la Navidad en todas y cada una de nuestras vidas. 

Ya de pequeño, acabando la cena familiar, iba a la Misa del Gallo y poco después volvía a casa. Recuerdo que antes de entrar en casa me sentaba un rato en la calle y al ruido de los villancicos que se oían en algunas casas me venía a la mente algo que jamás podía comprender: las treguas de los siete días. Paraban en Palestina e Israel las guerras durante siete días para seguir matándose pocos días después. A mis doce años era incapaz de comprender esa realidad. Poco a poco veía que no solamente se paraban las guerras, sino que había treguas a niveles familiares o sociales. La Navidad era como un alto en el camino, un descanso, para seguir haciendo más tarde lo mismo.

Años más tardes comprendía que la Navidad no era un día, una época o una fiesta religiosa social más sino que era más que nada una experiencia personal por la que muchos deberíamos pasar. Lo que me hizo sentir eso fue:
  • El detalle de que el Nacimiento de Jesús se recordara como algo acontecido en la "noche", es decir, en medio de las oscuridades de la vida. ¿Qué sentido tendría ello?
  • El hecho de que el Nacimiento viniera acompañado de algo tan importante como era la "Virginidad" de María.
  • Un escenario en el que tuvieran que acomodarse en un establo en señal de "rechazo" y de desprecio.
  • Y en medio de todo ello la elección de un nombre: "Emmanuel", que quiere decir "Dios con nosotros".
¿Qué reporta todo ello a nuestras vidas, a nuestro sentido de la Navidad y a tanta celebración?

En medio de la oscuridad que vivimos cada día la Navidad nos invita a que cada día y no sólo en esta época sintamos que Dios, Emmanuel, Dios con nosotros, aparezca más que como un personaje de la tradición como un personaje que "irrumpe" dentro de nosotros para que en medio de todas esa impotencia como pueden ser la oscuridad, rechazo, imposibilidades que sentimos (sentido de la virginidad) y otros hay Alguien que está con nosotros para hacernos sentir más seguros de nosotros mismos, de lo que necesitamos alcanzar como personas y de saber buscar los caminos en medio de las oscuridades.

La Navidad es cada día:
  • En el que decidimos que sea la luz y no las tinieblas la que alumbre todas y cada una de las situaciones que nos vamos encontrando en la vida.
  • En el que cuando nuestras fuerzas flaquean sabemos recibir las del que está con nosotros, es decir, sentir su cercanía.
  • En el que a pesar del constante rechazo, dificultad u obstáculos que nos encontramos seguimos optando de dejar "nacer" el sueño que llevamos engendrado dentro de nosotros.
  • El el que la "Actitud" es la que permite nacer e iluminar por si misma el camino de uno y, sin quererlo, el de los demás.
Navidad es algo más que una fiesta. Es una Experiencia en la que el Amor nace y se erige en el sentido de la vida de cada uno. El amor que dirige todos y cada uno de nuestros sueños.


19/12/14

Entre sueños



Dice Mario Mario Rodriguez Pedrés en su libro "El árbol rojo de las ventas directas", que hay dos fuerzas que están entre nuestros sueños.


  • Sueños inspiradores de placer. Son todos aquellos sueños que nos inspiran y motivan con base a lo que queremos o creemos que queremos.
  • Sueños impulsores o de dolor. Lo que ya no queremos y que conocemos perfectamente.
Nuestras vidas se debaten entre esas dos fuerzas. Y como bien el cuento de la lucha interior entre dos lobos:
Una noche un anciano indio Cherokee le contó a su nieto la historia de una batalla que tiene lugar en el interior de cada persona. Le dijo: “Dentro de cada uno de nosotros hay una dura batalla entre dos lobos. Uno de ellos es un lobo malvado, violento, lleno de ira y agresividad. El otro es todo bondad, amor, alegría y compasión”. El nieto se quedó unos minutos pensando sobre lo que le había contado su abuelo y finalmente le preguntó: ”Dime abuelo, ¿cúal de los dos lobos ganará?”.Y el anciano indio respondió: “Aquél al que tu alimentes” 
Esa es una realidad que se da dentro de cada uno de nosotros, una lucha interior en la que caemos muchas veces y en la que sin darnos cuenta sucumbimos en los sueños impulsores de dolor o de aquello que rechazamos y no queremos en nuestras vida. 

