16/2/16

Diferentes perspectivas



Un hombre y su mujer salieron de viaje con su hijo de 12 años, que iba montado sobre un burro. Al pasar por un pueblo la gente comentó: “Mirad a ese chico tan maleducado él tan cómodo en el burro y sus pobres padres van caminando. Entonces la mujer le dijo a su marido, “no permitamos que la gente hable mal de nuestro hijo y sube tu a lomos del burro”. 
Al llegar al segundo pueblo la gente murmuró “que sinvergüenza, este hombre a lomos del burro y su familia tirando del burro”. Entonces tomaron la decisión que fuera la mujer que subiera al burro, al llegar al siguiente pueblo la gente exclamo! “Pobre hombre! Después de todo el día de trabajar y ahora tirando del burro mientras su esposa va cómodamente encima del burro! Que mala esposa!! y pobre hijo que será lo que le espera con esa madre”. 
Entonces se pusieron de acuerdo y decidieron subir los tres al burro, al llegar al siguiente pueblo la gente dijo “Mirad que familia, son más bestias que el burro que les lleva! Le van a partir la columna al pobre animal! Al escuchar esto decidieron bajar del burro y ir andando, al llegar al último pueblo de su viaje la gente exclamó “Mirad a estos tres idiotas, caminan cuando tiene un burro que les podría llevar


Las diferentes perspectivas.


Tenemos una inclinación a ver, observar, y juzgar. Tal vez se nos queda por detrás la capacidad de analizar las cosas que día a día van sucediendo. Pero lo que sí no falta es ese ánimo de crítica en el que muchas veces nos ponemos ante lo que no cuadra en nuestra mente. ¿Tendría que cuadrar? ¿Es posible que en la vida haya diferentes perspectivas? ¿Se puede agradar a todo el mundo? ¿Cuál de todas las perspectiva que tenemos es la correcta?

Tantas perspectivas como seres humanos.

En realidad hay tantas perspectivas como seres humanos. Cada uno la ve desde lo que piensa y valora en la vida. Prueba de ello es que ante la misma circunstancia no siempre coincide nuestra manera de reaccionar. Cada reacción será valorada desde lo que cada uno piensa y siente en ese momento y circunstancia de la vida.

Si nos atenemos al cuento que acabamos de leer:
  • Hay quien valora que un chico debe ceder su puesto a los mayores. En el caso en cuestión el chico era un mal educado.
  • En el segundo caso es sin vergüenza es el padre que va lomos del burro.
  • La siguiente crítica recae en la mujer, que va cómodamente después de todo un día de trabajo del esposo.
  • Al final la culpa recae sobre todo la familia por maltratar al animal.
Como dice el refrán, "nunca llueve a gusto de todos", y "si intentas agradar a todos, no agradarás a nadie".

Lo preocupante es que hay otra perspectiva que no deja de ser importante: "el que nos afecte lo que la gente hable de nosotros." Nosotros somos los únicos que conocemos nuestra realidad y el porqué actuamos de una manera determinada. Tal vez la gente que nos mira, nos critica y nos señala tengan toda la razón del mundo, pero desde su propia perspectiva.

Uno tiene que ponerse en los zapatos de los demás para saber por donde caminan y el porqué hacen lo que hacen. De hecho en la pequeña historia, curiosamente, nadie se acerca para saber el porqué de cada una de las posturas que adopta la familia. Es esa falta de tacto que tenemos a la hora de tener que apostar por las distancias cortas, es decir:
  • Acercarse al otro y saber, si tanta importancia tiene para nosotros, el porqué actúa de esa manera.
  • Criticar públicamente es mucho más fácil que enfrentarse a la verdad del otro. ¿Las risas, ridiculizaciones, juícios, señalamientos, etc. ¿no serán más un problema no resuelto dentro de cada uno de nosotros que un problema del otro en sí?
Estoy seguro que cada persona tiene sus razones para actuar de forma diferente. Y tal vez cuando así actúan es porque su perspectiva se lo aprueba. 

La gran pregunta puede ser: ¿pueden convivir varias perspectivas a la vez? Si, desde la información de cada una de ellas y el respeto. Ello requiere querer conocer y profundizar en la perspectiva del otro.