26/12/15

Aprender de los tiempos difíciles.



Tiempos difíciles.

Todos pasamos por tiempos difíciles, son tiempos en los que no se pasa nada bien. La incertidumbre y la duda se apoderan de nosotros. Con ella vienen los miedos y la falta de confianza en uno mismo. A partir de ahí podemos llegar a sentir que nada tiene sentido y la desazón se apodera de nosotros. El foco está generalmente fuera de nosotros. Todo aquello que no sale bien o que no podemos alcanzar se convierte en nuestro principal foco. 

La mirada interior.

Mientras nuestra mirada se va hacia lo inalcanzable hay otra mirada que se pierde de algo importante: de nosotros mismos. ¿De qué estamos hechos realmente? ¿Qué es lo que nos mueve para que nos vengamos abajo? ¿Dónde están nuestros valores y la idea que teníamos de nosotros mismos? Y tal vez lo más importante, ¿qué aprendemos de nosotros mismos en los malos momentos?

Nuestro tipo de mirada.

  • La mirada positiva en la que todo se convierte en un reto, en la que todo nos conduce a dar más de nosotros mismos. La mirada que nos lleva a una acción de buscar alternativas, de sacar fuerzas desde nuestro interior. La mirada que da sentido a nuestra vida y nos muestra los mil y un motivos por los que tenemos que luchar. Es la mirada que, si echamos la vista atrás, podemos encontrar en los muchos episodios que hemos vivido en nuestra vida. Son los motivos y los porqués de los esfuerzos o de los ánimos que nos han conducido en todo momento por ese tipo de veredas.
  • La mirada negativa en la que nos instalamos y en la que esperamos que todo se resuelva desde fuera; la mirada en la que esperamos que nos salven y nos saquen las castañas del fuego. Es la mirada que nos hace sentir perdedores, pequeños, frágiles, inútiles e impotentes ante la situación. Nos enfocamos en el fracaso, en la debilidad, en la negatividad. Una situación que no nos conduce a ninguna parte.

Mirando hacia nuestro interior positivo.

¿Cómo podemos enfocar los momentos difíciles desde una perspectiva positiva?
  • Aceptación. Pienso que es el primer paso y e fundamental. Si no aceptas la realidad la mente estará lejos de ella y difícilmente podrás salir de ahí. Cuando alguien se está ahogando es muy difícil rescatarlo. Sus ganas de salvarse son tantas que pasa a la lucha irracional contra el que pretende salvarlo al punto de que puede hundirlo con él. Cuando se va la luz nos entra, a veces, el miedo. Pero cuando lo aceptamos podemos ver en medio de la oscuridad algunas sombras que siempre pueden convertirse en pequeñas referencias en medio de la oscuridad,
  • Utilizar los tiempos difíciles. Recuerdo una película, La Vida es Bella, en la que en un momento muy difícil y en un campo de concentración un padre convierte la situación en un juego del escondite. Puede parecer absurda la comparación pero no lo es. Si aceptamos la realidad tendremos la mente tranquila para poder pensar en las diferentes maneras de vivirla, sacándole todo el provecho que podemos. Tal vez ésta pequeña fábula te ayude a comprender:


  • La motivación. La motivación es una arma realmente poderosa. Hace que no perdamos el sentido de las cosas ni de lo que queremos alcanzar en la vida. Si la Vida es Bella no es más que una película, El Hombre en Busca del Sentido es la historia real de quien ha vivido en un campo de concentración y sabe lo que es vivir la contrariedad, el tiempo difícil y tener sus propios recursos internos para saber vivir el momento con el mayor de los optimismo y esperanzas. Siempre hay un motivo por el que vivir, por el que luchar y por el que levantarse en la vida. El motivo está dentro de nosotros. Y si no que se lo pregunten a tantas personas que han perdido movilidad, andan en sillas de ruedas, son ciegos, sordos, mudos, etc y están llevando vida mucho más completas que gente que no ha perdido absolutamente nada. Incluso compiten y lo hacen mucho mejor que muchísimos de nosotros.