¿Qué es lo que alimenta nuestra vida y nuestro espíritu? ¿Lo que queremos o lo que rechazamos? Curiosamente la mayor parte de las veces nos centramos en lo que no queremos y ello nos permite no avanzar hacia lo que queremos.

 Los sueños inspiradores de placer  son los que nos permiten avanzar. Imagínate o recuerda una de las etapas que todos los humanos pasamos de enamoramiento. 
¿Cuál era nuestro objetivo? ¡Lo que queríamos!: el ser amado.
¿Qué hacíamos? Buscarlo constantemente o provocar los encuentros.
¿Y ante las dificultades? Mantener en mente lo que queríamos y buscar alternativas para conseguir el objeto o la persona deseada.
Era como un capricho. Algo que no salía de la mente. Representaba el norte de nuestra vida y la dirección a seguir. Motivaba cada uno de los pasos que dábamos y la imagen del ser amado nos acompañaba dondequiera que fuéramos. La meta permanecía constantemente en la mente y cada obstáculo era un reto a desafiar y cada logro nos hacía sentirnos bien con nosotros mismos y capaces de desafiar cualquier contratiempo. El objetivo estaba en la mente, era la motivación y era la fuerza que nos mantenía en el camino. Era la fuerza del amor.

Los sueños hay que amarlos, quererlos, desearlos, involucrarse en ellos, disfrutar del camino a recorrer en cada uno de ellos y sobre todo ver el sentido que ofrecen a nuestras vidas.

Son muchos los que sueñas, pero pocos los que vamos en busca del sueños. Muchos los que deseamos, pero pocos los que convertimos el deseo en un camino. 

¿Cuáles son mis sueños en estos momentos?

¿Cuánta fuerza tienen ellos en mi vida?

¿Qué síntomas tengo de estar enamorado de mis sueños? 

¿Qué hay dentro de mí que me dice que estoy realmente enamorado de ellos y en camino a alcanzarlos?


 

18/12/14

Cuantas más veces, mejor



Son estadísticas puras. Cuantas más veces intentas una cosa más probabilidades tienes de lograr lo que quieres. Cuantos más boletos de la lotería compres, más posibilidades de llevarte el premio tendrás. Si el éxito no viene por casualidad es porque viene de intentarlo una y mil veces y de formas diferentes. Mucha razón tiene el dicho de que "tanto va el cántaro a la fuente que acaba por romperse".

Todo es cuestión de aprender, y sobre todo de aprender de los fracasos, de los intentos fallidos poniendo énfasis en ambas cosas, las dificultades que me encuentro como las actitudes y aptitudes que mantengo en el proceso.

Los niños consiguen muchas cosas de las que buscan por su actitud constante y perseverante de estar detrás del capricho que tienen en mente. No les importa el no, buscan la manera de conseguirlo. Y si no es con palabras es con llantos. Si los llantos no funcionan lo intentan con besos y si éstos fallan lo intentarán de forma violenta. Y así hasta que lo consiguen. Es muy difícil que se rindan.

Lo que sí importa es intentarlo siempre, una y otra vez, de una forma u de otra. Quien insiste, por lo general, lo consigue. El éxito es eso, la suma de muchos intentos.


17/12/14

Saber escoger....


Salió el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. 

****************

Ésta parábola del Evangelio siempre me ha hecho pensar. A medida que uno va viviendo y afrontado situaciones te enseña mucho más. Más sobre como vivir, como elegir a las personas, como hacer más productivo el negocio, como hacer posibles los resultados que quieres.

Si ciertamente los resultados parecen ser consecuencia de la motivación, de la constancia y del esfuerzo del que siembra y trabaja la tierra también es cierto que el buen sembrador debe de saber escoger la tierra propicia a lo que quiere sembrar.

¿Merece la pena sembrar en cualquier situación? ¿Y cualquier persona? ¿Y en cualquier momento? Todo tiene su tiempo, tanto en el campo como en las personas. Hay tierras que son fértiles así como hay personas que están abiertas a las diferentes propuestas de la vida. Hay momentos en que son aptos para sembrar mientras que otros parecen ser perjudiciales. También en los negocios hay momentos buenos para sembrar y otros para recoger. A nivel inmobiliario, por ejemplo, hay claros momentos de compra, cuando los precios bajan y momentos de venta, cuando los precios suben.

