9/12/15

¿Felicidad u orgullo?


Felicidad-vs-orgullo

¿Felicidad u Orgullo?

¿Qué es más importante en nuestra vida, la felicidad o el orgullo? Si tuviéramos que ser sinceros creo que el orgullo puede mucho en nuestras vidas. Somos capaces de privarnos de risas y de felicidad durante muchos años por no tragarnos el orgullo que nos aprisiona. Curiosamente los niños no saben mucho de orgullo. Viven más el momento que tener que vivir bajo la presión de un orgullo que nos vamos fabricando en la vida con todas nuestras creencias irracionales que le dan la importancia que no tiene. Viendo a los niños tan libres y sonriendo deberíamos preguntarnos de forma sincera: ¿Felicidad u orgullo? Creo que cada vez que somos presas del orgullo le damos más poder a los que viven fuera de nosotros que a la propia felicidad que tiene que vivir dentro de cada uno. Felicidad vs orgullo, una batalla en la que solemos siempre perder porque pensamos que del orgullo depende nuestra felicidad, mientras que la felicidad que es libre de todo tipo de orgullo es la que nos permite estar orgullosos de nosotros y de la misma vida. Si los niños optan por la felicidad, ¿qué nos están enseñando? Que a medida que vamos aprendiendo en la vida lo vamos haciendo para ser esclavos de ideas y de actitudes, y no para ser felices y auténticamente nosotros.
Si el orgullo, como dice Wikipedia, es el exceso de estimación hacia uno mismo y hacia los propios méritos por los cuales las personas nos creemos superiores a los demás, ¿no entramos en una contradicción cuando ese sentimiento produce en nosotros una insatisfacción, una falta de libertad y una infelicidad que no nos merecemos y que nos hace inferiores a otros?

Cuando la felicidad es la base del orgullo.

El orgullo que nos aleja de las personas o de la capacidad de sonreír libremente en la vida puede manifestar lo contrario que lo que normalmente se quiere mostrar, "superioridad".
  • Miedo a conocer lo distinto y lo diferente. Se aferra a una postura sin darse márgenes para el error o las correcciones. Nadie somos perfecto.
  • Miedo  adjudicarse a sí mismo sus errores.
  • Dependiente y pendiente de las apariencias. Su vida está en función no de su autoestima sino de lo que piensen y acepten los demás de él. Por lo tanto, la felicidad no proviene de él mismo sino de lo que espera de los demás.
Decía Jesús que si no somos como niños no podremos entrar en el Reino de los Cielo, entendiendo como éste el Reino de la felicidad y de la libertad, donde la persona en su esencia, que es AMOR, lo da en la medida en que se quiere y en que es libre frente a los demás. No cabe duda que cada vez que el mal orgullo se asoma a nuestra vida y nos roba la sonrisa, o en mayor medida la felicidad, deberíamos preguntarnos de forma honesta y libre por lo que optar:¿felicidad u orgullo?