6/1/15

El servicio que nos hace estar presentes en el mundo.



Seguimos a primero de año y seguimos reflexionando sobre todo lo que tenemos por alcanzar y el camino que trazar a lo largo de todo este año. ¿Donde está la clave? ¿En la preparación que tenemos? ¿En el sentido que le damos a las cosas? ¿En el sentido que tiene nuestra vida?

Hay algo que tengo claro y es que la mayor satisfacción que podemos sentir en la vida es la de sentirnos útiles a los demás. Nos sentimos útiles en la medida en que somos capaces de levantar una sonrisa, una esperanza, una ilusión y cantidad de sentimientos positivos en la vida de los demás. Sentimos que nuestra vida se ha sentido útil y valiosa.

A nuestro alrededor hay cantidad de problemas y de personas que buscan una salida a su situación, una mirada que les llene de confianza, una presencia que les de seguridad. Todos tenemos expectativas, ilusiones, esperanzas. Todos esperamos algo de la vida. ¿Te fijas en eso? "Esperamos de la vida".

Es como si estuviéramos expectantes a lo que podemos recibir cuando en realidad la mayor satisfacción no la sentimos cuando recibimos, sino cuando damos, sobre todo cuando damos con naturalidad desde lo que somos y llevamos dentro de nosotros mismos. ¿Te has parado a reflexionar alguna vez sobre lo que sientes cuando das y cuando recibes? ¿Cuándo nos hemos sentido mejor?

Hay algo muy importante que responder desde lo que somos y llevamos dentro: ¿Qué puedo ofrecer yo a la vida y a los demás? Es mi propio yo, mi identidad, lo que me hace sentir "alguien" en la vida", algo más que un ser anónimo que vagabundea por la vida sin dejar una impronta, por pequeña que sea, de lo que uno es.

Una sonrisa, una mirada, unas palabras, una actitud, una presencia que me hace ser "alguien" en la vida. Y lo más bonito de todo es pasar por la vida aportando a la misma vida. ¿No es eso algo grande? ¿Qué quiero y qué voy a ofrecer durante este año?