18/6/14

Reuniones de equipo


Me gustan reuniones de equipo como la de hoy, reuniones en las que se mira hacia un objetivo determinado y desde el que todo el mundo aporta desde sus ideas hasta sus inquietudes. He salido plenamente satisfecho por la ilusión que veo y por el gran aporte que hemos dado todo. 

Ahora mismo acabo de pedir la colaboración a una compañera en la otra punta de España y se ha prestado a colaborar sin rechistar. ¿No es grande el sentirse parte de un equipo y sentir que ese equipo forma y colabora en tu propio proyecto? Colaboración recíproca. Es lo grande de trabajar así.

El trabajo en equipo es por ello:
  • Mirar en la misma dirección, remar juntos y tener claro hacia donde se va. Y si no se tiene claro tener la confianza suficiente de preguntar o incluso de cuestionar aquello que no se entiende o no se llega a compartir del todo. Tener objetivos comunes es básico.
  • Sentirse con capacidad de aportar. Y digo esto porque lo notas cuando los que aportan lo hacen con seguridad y convencimiento, con alegría y con confianza. No hay nada como sentirse uno a si mismo en medio del grupo y que el grupo valores aquello que dice el otro,
  • Responsabilidad y ser parte del grupo. Me preocupan las reuniones calladas en el que todo el mundo asiente o espera que otros dirijan la batuta. Me encanta el dinamismo de hablar, de exponer libremente lo que se siente o lo que se piensa. Es ahí donde nos sentimos parte de algo o de alguien y es ahí donde no caminamos a remolque de otros. Es esa actitud que muchas veces vemos en el ciclismo donde unos corredores se van relevando unos a otros para ir tomando más velocidad e ir imprimiendo carácter a la carrera.
Lo mejor de todo ello es ver como todo fluye y la impresión de que caminas más seguro e incluso más rápido. La verdad es que estoy contento de este gran dia o mañana de reunión. Hasta la ideas y la creatividad fluyen.