12/7/16

El espantapájaros





Un día dije a un espantapájaros “Debes de estar cansado de permanecer inmóvil en este solitario campo”.

Y él me dijo “La dicha de asustar es profunda y duradera; nunca me cansa”.

Tras un minuto de reflexión, le dije: “Es verdad; pues yo también he conocido esa dicha”.

Y él me dijo: “Sólo quienes están rellenos de paja pueden conocerla”.

Entonces, me alejé del espantapájaros, sin saber si me había elogiado o subestimado.

Transcurrió un año, durante el cual el espantapájaros se convirtió en filósofo.

Y cuando volví a pasar junto a él, vi que dos cuervos habían anidado bajo su sombrero.