Las personas también tienen sus cualidades, sus momentos, sus valores y sus limitaciones. Si bien es cierto que todos podemos aprender, no todos podemos estar en el momento para emprender el camino, bien sea a nivel laboral o interpersonal. 

Tenemos que saber escoger los momentos, las personas, las situaciones. Todo ello se puede hacer a través de la información y de la formación, pero es nuestra la responsabilidad de saber elegir, escoger y decidir. La clave es saber hacerlo desde lo que queremos conseguir, desde el saber comunicarlo, desde saber sembrar la ilusión, desde el saber dirigir y desde saber conocer los campos y las personas con las que queremos vivir, trabajar y caminar.

Salir a sembrar requiere conocer el tipo de tierra o de persona en la que queremos sembrar.


16/12/14

Sueños: Existencia y Motivación




  • Dejar de soñar altera nuestra naturaleza humana y nos hace perder lo más importante que podemos tener: la esperanza y la ilusión.
  • Sin esperanza y sin ilusión la tristeza se apodera de nosotros, bajamos el entusiasmo y nos comunicamos menos entre nosotros. Los sueños nos ayudan a vivir de forma alegre y al mismo tiempo a comunicarnos pues es algo que no podemos callar.
  • El sueños nos hace sentir vivos y que somos personas, "alguien" que está en la vida por y para algo. Los sueños dan sentido a nuestra vida.
  • Los sueños nos llenan de energía, creatividad y, sobre todo, hace que el mundo no tenga barreras, que luchemos lo indecible y aquello que muchas veces está por encima de nuestras posibilidades.
  • Cuando hay sueños no hay obstáculos, hay retos porque nuestra vida no se centra en la dificultad sino en aquello que queremos conseguir.
  • Los sueños son la señal de que estamos vivos y no simplemente que sobrevivimos.
  • Soñando no solamente recibimos de la vida, sino que nos ponemos en disposición de ofrecer a la vida aquello que nace desde dentro de nosotros.

15/12/14

Enseñanza, ¿para qué?


Nuestras vidas transcurren muchos años dentro de lo que es la enseñanza obligatoria y otros muchos más para lo que es la enseñanza opcional pero, ¿para qué acudimos a la enseñanza? ¿qué sacamos después de tantos años estudiando? Muchas veces vemos como el fracaso escolar deja tirados en la calle a muchos jóvenes o niños. Otras veces acabamos nuestros estudios, salimos al mundo empresarial y nos vemos en la mayor de las soledades. ¿Nos ayuda a crecer y a valer por nosotros mismos o más bien a depender de que otros nos contraten y trabajemos para ellos?

La escuela en muchas ocasiones nos aburre, no tiene en cuenta lo que nosotros somos y lo que podemos llegar a desarrollar. Muchas veces tenemos que aprender cosas que jamás utilizaremos y en cambio no nos educan en lo que generalmente tenemos que utilizar casi a diario. ¿Nos enseñan a relacionarnos? ¿Y a manejar bien las finanzas? ¿Y a cuidar nuestra salud nutritiva de una forma equilibrada?

Tal vez nos encontramos con personas que podemos ser más habladoras o críticas que otras, ¿educar significa que entren en el redil de los callados o más bien que lo que nosotros consideramos fallos puedan ser elementos a tener en cuenta dentro de la personalidad del niño y educarlo para conseguir aquello que puede ayudarlo a madurar como persona y a conseguir lo que busca aunque sea diferente a lo que el sistema quiere?

La educación la concebimos como un sistema en el que damos los conceptos que nosotros queremos, sean necesarios o no para la madurez de la persona o no, evaluamos lo aprendido aunque al cabo de unas semanas, meses o años se haya olvidado o no, y cumplimos con un expediente que tal vez nos satisfaga a nosotros pero que a la larga crean personas dependientes de otros y sin capacidad de emprender por si mismos una empresa y un trabajo del que pueda sentirse orgullos por si mismo y sin depender de que lo contraten o no.

