26/5/16

Buscar y Descuidar


Buscar y Descuidar.

¡Qué paradójico suele resultar la vida! Lo que se busca se encuentra y lo que se descuida, se pierde. Me viene a la mente todo el concepto de la Ley de la Atracción puesto que en la vida conseguimos solamente aquello que está, de forma clara y evidente, en nuestra mente. Somos lo que pensamos y se lleva a cabo lo que tenemos como prioridad en nuestra mente. Es la profecía autocumplida.

Bucar y hallaréis.

Ya lo decía Jesús: "Buscad y hallaréis, pedid y se os dará, tocad y se os abrirá". Es una frase que conlleva toda una serie de actitudes relacionadas con la primera de todas, el "buscar".
  • Buscar es una actitud que nos hace tener en la mente un objeto al que buscamos con ahínco. Nuestro foco está en lo que buscamos y deseamos. De una manera u otra lo que buscamos se convierte en algo importante hasta el punto de imaginarlo, desearlo y de soñarlo. Se convierte en toda una vivencia dentro de nosotros.
  • Pedir es algo que conlleva el buscar. Cuando buscamos no sólo nos ponemos en acción sino que estamos pidiéndole a la vida que nos lo de y pedimos a la gente que nos rodea que nos ayude a conseguir lo que buscamos. Pedir es como exteriorizar hacia los demás lo que estamos buscando.
  • Tocar conlleva una actitud de deseo de querer materializar lo que estamos buscando, pidiendo y encontrando. Es la actitud de no quedarse en el conocimiento o en las ganas sino de buscar y de intentar lograrlo de una manera efectiva. En otras palabras podríamos decir que es "intentarlo", hacerlo posible.
Cuando buscamos hay una realidad que viven en nosotros. Lo que se busca es importante y al mismo tiempo "motiva". La motivación es la fuente de la energía que hace que nos movamos y sintamos interés por las cosas o por las personas.

Desinterés

El desinterés tal vez manifiesta de forma clara porque hace que algo llegue a perderse. Cuando mostramos desinterés por algo es porque
  • No tiene importancia para uno.
  • No le motiva.
  • No o valora.
  • No ocupa un lugar en su mente y en su vida.
  • No tiene tiempo para ello.
Cuando todo esto sucede, ¿qué ocurre? Vamos arrinconándolo en nuestra mente y en nuestra vida hasta el punto de echarse a perder o de que se aleje de nosotros, física o emocionalmente.