5/10/15

Capacidad de reacción.



Me sorprende ver en los deportes la capacidad de reacción que tienen muchos deportistas que van perdiendo y de repente le dan la vuelta a los marcadores como si nada. El otro día lo veía de una forma muy clara en el tenis cuando un tenista iba perdiendo 5 a 1 y con pelota de partido en su contra que consiguió salvar y a partir de ahí remontar hasta ganar el partido por 7 a 5. Lo podemos ver en el tenis, en el fútbol y en cantidad de deportes. ¿Qué es lo que hace que alguien que lo tiene todo perdido sea capaz de salvar la situación?

Dicen que al no tener nada que perder juegas de una forma más relajada. Tal vez pueda ser alguno de los argumentos. Recuerdo equipos de fútbol que, una vez descendidos de categoría, comenzaban a ganar partidos sin problema. El sentirte liberado de emociones, ansiedades y de otros aspectos hace que te sientas más libre para poder desarrollar todo tu potencia.

Pero también los hay que tienen la mente puesta en el objetivo final y no la dejan de lado ni por un momento. Les sirve de motivación y de acicate. Quieras o no el estímulo final es tan importante que hace que se utilicen todos los recursos habidos y por haber dentro de uno mismo. Deseo de conseguir lo que se busca y confianza en uno mismo es otro de los argumentos que se pueden esgrimir al respecto.

Y también los hay que creen que el triunfo final es la suma de triunfos pequeños. No importa cuan lejos estás de la meta si ésta sabes dividirla en pequeños tramos y sabes saborearla en cada instante y en cada paso que das hacia ella.

Yo creo que todos los aspectos son importantes pero hago hincapié en este último porque tiene como esencia el valorar la meta final y valorar al mismo tiempo cada pequeño paso que se da hacia ella. Y la vida es otro tanto de lo mismo, saber valorar cada instante, cada paso, cada circunstancia que se da en el momento que se vive. El gozo final es mayor porque por una parte has gozado el proceso y también el broche de la victoria, y si no has ganado, has saboreado el proceso que no deja de ser importante y del que también se aprende mucho.