El desarrollo personal, la libertad y la creatividad son partes fundamentales de la educación que tiene que hacer que la persona crezca en su propia identidad y no en lo que se espera de él. 



12/12/14

Mantenerse enfocado.



1. Imagínate Logrando La Meta Deseada, Con Todos Tus Sentidos

2. Recuérdate Diariamente El “Por Qué De Tu Meta”

3. Busca Apoyo (Especialmente De Quienes Ya Lograron Lo Que Tú Quieres)

4. Rodéate de gente que busca los mismos objetivos

5. No Pierdas La Inercia

6. Tómate Un Día Libre

7. Celebra El Logro De Pequeños Objetivos.

8. Fórmate y lee constantemente sobre aquello que te puede ayudar a conseguir tus objetivos.

9. El los momentos de dificultad mira al frente, a tus objetivos, a lo que te motiva y tómate la dificultad como un reto.



11/12/14

¿Todo al revés?



La vida parece un sistema de contradicciones, muchas de las cuales no las comprendemos y tienen su razón de ser.

¿Quién diría que en medio de un fuego lo más importante es mantener la tranquilidad? Recuerdo los simulacros que hacíamos en Chicago en los que sonaban las alarmas y todos teníamos que salir de forma ordenada y tranquila. La pregunta que uno se hacía era: ¿Voy a mantener la calma en medio de un incendio, terremoto o catástrofe? 

Solamente comprendes esas situaciones cuando más tarde ves en las noticias como por no saber mantener la calma se muere a la salida de una discoteca en llamas porque las prisas han hecho que muchos cayeran sobre otras personas.

También lo ves cuando estás en el agua e intentas nadar, mover manos y pies de forma agitada por querer salvar tu vida. Es el instinto, pero es más fácil salvar la vida cuando estás tranquilo y simplemente llenas de aire tus pulmones. Simplemente son ese gesto de tranquilidad y de llenado de aire de pulmones ya no te hundes en el agua.

Recuerdo a equipos de fútbol que llevaban jornadas sin ganar un partido y que, después de estar descendido matemáticamente de categoría, comienzan a ganar sin ningún tipo de problema. La presión les podía.

La libertad ante las situaciones es la que hace que sepamos escoger la mejor actitud y con ella la mejor opción para una mejor toma de decisiones y ver unos mejores resultados. Curiosamente vemos como a veces la mejor decisión parece la menos lógica, pero es la más efectiva y la más saludable.

Poder elegir libremente las respuestas sin sentirnos interiormente o exteriormente presionados por las circunstancias es lo mejor que nos puede pasar: somos nosotros los que manejamos las situaciones y no las situaciones las que nos manejan a nosotros. 

A veces en la vida las cosas son al revés de como creemos que son.


10/12/14

¿Quién dijo que era fácil?


La vida es todo un proceso, y dentro de los procesos hay momentos buenos y momentos no tan buenos que nos sirven para reajustar y limar muchas de nuestras actitudes en la vida así como elementos de crecimiento personal que, si bien, no entendemos en el momento tal vez lo comprendamos en el momento en el que alcancemos la tierra prometida o el sueño hacia el que caminamos.

¿Quién dijo que engendrar un niño era tarea fácil? Desde el momento en que lo engendramos compartimos momentos buenos y otros un tanto molestos. Y si del parto natural hablamos el dolor y el sufrimiento no está exento.

Cuando el pueblo de Israel salió de la opresión el camino por el desierto no fue fácil. Hambre, cansancio, desconfianza, desilusión se mezclaban muchas veces con el sentimiento de alegría y de optimismo que se generaba la salida de la opresión y la esperanza de una vida o tierra nueva.

Hasta los grandes triunfadores del deporte saben lo que es la privación, la presión mediática, la competencia agresiva y la falta de resultados en un momento determinado así como las derrotas o no consecución de objetivos.

Lo importante es que todo el proceso tiene sentido con lo bueno y lo no tan bueno, tal vez no en el momento, pero si en el cómputo general de nuestra historia o caminar por la vida.

