5/11/15

La gestión del desempeño.

La gestión del desempeño
no puede ser una rutina, 
sino una prioridad. 
Los directivos deben pensar 
en el talento de su gente 
en términos de Aptitud (Conocimientos y Habilidades), 
Actitud (Comportamientos, en lenguaje de competencias), 
Compromiso (la energía física, mental, emocional y de valores 
que ponemos al servicio del proyecto) 
y Contexto (encaje cultural).

Me gustó esta frase que leía hoy en un blogg. Lo primero que se me vino a la mente es la terquedad que tenemos a veces en hacer que todo encaje tal y como lo tenemos en la mente planeado sin tener en cuenta ni a las personas, ni a sus habilidades, ni a las circunstancias. Me hacía recordar a los viejos métodos del porque yo lo digo, yo lo ordeno y yo lo mando.

¿No será éste uno de los motivos por los cuales encontramos mucha insatisfacción en el trabajo, en las relaciones interpersonales y en la vida en si misma?

Se me antoja que podemos sentirnos satisfechos de lo que conseguimos a través de los demás, pero si nos diéramos cuenta de la insatisfacción que hay en otras personas por culpa de nuestra satisfacción, ¿seguiríamos igual de satisfechos?

Los éxitos serían mayores en nuestra vida si vemos que los demás triunfan porque les hemos ayudado a ello. Ser la llave que abre la puerta a otros hace sentir bien a uno mismo y a los otros. Tener en cuenta sus "Aptitudes", "Actitudes", "Compromiso" y "Contexto" es saber aprovechar y utilizar todo lo que la vida nos ofrece, aprender de ello y crecer a la par con los demás.