26/2/16

Las 4 fases del éxito.


El origen está en nuestra mente.

Dicen que el éxito comienza siempre por una idea que se planta en la cabeza de alguien. Ciertamente es en ella donde comienzan a forjarse todos los logros que se han alcanzado hasta el momento, como los que tenemos que alcanzar en un futuro. Es el poder de las ideas, el de la mente, el de nuestra capacidad de razonar.

Las 4 fases.


No todo está en la mente. Hay otras partes que forman una parte muy especial e indispensable del éxito.
  • La imaginación es el inicio. Si hace tan sólo 50 años nos dijeran que todo lo que tenemos en nuestras manos sería una realidad nos tomarían por locos. Pero ahí estaban los grandes genios de la humanidad, imaginando cualquier cosa que pudiera ser útil, bien para curar una enfermedad, alargar la vida, comunicarse más rápidamente a través de nuevos transportes, medios de comunicación, etc. ¿Quién se podría imagina hace 50 0 40 años que internet podría revolucionar el mundo de tal manera? Imagínate algo y si tu no lo consigues tal vez otro lo conseguirá. La gran pregunta es: 
  • ¿Tenemos todos la capacidad, o mejor dicho, el deseo de imaginarnos una realidad, mejor, diferente?
  • ¿Qué cosas pasan hoy por mi mente que podrían aportar un valor añadido a mi existencia o a la vida de los demás?
  • ¿Es importante para mí imaginar como puedo aportar a la vida?

  • El deseo es el paso siguiente. No basta con imaginar. Hace falta desear. ¿Qué implica el deseo en nuestra vida? Simplemente las ganas de hacer u obtener algo. El deseo es el acompañante de la imaginación. Mejor dicho, no es el acompañante sino que es el que potencia y desarrolla la imaginación. El deseo de acabar con la enfermedad, de llegar más rápido o cómodamente a un sitio, de no encontrarse tantas trabas a la hora de realizar algo que te gusta. No se si la imaginación nos lleva el deseo o más bien el deseo a la imaginación. Todo nace de encontrar una solución a los problemas o necesidades de la vida, o a la necesidad de dar rienda suelta a todo aquello que vive dentro de nosotros y necesitamos expresar o expandir fuera de nosotros. Si hoy tuviéramos que preguntarnos a nosotros mismos.
  • ¿Qué deseos me gustaría realizar de aquí a una semana?
  • ¿Qué deseos me gustaría complacer de aquí a cinco años?
  • ¿Qué deseos me gustaría satisfacer a lo largo de mi vida?
  • ¿Tengo deseos? ¿Puedo verme e involucrarme en la satisfacción de ellos?
  • El deseo es real cuando me lleva a la imaginación y a involucrarme en la satisfacción de los mismos.

  • Creer es poder. De nada sirve desear e imaginar si no creo en ello. La creencia de que "puedo" conseguirlo y alcanzarlo es lo que va a incrementar la fuerza del deseo y de la imaginación. Creer en uno mismo y en lo que se persigue es un requisito indispensable para que se genere el deseo y se alimente la imaginación. Si no hay esa autoestima y creencia en uno mismo y en su sueño ningún deseo y ninguna imaginación que se tenga serán suficientes. Creer hace que te pongas en pié, en búsqueda, en actitud, en estado de alerta para buscar señales en la vida diaria. Creer es lo que estimulará el resto de las actitudes.
  • ¿Realmente creo en mí y en mis posibilidades?
  •  ¿Creo en mis sueños?
  • ¿Cuáles son las actitudes que reflejan esa creencia en mí y en mis sueños?
  • ¿Qué hace que dude de mi mismo?
  • ¿Qué tengo que hacer para creer más en mí y en lo que persigo?

  • Entusiasmo. Yo creo que es el elemento más visible de todos. Es algo que se ve a las leguas. Yo se cuando mi hija se va a levantar de prisa y corriendo sin necesidad de que la despierten: cuando tiene una excursión o una actividad especial, cuando va a viajar, cuando tiene que ir con la hermana o el hermano. El entusiasmo lo vemos en la cara de alegría, en la rapidez de movimientos, en la no necesidad de que te recuerden lo que tienes que hacer, en la puntualidad con la que acometes todo y, sobre todo, que cuando hay un obstáculo casi no lo ves porque estás tan centrado en lo que quieres que buscas la manera de conseguirlo. El obstáculo se convierte en reto.
Cuatro elementos de un menú que formar parte de la vida diaria de cada uno si quiere conseguir que la vida sonría día a día.