Cuando se alcanza la cumbre, nace el bebé, se consigue la medalla los dolores, esfuerzos, incomprensión y otras tantas dificultades quedan atrás y nadie se acuerda de ella. Lo grandioso de todo ello es cuando uno entiende el sentido del sufrimiento, de la privación, del esfuerzo y de otros tantos requisitos que se necesitan para alcanzar el éxito. Admiro a quien lo vive con la sonrisa, con el espíritu de juego y con la confianza y convencimiento de que lo que está haciendo merece la pena ahora y después. Son experiencias que se recordarán en la vida, y no precisamente por lo duro de ellas, sino por lo que ha supuesto a nivel personal a cada uno en el proceso y en el crecimiento como persona.

Un hombre encontró un capullo de mariposa y se lo llevó a casa para poder ver a la mariposa cuando saliera. Un día vio que había un pequeño orificio y entonces se sentó a observar durante varias horas, mientras la mariposa luchaba por salir del capullo. 
El hombre vio que forcejeaba duramente para poder pasar el cuerpo a través del pequeño orificio del capullo, hasta que llegó un momento en el que dejó de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento y parecía que se había atascado. Entonces el hombre, bondadosamente, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó un lado del orificio del capullo para hacerlo más grande. Así por fin, la mariposa pudo salir.
Sin embargo, al salir la mariposa tenía el cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas.
El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se estirarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, que se contraería al reducirse la hinchazón. Ninguna de las dos situaciones sucedieron, y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas… Nunca pudo llegar a volar.
Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió fue que la restricción de la apertura del capullo y la lucha de la mariposa para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba los fluidos del cuerpo de la mariposa hacia las alas, para que estuviesen grandes y fuertes para volar.
La libertad y el volar solamente podrían llegar después de la lucha. Al privar a la mariposa de la lucha, también se le quitó su esencia.


9/12/14

Hábitos saludables para conseguir lo que deseas.




  1. Hazlo por gusto y no sólo por dinero.
  2. Comienza el día siempre con ánimo de conseguir algo positivo.
  3. Disfruta de lo que ya eres y tienes y no sólo de lo que aspiras a ser o tener.
  4. Rodéate de gente que busca lo mismo que tu y con actitud positiva.
  5. No te centres en lo negativo o en las dificultades.
  6. Ante las dificultades no pierdas de vista tus objetivos.
  7. No te preocupes de lo que puedan decir o hablar de ti.
  8. Admira a la gente que consigue sus objetivos y aprende de ellos.
  9. Ten siempre prioridades, entre ellas tu familia y gente que quieres.
  10. Disfruta de la vida y de lo que haces.
  11. Se firme en tus decisiones.
  12. Vive con metas y sueños en tu vida.
  13. Cuida de tu salud.
  14. No personalices las cosas.
  15. Vive siempre con proactivdiad.
  16. Convierte dificultades en retos.
  17. Se flexible y aprende de las situaciones de la vida.
  18. Se agradecido a la vida cada día y a las personas que te rodean.

8/12/14

Atención Plena.


"Un estudiante de artes marciales se aproximó al maestro para hacerle la siguiente pregunta: “Querido maestro, a pesar de lo mucho que aprendo con usted, quisiera mejorar mi conocimiento de las artes marciales. Además de aprender con usted quisiera aprender con otro maestro para dominar otro estilo y otras visiones que seguro me enriquecen. ¿Qué piensa de esta idea?”. El maestro, que había escuchado con atención las palabras de su discípulo, meditó unos instantes y dijo: “El cazador que persigue dos conejos no atrapa ninguno”."
Vivimos un mundo lleno de prisas y de demasiadas expectativas. Si aislarnos en el pasado nos deprime creyendo que otros tiempos fueron mejores, demasiadas expectativas nos llenan de ansiedad y nos impiden vivir de una forma plena el presente, por no decir cada momento y cada paso que damos en la vida.

