30/3/16

El antiguo y majestuoso árbol



...He oído contar la historia de un antiguo y majestuoso árbol, cuyas ramas se extendían hacia el cielo.


Al llegar la estación de las flores, mariposas de todas las formas, tamaños y colores, bailaban a su alrededor.


Las aves de países lejanos se le acercaban y cantaban cuando florecía y daba frutos.

Las ramas, como manos extendidas, bendecían a todos los que acudían a sentarse bajo su sombra.

Un niñito solía venir a jugar junto a él y el gran árbol se encariñó con el pequeño.

El amor entre lo grande y lo pequeño es posible, si el grande no es consciente de su grandeza.

El árbol no sabía que era grande, sólo el hombre es consciente de eso.

La prioridad de lo grande siempre es el ego, pero para el amor nadie es grande o pequeño.

El amor abraza a quienquiera que se le acerque. Así, el árbol comenzó a sentir amor hacia
ese pequeño que solía ir a jugar cerca de él.

Sus ramas eran altas, pero las inclinaba hacia el niño, de modo que pudiera recoger sus flores y sus frutos.

El amor siempre cede; el ego nunca esta dispuesto a inclinarse.

Si te acercas al ego, sus ramas se estirarán aún más hacia lo alto; se pondrá rígido para que no puedas alcanzarlo.


La rana sorda



Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo.Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. 

Cuando vieron cuan hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos,se debían dar por muertas. Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles. 

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando. Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo. Cuando salió, las otras ranas le dijeron:"nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos". La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo. Moraleja 

1. La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo y finalizar el día.
2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que lo acabe por destruir.  Tengamos cuidado con lo que decimos. 

3. Una persona especial es la que se da tiempo para animar a otros. Una referencia relacionada: En los Estados Unidos de Norteamérica, en la NASA, hay un poster muy lindo de una abeja, el cual dice así: "Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no está hecho para volar; lo bueno es que la abeja no lo sabe" ¿Qué te parece si hacemos oídos sordos a las cosas negativas y comenzamos a animarnos todos a todos para que este año sea mucho mejor para todos...? Si te parece bien, súmate a la causa, nadie te va a felicitar, pero la satisfacción propia de hacer algo por los demás, es la mejor recompensa.