12/5/14

¿Renunciar? ¿Tirar la toalla?



Dicen que es la última llave la que puede abrir la puerta. Y dicen también que la falta de constancia, de paciencia y de perseverancia pueden alejarnos de nuestros logros personales o profesionales. ¿Cuántas veces hemos arrojado la toalla o desistido en nuestra vida? 

Nuestra vida está repleta de pequeñas renuncias y abandonos. Nuestra incapacidad para gestionar el esfuerzo y el dolor hace que muchas veces a la primera de cambio abandonemos el camino. Otras veces las duras pruebas y dificultades de la vida hacen que nos cansemos.

Viene a mi mente la parábola del sembrador: terreno pedregoso, tierra llena de espinos y zarzas, etc. El cuestión de plantearse dos cosas importantes: La tierra en la que sembramos, es decir, la motivación, el interés, la ilusión y la importancia que le damos en nuestras vidas a lo que queremos y deseamos.

Por otra parte están las circunstancias que tenemos que crear. Para ello tenemos a los judíos que nos dan un buen ejemplo en cuanto a la conversión del desierto en un vergel. La tierra más inhóspita puede llegar a producir si realmente se prepara, se siembra se abona, se riega, se cuida y se hace posible la vida en ella.

Es creando las circunstancias adecuada a cada situación personal y profesional como podemos hacer que las cosas florezcan y funciones. No es fácil. En unos campos se lucha y se consigue. En otros es una auténtica batalla de por vida, como puede ser en la investigación de las enfermedades.

Es la importancia que le damos y que tiene en nuestra vida la que hace que nos enfrentemos a los obstáculos, no como obstáculos en si sino como oportunidades para abrir nuevos caminos, técnicas y habilidades que necesitamos desarrollar en la vida.

¿Arrojar la toalla? ¡Nunca! ¿Crear circunstancias? ¡Siempre!