  • Reducir el estrés. Vivir el momento nos libera de la ansiedad y reduce el estrés que no nos permite respirar a gusto. El cansancio y todo lo que él conlleva hacia nuestro cuerpo se hacen una pesada losa que no permite disfrutar de la vida.
  • Más creatividad. Liberados del estrés y centrados en lo que se está haciendo somos más libres para crear y tener más iniciativas. Somos librea para pensar y aprender de cada momento y de cada paso. Nuestra mente se centra en el presente y en todas sus posibilidades.
  • Más objetividad. Somos capaces de ver la vida sin prejuicios y sin estar condicionados por  ideas, creencias, apegos, afectos o muchas otras situaciones que nos afectan a diario. El momento tal y cual sucede nos permite ver mucho más libremente.
  • Más equilibrio emocional. Y de ahí nos encontraremos mucho más libres para escoger las emociones y no que las emociones controlen nuestra vidas. Son los momentos en los que la paz y el equilibrio interno se instalan en uno y permiten vivir el momento de una forma mucho más libre y plena.
  • Disfrutar de lo que se está haciendo. Aunque vengamos de un pasado y nos dirijamos hacia un futuro que nosotros mismos escogemos, somos capaces de disfrutar del presente de tal manera que nos sentimos tan dentro de cada situación que vivimos que el tiempo parece no volar. Simplemente disfrutamos, aprendemos y vivimos la vida.


5/12/14

En busca de la Buena Suerte.



La suerte no viene por casualidad, la casualidad es el azar. La suerte es el fruto de la búsqueda, de saber estar en el momento adecuado con las habilidades concretas para saber aprovechar "esa circunstancia" de la vida que nos puede favorecer. ¿Cómo conseguirlo?
  • Ser extrovertido. Es una manera de buscar los encuentros fortuitos, no esperar a que ellos vengan a ti. Salir al encuentro de las personas, querer conocer nuevas situaciones, estar abierto a aprender de los demás, desarrollar la curiosidad. Son elementos que "aportan", "suman" a nuestras vidas en vez de "restar" o hacer que nos "estanquemos". Quien se abre aprende, y quien aprende posee más conocimientos para saber utilizarlos en su momento.
  • Ojos de niño: Abierto a nuevas experiencia, con la flexibilidad de aceptar lo que hay y saber utilizar las circunstancias. Vivirlo con la mayor serenidad del mundo y sin el prejuicio que nos cierra a las nuevas experiencias y a los nuevos conocimientos. Un espíritu dócil y con apertura para aprender desde la tranquilidad de experimentar lo que se hace sin expectativas que nos cierren a buscar algo determinado y no ser capaces de mirar a los lados, pues a los lados pueden estar elementos que podemos utilizar para aquello que buscamos.
  • Libre de obsesiones. ¿Cuántas veces somos incapaces de ver lo cercano por tener puesta la vista en lo lejano? ¿Cuántas nos perdemos de saborear el viaje por estar pendientes de la llegada? El éxito o la suerte no es tanto la llegada sino todo lo que te vas encontrando a lo largo del camino. Es el camino lo que te va haciendo persona. Evitar o no saborear los procesos nos pueden impedir gozar de las metas. No las llegaremos a comprender ni valorar en toda su amplitud.
  • Saber decir sí. Las oportunidades están ahi, pero el miedo y la inseguridad nos hacen decir no. El "no" puede ser una actitud de prudencia, el "sí" puede ser la oportunidad que pasa y a la que sabes subirte. Es el poder de la decisión, de la intuición y del saber estar preparado, cosa que se va forjando a lo largo del camino.
  • Asumir los errores. Son parte del camino, de nuestro proceso, de nuestro crecimiento. Son el coste de aprendizaje. No hay éxito ni suerte que no vaya acompañado por multitud de errores y de fallos. Lo importantes es aprender de ellos y como dice el dicho: "Cada vez que te caigas no se te ocurra levantarte sin traer algo del suelo". De los errores aprendemos y por ello son importantes en nuestro camino y asumirlos es el principio del aprendizaje serio, crítico y profundo.

4/12/14

Venciendo los miedos.



¿Quien no ha tenido miedo alguna vez? ¿Cómo superarlos?


