4/7/16

De la mal llamda libertad.


Libertad.

¿Cuántos de nosotros nos erigimos en defensores de la libertado y la pregonamos a los cuatro vientos? ¿Cuántos de nosotros la exigimos y al mismo tiempo huimos de ella? ¿Cuántos de nosotros realmente llegamos a conocer el profundo sentido de la libertad?

¿Qué es la libertad? ¿Es simplemente expresar lo que sentimos o es algo mucho más profundo? ¿Por qué tenemos miedo a ser auténticamente libres? ¿Por qué cuando somos auténticamente libres el precio que hay que pagar suele ser el desprecio, el rechazo y la soledad?

"Para tener enemigos no hace falta entablar una guerra sino expresar libremente lo que sientes", leía esta tarde por alguna parte. Y creo que no falta a la verdad. Las personas que son libres están en el punto de mira de muchos otros, y la libertad llega a molestar.

Libertad entre lo que se es y lo que se dice.

Hablar podemos hablar y decir muchas cosas pero, ¿somos conscientes de lo que decimos, del por qué lo decimos y del por qué hemos elegido pensar, decir y vivir de esa manera? Nos hemos puesto en tela de juicio, es decir, hemos sido autocríticos con cada uno de nuestros pensamientos y de nuestras opciones en la vida, o más bien las elegimos condicionados por lo que hemos aprendido, lo que hemos vivido en el ambiente o por el contagio social de tantos medios de comunicación?

Todos queremos libertad pero, ¿nos atrevemos a ser libres? La libertad implica elegir lo que quiero aún a expensas de que mis grupos más cercanos, llámense familia, amigos, grupos a los que pertenezco, etc, piensen diferente que yo.

¿Te has preguntado la cantidad de veces que te has atrevido a decir lo que piensas y sientes en medio de un grupo que piensa diferente que tu? Ahí es donde empieza nuestra verdadera libertad, cuando somos lo suficientemente valientes para ser nosotros mismos aún cuando el resto piense diferente,

La verdad os hará libres.

Lo decía Jesús, y es una verdad como una catedral, aún a sabiendas de que hay muchas verdades, tantas como personas, pues cada verdad se vive en un escenario único y personal, a pesar de que podamos tener una visión errónea.

La verdad se erige dentro de nosotros mismos cuando la conciencia personal prevalece sobre lo que digan otros. Ahí está la libertad, que es más una expresión vivida que hablada. Por sus hechos los conoceréis.

Preguntaba alguien a la multitud entusiasmada: ¿Qué queréis? 

Y todos a una gritaban: "¡¡¡¡Libertad!!!! 

¿Y cuántos queréis ser libres?, volvía a preguntar eufóricamente.

Nadie grito no levantó la voz.

¿Por qué será?

Simplemente analicemos lo libres que somos ante aquellos que vivimos a diario en decir lo que realmente creemos, sentimos, deseamos y buscamos sin ningún tipo de reservas. ¿Cuál será el resultado.

La verdad nos hará libres. (Jesucristo)