  • Acepta tus miedos. No hay nada como reconocer algo. Mientras uno no lo haga habrá dos luchas en el interior de uno mismo. La lucha por aceptar lo que siento y la lucha por aceptar la situación a la que me enfrento. Una persona dividida pierde fueza, energía, eficacia y concentración.
  • Escribe tus miedos. Al escribirlos los haces más reales y al mismo tiempo los ves desde otra perspectiva, desde fuera por lo que podrás verlos de una manera más objetiva. Cuando los vemos desde la emoción que sentimos perdemos muchas veces el sentido de la realidad. Cuando nos apartamos de ellos y los vemos a distancia las emociones no juegan un papel tan importante por lo que tenemos más libertad para ver otras facetas que no somos capaces de ver desde dentro del los propios miedos.
  • ¿Dónde nacen tus miedos? La mayor parte de los miedos nos tienen una consistencia real. Muchos son imaginados. Es más, el 80% de los miedos que tenemos son infundados. Saber de donde vienen nos da una pista sobre la racionalidad o irracionalidad de ellos. Cuando somos capaces de sopesar las bases nos daremos cuenta de que muchas veces son infundados y no tenemos por que temer enfrentarnos a ellos.
  • La información es el mejor arma. La ignorancia y la falta de información nos lleva a sobrevalorar muchas situaciones de la vida y las vemos potencialmente peligrosas. Conocernos a nosotros mismos y conocer bien a las situaciones que nos enfrentamos nos ayudan a tener una base más real y solida con la que enfrentarnos a ellos.
  • ¿Avergonzarse? Todos tenemos miedo en la vida, por lo cual avergonzarse no tiene sentido pues compartimos lo que es la esencia de las personas humanas. El miedo es una emoción con la que nacemos. ¿Por qué sobrevalorar esta emoción? ¿Por qué sentirnos avergonzados de tenerla? Hay que saber vivir con naturalidad las emociones. Son parte de nuestra vida y mientras las aceptemos nos veremos más libre a nivel interno y también más libres para enfrentarnos a las situaciones.
  • Dar un paso por pequeño que sea nos ayuda a acortar la distancia entre el miedo y el coraje o la libertad ante él. Atrevernos, aunque sea poco a poco, nos ayuda a confiar más en nosotros mismos, el mejor antídoto frente al miedo.
  • Vive el momento ya que los miedo nos hablan de lo que puede pasar en el futuro. El futuro no ha llegado y el pasado ya es parte de la historia. El presente es lo que si merece ser vivido y con toda la intensidad que se pueda. Viviendo plenamente el presente afrontamos mejor lo que nos va llegando pues no lo vemos como una amenaza sino como algo a vivir y a aprender de ese momento.

3/12/14

Disciplina


La disciplina es parte o gran parte de lo que hace posible que nuestros logros se hagan realidad. A todos nos cuesta y somos muchos los que abandonamos muchos proyectos por esa falta de disciplina, de constancias y de hábitos en nuestra vida. ¿Cómo conseguirla?
  • Ser conscientes de donde nos falta esa disciplina. No siempre nos falla en todas las áreas de nuestra vida. Hay aspectos en los que nos dejamos llevar por la falta de esfuerzo y de compromiso. La humildad de saber reconocer donde estamos y donde necesitamos crecer es el principio del camino. No podemos ir a ninguna parte si previamente no sabemos desde donde tenemos que partir.
  • Los pasos a dar. Yo me conozco a mi mismo y se donde flaqueo, así como se los pasos que tengo que dar para subsanar esas debilidades. Ser consciente de lo que tengo que hacer y de los pasos que tengo que dar es imprescindible. Si saltar inmediatamente de la cama nada más sonar el despertador me ayuda a no permanecer más tiempo en la cama, ¿por qué no ponerlo a unos cuantos metros de la cama? Sería un primer paso que me obliga a levantarme. El segundo ya habría que buscarlo para no apagarlo y volver a la cama. Pero buscar los pasos, planificarlos y ver las acciones que voy a tomar frente a posibles obstáculos es ya tener un plan en mente con el que actuar en cada momento.
  •  Adición vs. gratificación. Saber postergar ciertas cosas hacen que nosotros controlemos las situaciones y no que las situaciones nos controlen a nosotros. Tener en mente que elegimos algo nos ayudará a quitar de la mente que abandonamos otra cosa. Lo que queremos y deseamos tiene que estar por encima de lo que abandonamos. Una meta en positivo.
  • 21 días. Dicen que los nuevos hábitos tardan unos 21 días para integrarse plenamente en el cerebro. Fijarse este primer plazo sería una gran meta. A partir de esos 21 días implementar otros tantos para conseguir nuevos elementos que nos ayuden a autodisciplinarnos.
  • Una agenda donde ir escribiendo los avances y los baches y ante éstos últimos no sentirse mal sino como un elemento que nos ayude a conocernos mejor a nosotros mismos y a ver los obstáculos como un reto más que una dificultad.
  • Celebrar los logros. Es importante celebrarlo porque nos ayuda a subir el autoestima y porque aumenta la motivación al hacernos conscientes de que vamos avanzando hacia el objetivo deseado.
  • La meta es un punto de referencia más que el punto de partida. Y es que somos proclives a ver más lo que falta que lo que ya hemos conseguido, lo negativo que lo positivo. Saber valorar cada paso dado y conseguido aumentará nuestra actitud y visión positiva de nosotros mismos y de la vida.




2/12/14

Creciendo por dentro.


Hay experiencias que marcan en la vida mientras la vida nos va enseñando cosas a lo largo del tiempo. Es curioso como a medida que vamos madurando damos menos importancia al envoltorio de las cosas o de nuestra propia vida que a lo que realmente se envuelve.

Los que han superado pruebas difíciles de la vida, que los han puesto al filo de la muerte, vienen a tener la misma experiencia que muchos ancianos. La vida es mucho más sencilla de lo que parece. Mientras nos desvivimos por cosas que aparentemente tienen mucha importancia dejamos de lado lo que realmente es importante: cultivarse uno mismo, la propia familia, los propios gustos y la propia esencia o identidad de la persona como tal.

A veces me pregunto si la supuesta actitud permisiva de los abuelos que tanto desespera a los padres tiene algo que ver con ello. La vida la ven en una perspectiva en la que ellos están de vuelta mientras que nosotros nos afanamos con la apariencia exterior de las cosas.

Vivir con la seriedad desde dentro nos muestra lo que realmente es importante: el gozo y la aceptación de uno mismo. Uno, cuando se acepta a sí mismo, es la mejor compañía que puede tener y la mejor fuente de inspiración. Cuando lo de fuera nos inquieta perdemos esa libertad que tanto nos agobia y que tanta infelicidad nos aporta en la vida.


1/12/14



La fábula de los gemelos
Un hombre que tenía dos hijos de signo opuesto –uno muy optimista y el otro muy pesimista– siguió el consejo de un amigo de dar a cada uno por su 18º cumpleaños un obsequio muy distinto: algo fabuloso para el pesimista y algo horrible para el optimista. Tal vez así se equilibrarían los estados de ánimo, opinaba el amigo. Llegado el día, el padre hizo salir a los chicos a ver los dos regalos que estaban tapados en la calle por sendas sábanas. El pesimista descubrió una potente moto japonesa y empezó a gritar y llorar a su padre: “¡Tú lo que quieres es que me mate!”. El optimista destapó un enorme excremento y empezó a bailar, loco de alegría. “¿Qué celebras, idiota?”, le preguntó su hermano, a lo que el optimista contestó: “Si aquí hay este excremento es que enseguida viene mi caballo”.

Parece mentira pero es la realidad. Unos ven la realidad desde una manera y otros de otra. Unos son felices con su forma de verla y otros lo viven de forma amarga. La realidad puede ser la misma, la respuesta totalmente diferente. ¿De qué depende?

Elegimos la forma de pensar. Tal vez hemos sido educados en ella, pero es nuestra responsabilidad elegir los pensamientos y creencias que queremos desarrollar sin escondernos o refugiarnos en el pasado.

¿Qué hay detrás de nuestra forma pesimista de ver las cosas? ¿Una baja autoestima? ¿Una mente incapaz de ver más allá de lo que normalmente vemos?

Lo peor de todo es que podemos obtener todo lo que la vida nos ofrezca y nos sentiremos insatisfechos. ¿Por qué? Porque no son las cosas las que nos satisfacen en sí o no. Es nuestra actitud ante esas situaciones la que determina nuestra felicidad o no. Es lo que hacemos o decidimos hacer con las cartas que nos han tocado.

¿Me siento satisfecho con mi manera de pensar y de afrontar las situaciones? ¿Soy capaz de ver el lado positivo de las cosas?